50 - En búsqueda de Haches y Pes 3b5g

Capítulo cincuenta y era quince de diciembre y todo indicaba que si no surgía algún contratiempo lograría llegar a casa para nochebuena mi macho por supuesto estaba más contenta que unas pascuas yo no tanto pues veía cada vez más cerca el final del viaje la vuelta a lo desconocido la vuelta a una nueva pida que todavía no sabía qué me depararía deambulaba por salou de un lado a otro con la impresión de que todo lo que rodeaba el paseo marítimo había sido devastado por algún tipo de epidemia cerrado cerrado cerrado esa epidemia tenía un nombre invierno comenzaba a lloviznar una hora y media después desesperado con el radar ajustado para localizar carteles con pez pensiones y hostales encontré una app en pleno centro al ladito mismo de las vías del tren me abrieron la puerta deje atre quila en el portal y subí al primer piso donde me atendió una señora enorme muy grande no tenía cuello me recibió apoltronado en un viejo butacón tras una mesa repleta de papeles hola tiene habitación para una noche pregunté la señora asintió otras detener su dedo índice sobre la página de un blog mugriento que yacía sobre la mesa puedo ver la habitación por favor es una habitación con cama y mesilla y el baño está afuera respondió con poco interés que la habitación de una pensión tuviera cama y mesilla no me sorprendió obviamente ya pero puedo verla insistí ya se lo he dicho es una habitación normal con su cama contestó con una ligera subida de tono madre mía árbitro tiempo hagamos una pausa pregunta de test por qué se negaba a enseñarme la habitación posibles respuestas sólo una es la correcta uno a la mujer le costaba un esfuerzo tremendo despegar el culo del sillón y suponiendo que lo logrará tendría que hacer otro esfuerzo enorme para desplazarse la energía necesaria para mover una masa tan grande debía de ser increíble dos la habitación era un zulo eso sí que quede claro con cama y mesilla tres ambas respuestas anteriores son correctas la respuesta a uno era evidente hasta mí me agotaba verla la dos era probable pues podría haber avisado a otra persona para que me enseñara la habitación y no lo hizo osea la respuesta correcta era la tres a mí con personajes así se me dispara la imaginación aquella pensión de dos estrellas será el escenario perfecto para un cuento de terror la protagonista era una obra maligna que por la noche entraba en la habitación de los inquilinos y les gritaba cama y mesilla te lo dije el precio eran treinta y cinco euros menudo atraco en temporada baja y junto a las vías del tren le dije que no me interesaba la obra maligna me miró de una forma extraña y por un instante temí que intentaría retenerme con sus brazos de rejas o chile levantador de piedras en euskera pero no lo hizo incluso mover uno de aquellos brazos le debe guía de suponer demasiado esfuerzo y así de felizmente terminó el cuento en mi cansina búsqueda de pez y se había pasado al menos tres veces por delante de la de un hotel de cuatro estrellas y en la cuarta pasada cansado de buscar y con la excusa de que era la última noche del viaje en que necesitaría buscar alojamiento entre en comparación con laura maligna a la recepcionista que me atendió me pareció una preciosa y encantadora elfa de los bosques