84 Inoxidables Inglés 90's parte 6 716o4f

Bienvenidos a Inoxidables. Bienvenidos al programa número 84, desde el principio, allá por noviembre de 1923, equivalente a la sexta parte de aquellas dedicadas a la música de los noventa en inglés. Hoy empezamos año. En el último espacio acabamos con el año de 1990 y hoy empezamos a repasar aquellas canciones que llegaron a ser número uno o que estuvieron cerca de la cabeza de las listas más importantes en Inglaterra y Estados Unidos. Soy Juan José García. Esto es Inoxidables, ya sabes, el radiopodcast que se dedica a repasar la historia de la música decada a década, intentando traerte la esencia y lo mejor de cada año y de cada idioma, en francés, inglés, italiano y español. Es un placer estar contigo y empezamos ya a repasar un poquito qué pasó en el año de 1991.

Lo principal es ponernos un poquito en contexto. ¿Qué ocurrió en 1991? El año 1991 fue un punto de inflexión tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. Marcó el fin de los excesos de los años ochenta y el inicio de una nueva década llena de cambios políticos, sociales y culturales. John Mayer asumió como primer ministro el cargo en 1991 y aunque intentó distanciarse del tacherismo, las desigualdades sociales heredadas de los años ochenta seguían siendo evidentes. En Estados Unidos, George H. W. Bush lideraba el país, enfrentando una recesión económica mientras consolidaba su posición como la única superpotencia tras el colapso de la Unión Soviética a finales de ese año. Estos eventos globales influyeron directamente en la música y la cultura de la época. La sociedad de ambos países estaba en transición. En Inglaterra, el final de la era tacher trajo un renacimiento cultural, especialmente en música y cine.

En Estados Unidos, la diversidad comenzaba a ganar más espacio, con minorías étnicas y culturales tomando el protagonismo. El cine también reflejó este cambio. Películas como El silencio de los inocentes y series como Twin Peaks mostraron temas ocultos y complejos, muy diferentes de las producciones más ligeras de los años ochenta. Sin embargo, donde realmente se sintió el cambio fue en la música. Los años ochenta fueron una década de excesos. Glam, metal, sintetizadores y estrellas pop dominaban las listas, pero en 1991 todo esto cambió. En Estados Unidos, el grunge irrumpió con fuerza desde Seattle. Nirvana lanzó Nevermind, un álbum que redefinió la música mainstream con canciones crudas, auténticas y llenas de angustia. Smells like dead spirit se convirtió en el himno de toda una nueva generación.

Bandas como Pearl Jam y Soundgarden también destacaron, llevando el rock alternativo al centro de atención y enterrando definitivamente el glam metal de los ochenta. En Inglaterra, el movimiento conocido como Madchester estaba en su apogeo. Grupos como The Stone Roses y Happy Mondays mezclaban rock alternativo con influencias del acid house y el tecno, creando un sonido único que anticipaba lo que sería el Britpop de mediados de los noventa. Mientras tanto, en el ámbito urbano, el hip hop y el rhythm and blues comenzaban a ganar terreno con artistas como Dr. Dre y TLC. 1991 representó una quiebra total con respecto a los años ochenta, de la ostentación al minimalismo. Los músicos abandonaron los brillos y las grandes producciones para adoptar un estilo más crudo y auténtico. Las letras también cambiaron. En lugar de celebrar el hedonismo y el éxito material, empezaron a hablar de problemas sociales, alienación y frustración.

Además, la tecnología jugó un papel clave. El CD y la producción digital transformaron la forma en que se hacía y escuchaba música, mientras que programas como MTV and Plaguet popularizaron actuaciones íntimas y acústicas. En resumen, 1991 fue el año en que el mundo giró hacia una nueva dirección. La caída del muro de Berlín y el colapso de la URSS marcaron el fin de la Guerra Fría, pero también el fin de una mentalidad en música.

El grunge y el Britpop simbolizaron un rechazo con su mismo vacío de los años ochenta y una búsqueda de autenticidad. Fue el año en que el pasado quedó atrás y el futuro comenzó a tomar forma. Así que cuando escuches Smells like Dead Spirit o Wonderwall, unos cuantos años después, recuerda que estas canciones no sólo definieron una época, sino que también capturaron un momento real.