1857. No tenerle miedo a hablar y vivir desde lo humano we2c

Muy buenos días. Yo el otro día te decía que soy un loco bueno, o un buen loco, y la locura que yo tengo, que siempre he tenido, ha sido ser crítico y contestatario ante lo establecido. Casi, sin darme cuenta, desde niño he tenido esa impronta en mí. Luego tengo otro niño que le da miedo y que quiere encajar, y esas dos ideas luchan la una con la otra. Al final me doy cuenta que el rebelde es el del corazón, y el niño que quiere encajar y es miedoso y tal, es el ego. Mi personalidad, lo he aprendido, y llevo toda la vida en esa batalla. Mi personalidad intentando frenar al que yo soy adentro. El que yo soy adentro es ese loco, pero loco bueno.

Loco bueno en el sentido de que se sale de la norma y entonces eso es, pero por favor, o loco o inconsciente. Y el que quiere encajar, es el cuerdo malo. Uno es el loco bueno y este es el cuerdo malo. ¿Quiere encajar en una cosa que le hace mal? ¿Qué es? Pues en esta cultura, en todas sus historias de parecer, de tener, en la parte de atrás de mi cabeza, pues seguirá estando alguien que quiere tener dinero y demostrarle a los demás que tiene dinero, que quiere tener una posición social, que quiere demostrar que es inteligente y válido. Todas las cositas que tenemos que se supone que son la vida y que creo yo que no tienen nada que ver con la vida. Tener y parecer. Como siempre te digo, es secundario.

No es que no importa en absoluto, es como es la cosa ahora aquí, pero eso sé que cambiará. Llegará un día en el que la mayor parte de las personas sean locas buenas, en el sentido de que no se rijan por un patrón más allá de los patrones de la vida, de cómo me siento. Esto, si me siento bien ante esto, lo quiero. Quiero seguir viviendo de esto. Quiero aprender de esto. Si no conecto con este trabajo, si no conecto con esta vocación, si no conecto con estos estudios y no, pues no los hago. Esto hoy en día es de estar loco. Es que el otro día incluso leí un artículo en el periódico diciendo el daño que ha hecho que te tenga que gustar lo que haces. Todo esto va a cambiar.

Igual que hubo un artículo en cualquier diario diciendo en su momento, en 1800 algo, diciendo el daño que está haciendo querer casarse por amor. Se titularía el artículo. ¿Qué daño está haciendo? Hablamos con el experto en... Sí, sí, está haciendo mucho daño, porque hay que casarse con una buena familia y luego ya se verá. Y hacer un buen negocio. ¿Pero qué sacas? Dios mío, ¿qué sacas si haces las cosas y te casas por amor? Es que hay que estar muy loco. Efectivamente, loco bueno. Y cambió. ¿Y qué sacas? Nada. Materialmente no sacas nada. ¿Entonces para qué sirve? Porque en lo humano te llena. Porque somos seres humanos, no somos seres económicos.

La necesidad de querer a alguien y ser querido y vivir esa cosa hermosa y de conectar con una persona, eso no lo hemos inventado nosotros. Eso es inherente a nosotros. Y no lo podemos pasar por alto. Uno puede no tener pareja. Eso no es necesario enamorarse en la vida, ni tener una familia, ni nada. Pero sí es necesario sentir amor. Sí es necesario. Con lo que sea que conectemos. Pues ya en el año 1800 ya dirían... Uy, eso del amor. Y antes decían la risa deforma la cara, no te rías. La alegría era el mal. Luego el amor era el mal. Era el mal.

Y ahora, bueno, el amor por el trabajo o lo que te gusta. Hacer lo que te gusta. Pero ¿quién te has creído? Pero todos tenemos a alguien adentro que quiere encajar en una medida u otra. Que tiene miedo. Que tiene miedo.