El afilador - Vicente Ortiz 3r2f45

La luna deslumbrante asuman entre los árboles lo oscuridad de la noche lo inunda todo y una tenue niebla comienza a aparecer adentrarse en el bosque busca el árbol viejo siéntate a su lado ponte cómodo si eran los ojos y escucha a la historia que traen hasta las criaturas de la noche bienvenidos estos son los cuentos del bosque oscuro la fila dor de vicente ortiz diferente pareja despertó el silencio una vez más un año más por los huecos de las tablas y pizarras que formaban el vetusto tejado empezaba a colarse la contenida claridad de un amanecer a tal grado que se abría paso entre negro los nubarrones tengo no recordaba ya cuando fueron las primeras veces muy atrás sus vidas quedaban aquellos ardientes encuentros que los años y la apatía convirtieron en una simple tradición que repetían sin que ninguno lo deseara sin apartar la vista de la señora de la casa que se vestía y se arreglaba el pelo antes de escabullirse el gallego se agitó sobre el viejo con relleno de lana sus entumecimiento músculos respondieron perezosos de la compañía caminos a de aquella mujer entrada en carnes lo libraba del frío incrustado en sus huesos como cada año el gallego recorría en su bicicleta la misma distancia y tal como lo habían hecho su padre y su tío antes que él en la alberca descansaba a unos días antes de volver a su tierra natal ya no quedaba buenos afilados es por eso era bien recibido por los lugareños de las pequeñas poblaciones que visitaba desde hacía muchos años demasiados su profesión no mamá le había hecho ser un hombre libre sin ataduras ni compromisos sin embargo la juventud de estaba quedando atrás y empezaba a sentirse hastiado de aquella forma de vida poco después de que la mujer huyera sin despedirse salió de la cuadra que el propio marido de ella le dejaba cada año para dormir a cambio de reparar y afilar los utensilios y herramientas leer rondaba por la cabeza gracias a una charla días atrás con unos su es leoneses descubrir que había más allá de las montañas al martynas los pastores que hacían un recorrido se mira suyo pero que continuaban buscando un clima más cálido y mejores pastos por la extremadura le había nada