
3. La Guerra de la Convención (o del Rosellón) 1793-1795 1g2bw
Descripción de 3. La Guerra de la Convención (o del Rosellón) 1793-1795 68328
La Guerra de la Convención (también llamada del Rosellón) se desarrolló en el sur de Francia y el norte de España entre 1793 y 1795. En este episodio del podcast analizaré esta guerra, fundamental para comprender todo lo que vino después. Independencia - La Guerra de la Independencia Española (1808-1814), es un podcast de Alberto Ausín Ciruelos. Aquí os pongo el enlace a la Fundación Joaquín Díaz, concretamente a las canciones de la Guerra de la Independencia: https://funjdiaz.net/joaquin-diaz-canciones-ficha.php?t=Canciones%20de%20la%20Guerra%20de%20la%20Independencia Aquí os pongo el enlace al retrato del General Ricardos obra de Goya del Museo del Prado: https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-general-antonio-ricardos/782c89da-e3fd-48e4-8210-f553ddb7ba83 La música utilizada en este episodio cuenta con licencia Creative Commons y ha sido obtenida desde la página Web: https://www.classicals.de/ Obras: Isaac Albéniz, España, Opus 165-01- Prelude. Beethoven, cuarteto para cuerda n. 6 en B Mayor. Grieg, Lyric Pieces, Libro 1, Obra 12, n. 2. Handel, Sarabanda, Suite nº 4, en D menor, HWV 437. Otra música utilizada en este episodio: Viva España de Federico Olmeda, musicada e interpretada por Joaquín Díaz González Todo lo cría la Tierra por José María Silva Naveros Chant du Départ por Étienne Nicolas Méhul y Marie-Joseph Chénier La Carmagnole Efectos especiales obtenidos de www.freesound.org Autores: hykenfreak, midwestdocum, qubodup, sandyrb, ivolipa, telezon, Sparrer, Abolla, Vrymaa, jgrzinich 6x1j16
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Oye tú, sí, sí, tú, te digo a ti, precisamente a ti, así que presta atención. A ver, ¿qué haces ahí, eh? ¿Qué estás haciendo? ¿Estás haciendo algo de provecho o estás ahí sentado viendo pasar las horas sin hacer nada, eh? Porque a lo peor no te has enterado todavía, pero resulta que estamos en guerra, así como suena. Guerra, guerra y guerra.
Nos han declarado la guerra, y yo te veo fuerte, lozano, alto, valiente y con ganas de luchar por Dios, por la patria y por el rey. ¡Eh, un momento, un momento! Quieto ahí. ¿Dónde vas? No huyas. ¿Dónde vas? ¿Te has vuelto loco o qué? Ahorra tus energías para marchar, que el camino es largo, y para cuando llegue el momento de cargar a la bayoneta. Y no eches a correr antes de tiempo, porque podrás correr, pero no esconderte. ¿Me estás diciendo que de verdad no te has dado cuenta de lo que está sucediendo? ¿Pero en qué mundo vives? Muchacho, las señales del cielo son claras e inequívocas. El fin de los tiempos está cerca, al menos si no hacemos algo al respecto.
Porque al norte de los Pirineos, en Francia, que hasta hace poco era una nación hermana, tan católica y tan monárquica como la nuestra, ha nacido el Anticristo. Y el Anticristo, muchacho, tiene un nombre, y ese nombre es Revolución. ¿Qué te pasa? ¿Por qué abres tanto los ojos? Venga, venga, no te hagas el inocente, que no hay nadie que no sepa, aunque sea muy por encima, las cosas terribles que han sucedido en París en estos últimos tiempos. Muchacho, algunos ses se han vuelto completamente locos, han perdido la cabeza, y los que se han mantenido firmes y no se han sometido a los revolucionarios han perdido literalmente la cabeza.
Ah, los revolucionarios, esos asesinos más carniceros que los tigres, han asesinado, han guillotinado a su propio monarca, Luis XVI, que no sólo era un hombre bueno y un sabio gobernante, que sus cosas tendría, no te digo yo que no, pero que desde luego fue elegido por la gracia de Dios. Así que, matando a su rey, los revolucionarios han atentado contra la corona y contra la religión, separando lo que no puede ni debe separarse, porque la unión entre el trono y el altar es sagrada.
Mira muchacho, estoy seguro, estoy convencido de que tú no quieres que lo que ha pasado en Francia pase en España también. Y yo, yo ya estoy viejo, no estoy para trotes, pero tú, tú que eres joven y fuerte, y alto y lozano, deberías ir pensando en alistarte por muchos motivos. Escucha, o acabamos con los revolucionarios, o ellos acabarán con nosotros, con nuestras dignas tradiciones, con nuestras creencias y con nuestra forma de vida, por no hablar de que acabarán también con nuestros símbolos, y con todo, acabarán con todo, así que ha llegado la hora de combatir. Además, piensa que en el ejército viajarás, conocerás mundo, te pagarán un sueldo, te darán un uniforme, un bonito uniforme y un mosquete, cosa muy importante, a quien no le gusta disparar.
Por otra parte, no te faltará comida, y puedo asegurarte, créeme, que la cosa pinta bien, porque los oficiales del ejército español son los mejores del mundo, tratan a los soldados como si fueran sus hijos. Y además muchacho, créeme si te digo, que tenemos a Dios de nuestra parte, y no sólo a Dios, porque a nuestro lado también están todos los reyes de Europa, con todos sus imponentes y casi infinitos ejércitos.
Pero claro, a nosotros nos toca cumplir con nuestra parte, y nuestra parte es invadir Francia por el sur, conquistar todos los territorios que podamos, empezando por el Rosellón, tomar Perpignán, y darles una lección a esos malditos revolucionarios, a los que Dios confunda. Así que ya sabes muchacho, alístate.
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