
La Verea - Capítulo 28 - El refugio de unas manos cálidas 2h757
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Hemos vuelto con nuestro podcast, La Verea. En la editorial os cuento algo muy íntimo y personal: El recuerdo del día que se marchó mi padre. Hablamos con Manu Anguita, corredor por montaña sin sponsors que hizo un meritorio 8º puesto en UTMB. También echamos un rato de charla con Cristina Salazar hablando de la importancia de cuidar nuestra salud como deportistas. El amigo Fran Viegas nos acerca un poco más la carrera de CxM Sierra Blanca y por último, Javier Martín Losada, nos cuenta su aventura en la Suiss Peaks 660. ¡¡El capítulo lo tiene todo para que eches un buen rato y lo compartas con la gente que quieres!! 4i6e1
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Sí la vereda el podcast que suena desde el filo de un arroyo hay una sensación indestructible y absolutamente todopoderosa extrañar echar en falta a echar de menos sentir ese vacío interior que te hace la puñeta te desata y no te deja posar los pies en las cómodas zapatillas de estar en casa que son la presencia de la gente o las cosas que amamos qué fácil es echar de menos cuando se ama qué cosa tan natural y de las mil formas de echar de menos hay una común a ti y a mí un formato de extrañar que tenemos todos o la mayoría de los que escuchamos la verea y es que todos alguna vez hemos echado de menos subir una cumbre una montaña pues hace mil que no subo al torrecilla y tengo unas ganas o aquello de qué ganitas tengo de subir al carbón negro o al silbo o a siete picos o al veleta o al orco echar de menos podría ser un deporte olímpico para la humanidad es un motor que devuelve a la mente a sitios en los que quisiéramos estar es la reacción química a través de la cual nuestro cerebro determina que queremos ser estar o aparecer aquí o allí echar de menos una voz echar de menos unas manos echar de menos una canción que tararea alguien que ya no está lo ponemos en práctica cada puñetero día si yo te dijese ahora mismo que me dijeras el nombre de una persona que eches de menos sólo tendríais que abrir tu boca impulsar hacía tus cuerdas vocales una brizna de tu aliento y probablemente saldría el nombre de la persona que echas de menos pruebas anda piensa su nombre y dilo bajito papá yo creo que diría ese nombre el nombre de perico guerrero el de mi padre el que se fue porque había que irse el que se fue de viejo era febrero y era dos mil diecisiete aquel sábado por la tarde descargue las maletas del coche porque fui a verle a su casa y ya no hablaba solo miraba miraba con ojos de despedida miraba con ojos de echar de menos mi madre me dijo hijo vete que es trabajo y estamos aquí todos cargan las maletas otra vez y a trabajar que pase lo que tenga que pasar me monté en el coche aparqué cerca del puerto algeciras y fuimos a sacar las tarjetas de embarque que nos llevarían a cristina y a mí a ceuta para hacer la anguera street trank una carrerita sonó el teléfono y era la voz de mi sobrino por entonces estudiante de enfermería pásame a cristina pedro me dijo hubo un silencio largo de cristina y hablaron de pulsos de tensión es de color de piel de pupilas y a mí se me enredó el mundo en la gorrita y ya no cabían en aquel vestíbulo diáfano del puerto a pocos metros de embarcar esperad a que venga el médico pero sí seguro miguelito lo siento mucho eso dijo christy me miró me abrazó y me dijo cito acaba de morir tu padre vamos de vuelta para ronda volvíamos por la carretera del genal a una casa un poquito más vacía que cuando nos fuimos y en ese tránsito yo ya sentía que echaba de menos a mi padre el tacto de sus manos cal dientes en el salón donde pusimos su cama fue el último recuerdo vivo que conservo de él y te cuento esto porque según subía por aquella carretera la favorita de mi padre pensaba si había hecho bien o mal en irme de casa a trabajar en una carrera sabiendo que su final estaba más o menos cerca y al final de tanto pensar y de ser su hijo termine pensando en aquello que tantas veces me decía el trabajo en el trabajo y que poner los cinco sentidos niño y a trabajar hay que ir supe que mi padre estaría orgulloso de verme camino de mi trabajo porque su camino estaba escrito y echó de menos a perico mucho más de lo que me imaginé que fuese a echarle de menos
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