Vecinos que conviven con aterradoras criaturas - Misterios cotidianos desde el Ateneo T7 E22 3o6er

Pues eso, bienvenidos a Misterios Cotidianos .

No, este no es , este es en abierto.

No es la primera vez que te pasa.

No, bienvenidos a Misterios Cotidianos.

Ahora habrá alguno...

Para la gente que hay aquí es .

Para los que han venido de público es .

Pero es verdad que a lo mejor alguien está en YouTube diciéndole que es un y luego ha dicho que es el gilipollas.

Tenías que haberte callado, que se escuche en un programa normal pensando que es .

Se parece muchísimo en duración y en todo.

Bienvenidos a Misterios Cotidianos.

Gracias a los que habéis venido de público.

Es la última grabación en la Ateneo.

Gracias a los que habéis venido en anteriores y gracias a los que nos estáis escuchando.

No es el último programa de la temporada.

Pero sí el último aquí.

Queda uno, pero sí es el último en la biblioteca de la Ateneo.

Me hace gracia, me has hecho una mirada.

Es que yo, según has empezado...

Porque es un poco reunión de trabajo también.

Lo he pensado.

No hemos hablado nada de qué vamos a decir, nada, nada.

Has hecho miética de...

No es el último de la temporada, he hecho yo...

O sea, hemos tenido una reunión de trabajo en directo.

De esto no lo hemos hablado.

Hemos hablado aquí y ahora, que no es el último de la temporada.

Pero sí el último aquí.

Y nada, no lo he dicho porque ahora tenga un mensaje ni un discurso.

Simplemente estaba ganando tiempo para decir hola.

Ya está. Pero podemos empezar, realmente.

¿Tienes porfolio? Tengo porfolio.

¿Ah, sí? Sí.

Tengo porfolio. Yo nada, ¿eh? Además, dos veces.

¿Dos distintos o el mismo dos veces? No, el mismo, el mismo.

Hay un gato en mi casa.

¿Un? Se ha colado un gato.

Hay un gato.

Pero ya se te había colado el de los vecinos, ¿no? Sí, se cuelan. Los putos gatos se meten en mi casa.

El otro día voy a la cocina y veo a un gato en la ventana.

Digo, me cago en la leche puta. Y entonces se va.

Y nada, digo...

Y luego vuelvo a entrar en la cocina y digo, el puto gato.

¿En la misma postura, en el mismo lado? En el mismo lado.

En el mismo lado.

Pero no en la misma postura.

No en la misma postura.

Estaba tal vez...

Pero era cuando yo entraba, de repente se incorporaba y era, venga, me voy.

Una chaqueta.

Fuera, ¿eh? Fuera.

Te has dejado una chaqueta fuera.

¿Tú mismo en el reflejo? No. ¿Qué? Un paraguas apoyado en la ventana negro.

Hacía aire y cada vez que hacía aire levantaba así un poco rápido y a mí se me olvida que he dejado el paraguas encima de la repisa de la ventana.

Entonces, no sé por qué, pero me ha pasado...

Toda esta semana he estado así.

Porque no lo he movido de sitio.

Y no eres capaz de cambiar el paraguas.

No, no, no me apetecía cambiar de sitio el paraguas porque me resulta cómodo tenerlo ahí.

Y entonces, cada vez que entraba a la cocina, era el puto gato.

Era el puto gato y ya no el paraguas.

Entonces, he estado toda la puta semana, ¿eh? Toda la semana.

Eh... Yo he tenido un portfolio hoy.

No, no, ayer, pero...

No lo iba a contar, pero sí lo voy a contar.

Es que no tiene resolución.

Vale.

O sea, en realidad, casi es paraíquer, ¿eh? Porque estaba en casa, solo con la niña, y estaba de pie en el salón y me tocó por detrás.

Y me giré para decirle, dime.

Y me di cuenta que no estaba.

La niña estaba, tiene como una... No sé cómo se llama.

Como una casita de tela en la que se mete a jugar.

Casita de tela se llama.

No, tiene un nombre.

Tiene un nombre. Alguien tiene que saberlo.

Tiene un nombre como de mueble de Ikea.

Bueno, casi truquín...

No.

Casi truquín telum.

Bueno, noté cómo me tocaba la niña, pero la niña estaba dentro de la casa.

Vale.

Que no hay resolución, es esto.

Ah.

Por eso he dicho que es paraíquer.

Vale, vale, vale.

O sea, que notaste una patadica y no había nadie.

Como alguien me daba un tironcito.

Si alguien quiere resolver.

Vale.

No, si no hay resolución, nadie puede resolver, porque no tenemos la versión correcta de eso.

¿No será que te habrás pisado el pantalón con el talón? Puede ser cualquier cosa, claro.

Que tuvieras algo en el sofá y...

Ojalá Iker diciéndole eso a los invitados.

O sea...

Pues te da algo de miedo.

Ojalá llegue uno diciendo...

Y entonces los cuadros se movían.

Bueno, puede ser cualquier cosa.

O sea, por favor.

Yo hasta que no venga el diablo, te agarre del cuello y te meta un dedo por el culo y me lo grabes en vídeo, es que puede ser cualquier cosa.

Sí, eso es.

Si no tienes una explicación tuya, ¿qué quieres que te diga? No.

Vale, vale.

No sé, no voy a aplicar nada.

Igual tienes un fantasma.

Yo es que quiero que empecemos.

Tengo cosas...

O sea, que quieres ir directo.

Sí. ¿Quieres empezar tú? ¿Qué quieres que hagamos? Venga, te veo tan convencido.

Es que yo hoy tengo caos.

Tengo caos.

Tengo una cosa que es mucho caos, pero no quiero empezar con ella.

Porque a lo mejor es denso.

Vale.

Luego tengo una...

Bueno, dale, tú dale.

Vale, yo tengo una y además, como he arrancado contando mi porfolio de gato, me viene bien arrancar con esto, que además lo comentábamos antes de empezar a grabar.

Nos lo ha enviado Aurora Martínez, que está aquí con nosotros en el programa.

¿En qué otro sitio? Claro.

Y lo ha llamado...

Me he dado cuenta que está aquí con nosotros.

Claro, si ya has dicho que está aquí, gilipollas.

Bueno, el gato...

El gato...

Me va a costar...

Lo has dicho en el premio.