03x20 - Marty Tankleff: ¿Qué ocurrió realmente? 1x392g

El 7 de septiembre de 1988 prometía ser un día cualquiera. Bueno, no exactamente.

Martin Tankleff, de 17 años, se despertó antes de lo normal para ganarle tiempo a la mañana y prepararse. Era su primer año como senior, el último curso antes de comenzar la universidad.

Marty, como así le llamaban, se asomó por la ventana. Las luces del jardín estaban encendidas, algo que no era habitual. Frente a su habitación, el cuarto de sus padres. Pasó por delante para darse cuenta de que dentro no había nadie. Siguió andando por la casa hacia la parte principal.

La puerta estaba entreabierta. Se dio una vuelta por el salón que le unía a la cocina, donde tampoco encontró a sus padres. Posteriormente, se percató de que una de las puertas que daba a la parte trasera, lo que antes era una zona de ocio y ahora parecía ser el despacho de su padre, también estaba abierta. Las luces encendidas. Dentro, sentado en la silla de su oficina, estaba su padre, tal y como le dejó la noche anterior mientras este jugaba el póker con unos amigos. Estaba completamente ensangrentado.

El hombre se encontraba agonizando, sangrando profusamente de la parte trasera del cuello y tratando de respirar. Marty, frenético, salió del despacho y se fue directo al teléfono que había en la cocina. Porque no usó el que tenía su padre en la oficina, no lo sabe ni él. A las seis y diez de la mañana, el 911 recibió una llamada. Hoy vamos a conocer la historia de Martin o Marty Tancred, un caso controvertido y plagado de giros de guión inesperados. Vamos a viajar a Nueva York. Mi nombre es Susana García y esto es Más Allá del Crimen.

33 Seaside Drive en Belter. Está afuera de la carretera. Belter, por favor, mi padre.

Un momento, no puedo escribir tan rápido. ¿Qué esquina? En una salida de la carretera.

¿En Croke Oak? Sí, vale. Dese prisa. No, no, no, no estás respondiendo a mis preguntas.

¿Cómo te llamas? Marty Tancred, soy su hijo. Está sangrando detrás de su nuca. Por favor.

Escúcheme, ¿es una casa privada? Sí, lo es. Vale, escúcheme, le mando una ambulancia.

Quiero que coja una toalla limpia y la ponga donde está sangrando su padre. Y haga presión, tú me des si es posible. Ponga sus pies elevados y te mandaremos a bien para allá.

Marty salió corriendo a su habitación para coger una toalla y una almohada. Volvió al despacho.

Cogió a su padre, no recuerda de qué manera, y le tumbó en el suelo. Le puso la almohada bajo las piernas para mantenerlas en alto y con la toalla presionó su herida. De lo que pudo haber hecho y no hizo hablaremos más adelante. El chico empezó a gritar el nombre de su madre llamándola a pleno pulmón, pero nadie le contestó. Marty dejó a su padre en el suelo de la oficina y se dispuso a buscar a su madre por toda la casa. Salió al garaje donde vio los coches aparcados.

Su madre tenía que estar en la vivienda. Regresó a la habitación de sus padres, donde inicialmente no les había encontrado. Y allí, tirada en el suelo, al otro lado de la cama, estaba su madre. Para haceros la fotografía de la escena lo más clara posible, digamos que lo que primero se ve en esta habitación es la cama en posición horizontal, el cabecero en su parte derecha, por lo que la zona más visible es la parte de los pies. Es detrás de esa parte de la cama donde se podía ver la cabeza de su madre.

El cuerpo, hacia la derecha de la habitación, estaba tapado por la cama. Otra de las cosas que se ve desde la puerta es la ventana. En ese momento las cortinas estaban ligeramente abiertas, por lo que entraba algo de luz. Suponiendo que en el momento en el que Marty pasó por primera vez por ahí, fuera de noche, había un foco de luz en esa habitación.

La televisión que colgaba allí.