
Descripción de WurlitzerFlash: Birdland y el bullpen 2v5r35
Hola, patrocinadores. Aquí tenéis un nuevo flash, ya sabéis, audios en los que le doy una pensada a algo que se me ha cruzado por el camino y que acaba siendo objeto de alguna reflexión o pregunta lanzada al viento. En este caso vamos a conocer un poquito la historia de uno de los clubes legendarios del Be Bop y el Hard Bop, el Birdland. Y mas concretamente, una zona de esta sala de conciertos. Gracias por vuestro apoyo. 41241
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hola, queridos patrocinadores.
En Nueva York lo llamaban la esquina del jazz del mundo.
El Burland abrió sus puertas en diciembre de 1949, en el sódano del 1678 de Broadway, casi haciendo esquina con la calle 52, que por aquel momento vivía su época dorada, repleta de rincones iluminados por bombillas de tungsteno que enmarcaban nombres de ensueño para los aficionados al jazz.
Por aquel entonces los cinco grandes escenarios se los repartían.
El Village Vanguard, fundado por Max Gordon y situado en el Greenwich Village, su escenario mezclaba recitales de poesía, música folk y monólogos cómicos, pero a partir del año 1940 empezó a acoger jam sessions de jazz.
El Vanguard se hizo además famoso por el silencio sagrado.
Lorraine Gordon, su dueña, decía que su local tenía más reglas de silencio que cualquier biblioteca pública de Nueva York.
En el Hotel Cecil, Henry Minton abrió el escenario que se consolidó como la cuna del Bebop, el Minton's Playhouse.
Allí fue donde se organizaron las jam sessions clandestinas que de madrugada juntaban a Thelonious Monk, Kenny Clarke, Charlie Christian, Dizzy Gillespie y Charlie Parker, entre otros músicos que se daban cita en sesiones en las que se forjó el nuevo lenguaje del jazz moderno.
Lo normal era que en el Minton's los camareros tuvieran que apagar las luces para intentar echar a los músicos del escenario que seguían, imperturbables, imaginando un nuevo futuro para sus instrumentos y para su música.
También estaba el Clarke's Monroe's Uptown House.
Antes conocido como el Barron's Club, junto con el Minton's fue otro de los templos iniciales del bebop, con Billie Holiday como residente en 1937 y con un Charlie Parker que empezó a hacerse hueco en su escenario a principios de los años 40.
Parker iba a ser uno de los habituales en todo este circuito.
El cuarto y no en orden de importancia fue el Café Society de Barney Josephson, el primer club no segregado de Estados Unidos, incluso ganándole la partida al Savoy Ballroom, donde el público compartía mesa y escenario sin importar su raza, una política que además generó tantos escándalos como elogios en la prensa progresista de la época.
Su escenario acogió el talento de Billie Holiday, Big Joe Turner, Sarah Vaughan, Lena Horne, entre otros muchos artistas.
Y por último estaba el legendario Free Dues, situado en la llamada Calle del Swing, la 72 oeste con la 52, el corazón de la escena de los clubes de jazz donde la clientela pasaba de un local a otro hasta el amanecer sin pagar más de una entrada.
En el Free Dues se grabaron algunos de los directos fundamentales del bebop con Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Max Roach, Charles Mingus o Art Tatum como músicos habituales de aquellas tablas.
Como veis, no le faltaba competencia al Burland, pero apareció además en el momento perfecto.
La maquinaria del nuevo jazz ya estaba engrasada y dispuesta para atraer a todos, a propios y extraños, con un reclamo alto y claro.
La noche de su inauguración fue Charlie Parker quien se subió a aquel escenario.
Un escenario, por otro lado, absolutamente legendario, con ese telón de fondo que más bien parecía el de una heladería.
No podía ser otro más que Charlie Parker, Bird, quien realizase ese primer vuelo ya que la propia sala hacía un guiño a su leyenda.
Y ahí estaba el icónico maestro de ceremonias, Pee Wee Marquit, apenas un metro veinte de estatura pero famoso por su labia y por pronunciar deliberadamente mal los nombres de los músicos que no le dejaban propina tras sus magníficas presentaciones.
Y no presentó a pocos.
La orquesta residente fue la de Con Basie, de manera habitual, pero por allí pasaron los combos de Dizzy Gillespie, Thelonious Monk, Miles Davis, Bud Powell, Stan Getz o Lester Young.
Se realizaban emisiones de radio en directo, con Symphony Sheet emitiendo para la WJZ, a veces a nivel nacional y con la ayuda de Leonard Fieder como invitado, uno de los hombres que escribió muchas de las reseñas que aparecieron en las carátulas de los álbumes de aquella época.
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