Aceptar problemas que vienen de un largo plazo por Álvaro Fernández 6y6424

Hola, soy Álvaro Fernández Encerrado, psicólogo sanitario con Solainsa.

Hoy quiero hablaros de situaciones que se gestan a largo plazo.

¿Por qué? Porque, a ver, estamos viviendo un punto de inflexión a nivel social, pero a nivel psicológico pues esto también tiene su eco y hay muchas situaciones en la vida pues que son gestadas a largo plazo.

En tanto y cuanto nosotros inconscientemente, la mayoría de nosotros hemos delegado el poder, la creencia, en un sistema que nos iba a dar trabajo y nos iba a salvar y íbamos a estar todos bien y nunca iba a pasar nada, pues eso en tanto y cuanto se va rompiendo, se va resquebrajando, pues la no aceptación de eso puede sumirnos en un pataleo, en un mismo narcisista y nos está llevando a revisar inequívocamente cuál ha sido nuestra filosofía de vida y quiero hacer aquí referencia a un vídeo antiguo que tiene Sol que me parece que da en el clavo al 2000% que es sobre cuál es la realidad de pactar con el diablo.

En tanto y cuanto todos nos podemos sumir a un personaje de un puesto, un cargo de trabajo, etc., y que eso se nos deje comer a la persona.

Ahora bien, que eso ya es un tema, es un debate muy pasado y que todos tenemos superado.

Ahora bien, cuál es el problema, y estoy hablando aquí de la corruptibilidad en algunos vídeos cortos, cuál es el problema cuando vivimos un entorno constante de ansiedad, incertidumbre, sistema coste-recompensa de nuestra página del cerebro fluyendo en el corto, medio y largo plazo, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, y eso está roto porque vemos que le metemos mucho esfuerzo a la vida y no terminamos de llegar o no hay un camino fácil, por así decirlo.

En tanto y cuanto no hayamos estado preparados para eso y hayamos estado preparados para una vida en la que yo pruebo suerte a buscar un trabajo de lo mío, pero procurando también a la vez un trabajo algo vocacional, para no ser un trabajo en el que acabe tomando el resto de mi vida antidepresivos, pues en tanto y cuanto eso no llega o no se cumple, puede generar esos espacios en nuestro sistema coste-recompensa en los que trato de compensar esa falta de sentir que la vida me recompensa o sentir que tengo cierta estabilidad moderada en mi vida, que esa estabilidad moderada en mi vida en la que yo tengo que hacer cierto esfuerzo para ganarme el pan, pero a su vez tengo cierto colchón, es donde hay más salud mental.

Donde no hay salud mental o donde hay menos salud mental es en los excesos por arriba, en tanto y cuanto que yo me esfuerzo o no en la vida, no va a suponer ningún cambio en mi colchón, porque el colchón ya lo tengo siempre y mis posibles privilegios ya los tengo siempre, o por abajo, no paro de correr, no paro de trabajar, no paro de esforzarme y todo lo que hago es por una miseria o nunca me sale nada o lo que sea.

Si yo no tengo cubierta esa parte o no he generado una filosofía de vida, no me he criado, no me he educado o no me he rehecho, no me he reformado en una filosofía de vida en la que esa parte no va a estar o va a estar medio rota y a lo mejor no por culpa mía, sino yo he hecho un poco lo que me han dicho, lo he hecho bien, pero es que el sistema se está resquebrajando y se está cayendo.

Y si yo no me he preparado para esto, pueden pasar varias cosas, entre ellas la ansiedad, la depresión, el burnout, la dispersión, la falta de atención, el síndrome motivacional mezclado con TDAH, con un espectro de TDAH.

Y luego aparte, que por muy espiritual que yo me considere o por muy buena persona que yo me considere, si no he conseguido llegar a una estructura o me he preparado psicológicamente y filosóficamente y he entendido la filosofía como destino de la vida, principios, dirección, valores que le quiero dar a mi vida, si no me he preparado psicológicamente para eso, soy profundamente corruptible y lo que tengo es un narcisismo espiritual.