90. 8M: compromiso y activismo (colab con Red Delicias) 5n6lo

La radio de Bramón.

¡Nuestra radio! Arranca nuestro programa para el 8M.

Nuestra voz en el Barrio de las Delicias.

Vamos a por ello.

El 8M.

¿Por qué es tan importante para nosotras y nosotros, los adolescentes del Barrio de las Delicias? Dentro cabecera.

Hoy contamos en nuestro estudio con Pili y Flor, que son dos de las mujeres que integran la Comisión de la Mujer en Red Delicias.

Gracias por venir.

Hola.

Nos alegra volver a contar con gente de la red de Enraica, porque nos encanta charlar con vosotras, detectar necesidades en nuestro querido barrio y pensar posibles soluciones de mejora.

En nuestro barrio, como en muchos otros, las desigualdades de género siguen existiendo.

Lo vemos en casa, en la calle, en las aulas y en el deporte.

Y, aunque hemos avanzado mucho, queda mucho por hacer.

Como dijo Simone de Beauvoir, el feminismo es una forma de vivir individualmente y de pensar colectivamente.

En España, la brecha de género sigue siendo un problema estructural.

Según el Instituto Nacional de Estadística, organismo del que hemos extraído todos los datos que aportaremos en nuestra tertulia, las mujeres ganan, de media, un 20% menos que los hombres en trabajos a tiempo incompleto.

Y esta diferencia se empieza a manifestar también entre los jóvenes.

En 2020, el 30% de los jóvenes de entre 16 y 24 años no encontraban empleo, y el 40% de los chicos de la misma edad.

Estas cifras nos muestran cómo, incluso desde la adolescencia, las mujeres ya enfrentan desventajas económicas que afectan a su futuro profesional.

¿Cómo se vive esto en el barrio de las Edicias, en nuestro barrio? En el mercado laboral sigue habiendo discriminación.

Habéis hablado de la brecha de género, pero además existen otros problemas laborales.

Hay un sesgo de género en las profesiones, que vienen de la raíz, que parten del sesgo en los estudios y en los convenios de las profesiones más feminizadas siempre hay peores salarios y peores condiciones laborales.

Sigue existiendo el techo de cristal, que, como indica su nombre, es un límite que, aunque no se ve, existe, impide que las mujeres puedan ascender a puertos de responsabilidad y repercute en que las mujeres mayores tienen peores pensiones.

Claudia Golding ganó el Nobel de Economía hace muy poco, en el 23, por sus estudios sobre la brecha de género en el mercado laboral.

En el barrio esto lo vemos plasmado en que las mujeres mayores siempre tienen peores pensiones, siguen siendo ellas quienes abandonan el mercado laboral para cuidar a los hijos o directamente no acceden a este mercado laboral.

Y las que trabajan siguen siendo responsables de las tareas domésticas, lo que les impone una doble jornada.

El 8M es un recordatorio de que las mujeres, desde la infancia hasta la adultez, deben tener las mismas oportunidades.

En España, un estudio realizado en 2021 muestra que, aunque las chicas superan a los chicos en el rendimiento académico a nivel de secundaria, con un 60% de ellas obteniendo mejores calificaciones en las carreras universitarias, la representación de mujeres disminuye, especialmente en disciplinas científicas y tecnológicas.

Esto refuerza la idea de que, aunque las mujeres logran acceder a la educación, aún existen barreras invisibles para su progreso. Por eso, el 8M no es solo una fecha en el calendario, es un día para reflexionar, para reivindicar y para recordar que la igualdad entre mujeres y hombres debe ser real, no solo un discurso bonito.

Porque la educación superior y el alto nivel cultural debería ser algo al alcance de todas las personas, como decía Malala Yousafzai.

Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo.

¿Cómo se comporta la educación de las mujeres en el barrio? Socialmente, se educan las personas en unos roles estereotipados y discriminatorios, y esto hace que haya un sesgo en los estudios que condicionan toda nuestra vida.

A lo largo de la historia, muchísimas mujeres han demostrado que esto se puede cambiar.

Algunas mujeres han sido grandes intelectuales, por ejemplo Concepción Arenal, que quería estudiar Derecho y tuvo que disfrazarse de hombre para poder estudiar Derecho.