40K - LA ROCA: EL CORAZÓN ERRANTE DE LOS ÁNGELES OSCUROS 2t2926

En el oscuro mar entre las estrellas, donde la luz del astronomicón apenas toca, navega una fortaleza tan antigua como los pecados que guarda, una isla de piedra que una vez fue un mundo, ahora es tumba, bastión y penitencia.

No tiene puerto, no tiene paz, sólo un hombre susurrado con respeto y con miedo, la Roca.

Antaño, parte del orgulloso planeta Caliban, hogar de la primera legión, fue desgajada del mundo tras una traición tan devastadora que marcó para siempre el destino de los ángeles oscuros.

Ahora la Roca surca en la galaxia como un presagio silencioso, llevando en su interior secretos tan oscuros que incluso los más devotos entre los servos del emperador temen conocer.

Es más que una piedra, es una fortaleza, es el recuerdo eterno de una caída, es la prisión de un traidor y quizás el lugar donde un primarca duerme.

Prepárate para adentrarte en los pasillos sombríos de la Angelicasta, hoy hablaremos del corazón errante de los ángeles oscuros, hoy vamos a hablar de la Roca.

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Hoy vamos a hablar de la Roca, este trozo de piedra que le pusieron un motor y dijeron pues ahora esto es una fortaleza que se mueve, básicamente ¿no? Vamos a hablar un poquito de, para empezar, de cómo es la Roca, de algunas de las partes más importantes, como hemos hecho ya en otros vídeos, como el tema de la falange, de los puños imperiales, incluso del luna o del mundo trono, y luego, como tampoco tenemos muchísima información, luego vamos a hablar un poquito de la historia de los ángeles oscuros, refiriéndose a Caliban y a la Roca en concreto, no muy extendido ¿no? Así que ponedos cómodos, poned vuestras capuchas blancas, porque nos vamos a la Roca.

En las profundidades del espacio, entre el silencio de las estrellas y los gritos ahogados del Inmaterium, se alza una colosal fortaleza errante, un santuario blindado forjado en la piedra misma de un mundo destruido.

La Roca, el hogar sagrado y la fortaleza monasterio del misterioso y temido capítulo de los Ángeles Oscuros.

Sobre sus alturas se eleva la mítica Torre de los Ángeles, envuelta en un silencio tan antiguo como el pecado original del capítulo.

Cuentan las leyendas susurradas por labios temerosos a lo largo del imperio que existe una roca titánica que surca a las estrellas trayendo castigo, fuego y retribución divina sobre todos aquellos que osan alzarse en contra del emperador.

Pero lo que se murmura como mito es apenas una sombra pálida de la verdad, porque la realidad de la roca es más sobrecogedora que cualquier cuento transmitido por generaciones.

Tras el cataclismo que aniquiló Caliban, los Ángeles Oscuros no huyeron del desastre, sino que tomaron los restos de su mundo natal, la piedra indómita que había sobrevivido al juicio celestial, y la transformaron.

Trayaron en sus entrañas laberintos ciclópeos, cámaras sacras, criptas y arsenales ocultos.

En su núcleo instalaron un motor de disformidad de proporciones insondables, una reliquia de otro tiempo, de otro poder, para dotar a la roca de movimiento a través del tejido mismo del universo.

Hoy la roca viaja entre las estrellas como un leviatán de piedra, apareciendo en los sistemas durante un breve tiempo para desaparecer como un espectro de la noche.

Donde se posan nuevos guerreros son reclutados, mundos enteros ofrecen sus hijos al capítulo y el juicio de los Ángeles Oscuros cae sobre los enemigos de la humanidad.

Más vasta que cualquier acorazado imperial, la roca es tan armada como un mundo de guerra.

Desde sus acantilados brotan torretas y baterías de láser, torpederas, ciclonias y torres de vigilancia que rasgan los cielos.

En sus puertos tallados caben flotas enteras, y alrededor de su forma imponente orbitan naves de guerra, thunderhalls, fragatas de escolta y transportes.

Es una ciudadela voladora, una fortaleza nómada, un relicario de secretos y condenas.

En su cúspide se alza la roca.