03x15 - Derek Percy: El Hannibal Lecter Australiano 6m3w4x

Entre 1965 y 1969, una serie de crímenes dejaron a la sociedad australiana con más preguntas que respuestas.
En una sociedad donde todos los vecinos dejaban las puertas y las ventanas de sus casas abiertas,
diez ataques, todos a menores, marcarían un antes y un después en padres y madres,
que a partir de ese momento ya no permitirían que sus hijos menores tuvieran la misma libertad.
El caso de hoy engloba, a su vez, otros muchos casos.
No sabemos si todos cometidos por el mismo asesino o no.
Vamos a hablar hoy de todos ellos y, como no, de Derek Percy, conocido como el Aníbal Lecter australiano.
Mi nombre es Susana García y esto es Más Allá del Crimen. Comenzamos.
Cronula se encuentra al sudeste de Australia, en Nueva Gales del Sur, más concretamente en Sydney.
El 11 de enero de 1965, Marianne Schmidt y Christine Sharrock, ambas de 15 años,
acudieron a la playa de Cronula, a Wanda Beach, a pasar el día con los hermanos de Marianne.
Las dos chicas no solo eran amigas, mejores amigas, sino también vecinas.
Marianne Schmidt provenía de una familia alemana.
Sus padres habían decidido trasladarse a Australia, donde se cambiaron de casa en varias ocasiones.
En 1963, el padre decidió mudarse con la familia muy cerca de Sydney,
tras haberse sido detectada la enfermedad de Hodgkin, que es básicamente un cáncer linfático.
Helmut, el padre de Marianne, falleció en 1964, dejando una viuda y siete huérfanos.
Christine Sharrock se había mudado a vivir con sus abuelos después de que su padre falleciera cuando ella era muy pequeña.
Su madre había conocido a otra persona, pero Christine decidió irse a vivir con sus abuelos.
Las dos chicas eran vecinas, y cuando los Schmidts se mudaron allí,
Christine y Marianne hicieron migas muy rápidamente.
Les unía el hecho de que ninguna tenía padre y las dos se convirtieron en amigas inseparables.
Cronula era una zona donde los Schmidts iban habitualmente.
Solían hacer planes de picnic todos juntos y no era raro verles de tanto en tanto por la zona.
El 1 de enero de 1965, las dos amigas estuvieron allí.
El día 2 lo hizo la familia Schmidt sin Christine.
Era un plan familiar y habían acudido todos juntos.
Durante los días posteriores, los hermanos mayores de los Schmidts tuvieron que hacer frente a las tareas del hogar
y estar al cuidado de los cinco hermanos, ya que su madre tenía una cirugía programada
e iba a estar ingresada en el hospital.
Tenían planeado acudir a Cronula nuevamente el domingo 10 de enero
y para ello le pidieron permiso a su madre, que aún seguía hospitalizada, a lo que la mujer no se opuso.
Pero el domingo 10 llovía y cambiaron los planes para el lunes 11.
Total, aún estaban de vacaciones navideñas y no tenían clase.
El día 11, Marianne y Christine, acompañadas de los cuatro hermanos pequeños de Marianne,
cogieron el tren hasta la playa.
Llegaron sobre las 11 de la mañana, pero para su sorpresa, la playa estaba cerrada debido al mal tiempo,
así que decidieron acercarse hasta otro punto rocoso, donde el viento no les molestaría tanto.
Marianne estuvo un rato bañándose con su hermano y después, sobre la una de la tarde,
se juntaron todos para hacer un picnic.
Parece que en un momento Christine decidió irse a dar una vuelta sola.
Cuando volvió y como seguía haciendo viento, todos decidieron dejar sus cosas en esa zona de la playa
y andar hasta las dunas. Esto les protegería del viento.
Después de dejar allí a los más pequeños, las chicas les dijeron que iban a regresar a la zona rocosa por sus cosas,
pero siguieron andando hacia las dunas.
Uno de los hermanos de Marianne les dijo que iban por el camino equivocado
y ellas empezaron a reír y siguieron como si nada.
A las cinco de la tarde, Marianne y Christine no habían vuelto.
Los más pequeños fueron a la zona donde habían escondido sus enseres,
donde se habían estado bañando y haciendo el picnic y sus cosas seguían allí.
De hecho, estaban en monedero de las dos.
Las chicas nunca habían vuelto a por ellas y de ellas no se sabía nada.
Los cuatro pequeños decidieron coger el tren de vuelta a casa,
donde les dijeron a los dos hermanos mayores que las chicas no habían vuelto de dar un paseo.
A las cinco de la tarde, Marianne y Christine no habían vuelto.