40K- EL OFICIO ASESINORUM: LOS EJECUTORES DEL IMPERIO 735w32

En la vasta y despeada maquinaria del Imperio de la Humanidad, donde incontables ejércitos
marchan en nombre del Emperador, hay un arma más letal que cualquier ejército.
El Officio Asesinorum, una organización secreta envuelta en sombras y misterio, es la encarnación
de la muerte calculada, la ejecución sin piedad y la eliminación de amenazas antes
de que puedan convertirse en peligros.
Allí donde la guerra es demasiado costosa, allí donde el enemigo es demasiado poderoso,
el Oficio actúa con la fría precisión de un verdugo eterno.
Los agentes del Oficio Asesinorum no son soldados, no son meros escutores, son armas vivientes
moldeadas desde su infancia, la implacable fragua de los templos de asesinos.
Su entrenamiento es más que brutal, es inhumano.
Diez años de pruebas, torturas, de adoctrinamiento y modificaciones biotecnológicas, los transforman
en algo más que hombres o mujeres, les convierten en manifestaciones puras de la muerte, con
los templos más importantes como el Templo Callidus, el Vindicare, el Culexus y el Erberson.
Ellos son el Oficio Asesinorum.
Hoy vamos a hablar del Oficio Asesinorum, vamos a hablar de esta institución de las
más ocultas que tenemos en el imperio, vamos a hablar un poquito de su creación, vamos
a hablar de eventos que han pasado dentro del propio Oficio Asesinorum que no son tan
conocidos y por último, como no, vamos a hablar de los templos del Oficio Asesinorum,
de cada uno de ellos y vamos a hablar un poquito en qué se diferencia uno de otro porque es
super interesante en mi opinión.
Así que sin más delación señores, vamos con el vídeo.
Los asesinos imperiales son la mano oculta de la muerte, las hojas y lentes que se deslizan
entre las sombras han mandado a los altos señores de tierra, son la sentencia inevitable
para reyes, usurpadores y falsos profetas, el castigo ineludible de traidores y rebeldes
en las insondables profundidades del imperio.
Cuando uno de estos agentes es enviado, su destino es sellado, avanzará al mismo tiempo,
sin piedad, sin error, sin concesiones.
Cada respiración, cada latido de su corazón, cada lección de su impoluto entrenamiento
se dirige en con fría determinación hacia un único propósito, el asesinato de su blanco.
Los templos del Oficio Asesinorum son fortalezas de secreto y obsesión, donde la humanidad
moldea a sus ejecutores definitivos.
Aunque sus nombres no se pronuncian, aunque sus rostros jamás serán vistos, sus sombras
se extienden por toda la galaxia sembrando el miedo incluso en aquellos que nunca han
oído hablar.
Son la manifestación encarnada de la justicia del emperador, su voluntad ejecutada con la
precisión de un bisturí divino.
En un imperio vasto, más allá de toda comprensión, incontables mundos se deslizan fuera del escrutinio
del trono dorado.
La traicionada disformidad distorsiona las comunicaciones y entorpece los viajes, permitiendo
que planetas enteros pasen décadas, siglos incluso sin o con la humanidad.
Es un sistema tan vasto como frágil, y en su cruel indiferencia engendra su propia condena.
Mundos enteros sucumben bajo el yugo de la herejía, deslizándose de forma imperceptible
hacia la rebelión, la corrupción o el olvido.
Gobernadores ambiciosos desafían los dictados del istratum y la eclesiarquía, soñando
con independencia, ignorando la verdad más absoluta del imperio.
Y nadie escapa a su ira.
Sea cual sea la naturaleza de su insurrección, ya sea benevolente o brutal, tarde o temprano
sus actos atraerán la mirada vigilante de los adepta.
Algunos enfrentarán la guerra abierta, sus cielos incendiados por el fuego del castigo
imperial.
Pero otros, otros ni siquiera verán la mano que los ejecuta.
Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org