10/03/2025: El primer nombre 2r6s29

Radio Turia, emisora municipal de Leliana.

Por ejemplo, pocas cosas, pocas cosas, pocas cosas como un albornoz de hotel.

¡Ay, es verdad! Mejores, pocas cosas mejores que un albornoz de hotel.

Esa sensación de decir...

O sea, aunque sea un hotel medianito y tal, o sea, yo digo, me lo pongo y digo, soy millonario.

O sea, te lo pone, pum.

Es que te crees millonario.

Y dices...

Te miras al espejo y dices...

Ese blancor...

Un mullidito, además.

Y dices, joder, ¿qué nivel? ¿Qué pedazo de vacaciones estoy aquí? Como si fuera, yo qué sé, un millonario.

Sí, sí, es lo más.

Algo de esto, sí, sí.

Ahora, ahora, ahora.

Pocas cosas peores que un albornoz de hotel.

O sea, que son finolis.

Son finitos siempre.

Llegan siempre hasta el medio antebrazo.

Son un poco hospitalarios.

Si te quieres secar con ellos, no secan una mierda.

¿Los albornoces no, pero las toallas de hotel? Pero estamos hablando de los albornoces, Antonio.

Por favor, centrémonos en los albornoces.

Porque los albornoces, las toallas de hotel están muy bien.

Absorben bastante.

Ahora, un albornoz de hotel no lo usas para secarte.

Úsalo solo para sentirte rico.

Para abrigarte.

Pero no sirve para nada más.

Bueno, si viene el del servicio de habitaciones y tú estás en pelotas y has pedido una cena...

Yo siempre llevo el albornoz de hotel.

Pero sin nada debajo.

Por supuesto.

Para eso está el albornoz de hotel.

Quería contaros una cosa, una curiosidad.

A lo mejor representa un poco lo que es este programa.

A Carol, nuestra querida jefa en Aldaya Radio.

Nuestra superior en Aldaya Radio.

Mandamos un besazo.

¡Besazo, Carol! Tenemos muchas ganas de volver.

Pero ella me está pidiendo, desde que hacemos el programa aquí en Radio Turia, que le mande los programas por WeTransfer desde que se arregló el servidor.

Todavía no está el estudio arreglado, pero sí que está arreglado el servidor de Aldaya Radio.

Se puede emitir por Internet.

No por las ondas.

Las hercianas.

¿Quiere seguir emitiéndonos? Quiere seguir emitiéndonos.

No saben por qué, pero quiere seguir emitiéndonos.

Yo se lo mandaba, pero no le llegaba.

Y yo se lo mandaba otra vez.

Y al final se lo mandaba a otro correo.

Pero lo que sucedía es que la trinchera, por lo que sea, le llegaba al correo basura.

Yo me estaba teniendo una bronca.

Porque yo una vez vine aquí y me dijiste, Celso, de Radio Turia a Radio Aldaya, hay que llevar una cosita.

Llegó, pero dos días más tarde de lo que tocaba.

¿Ah, sí? Sí.

Y no lo llevé yo.

¿Ah, no lo llevaste tú? Porque era el día que me tenía que ir a Berlín.

¿Tuviste que quedarlo ahí? Tony queda con Carol y lleva esto porque iba a Doris en el coche.

A lo mejor de ahí sale una historia.

No, por Dios, por Dios.

Celso, ¿cómo piensas algo así? No, pero estaba pensando en una historia de cambiar el mundo.

Ha de cambiar el mundo.

De que seamos el inicio de que todo es feliz.

Todo empezó cuando a la directora de Radio Aldaya le llegó la trinchera al correo basura.

Y yo digo, como estás diciendo todo el rato, había un mensaje que no llegaba.

Se ha enterado Rafa de que llevé tarde.

Me mola eso, es un buen argumento para empezar una peli indie.

Estaría muy bien.

Tiramos, tiramos a ver qué hay en ese correo basura.

Antes de empezar, lo último que quería decir es una referencia a Carlos Zambollo.

Hace tiempo que no hablamos de él.

Tu biógrafo.

Mi biógrafo y sobre todo periodista de investigación.

¿A nivel de Iker? No, hombre, a nivel serio.

Ah, vale.

Él investiga cosas que existen.

Eso es.

Y entonces...

Hace muy poco...

Siempre es casualidad.

De repente se me ocurre...

¿Cuándo pasaría tal cosa? Busco en Google.

Sí.