
El valor del miedo - Relato completo Warhammer 40000 5b1n32
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Saludos cultistas, el día de hoy vamos con un relato de Warhammer 40.000 titulado El valor del miedo de la Guardia del Cuerpo.
En este relato la Guardia del Cuerpo bajo el mando de Korax sigue reuniendo a todos los leales y líder bajo su estandarte decididos a luchar contra Horus y sus herejes en la pesadilla industrial de la subcolmena.
La 19ª legión recibe una lección de tácticas de terror de los aliados más inesperados, los amos de la noche. Chipera Master nos ha pedido un relato de la Guardia del Cuerpo el cual esperamos que te guste. Asimismo quiero recordar que Agustín Brasesco nos pidió un relato de las hermanas del silencio el cual estamos grabando pero es un poco más extenso lo traeremos próximamente Espero que os guste.
El zumbido de la unidad de reciclado atmosférico enmascaraba el leve sonido que emitía la servoarmadura del sargento Ashel.
Este se deslizó sigilosamente sobre la grúa para alcanzar una posición mejor desde la que observar el punto de encuentro de los rebeldes.
Mientras preparaba su volter comprobó las sombras proyectadas por los inmensos cilindros de filtrado. No logró ver nada, lo que era bueno pues el resto de su escuadra estaba postada allí a escasos metros de donde se reunirían los traidores.
Las pisadas de dos docenas de pasos lo alertaron de que los objetivos se aproximaban.
Dio un último vistazo a sus alrededores para asegurarse de que había tenido en cuenta todas las fuentes de luz. Estaba envuelto en la negrura.
Las instalaciones medioinventales bajo las colmenas eran un terreno de caza perfecto.
La oscuridad abundaba, cada túnel remachado de decenas de oquedades.
Tras cuatro días de estudio habían localizado los puntos débiles en el perímetro enemigo.
Meticulosamente, Asel y sus guerreros se habían infiltrado en la zona de operaciones, identificados los emplazamientos de las armas, las hutas de evasión, las vías de emboscadas y los cuellos de botella que el enemigo podía emplear. Y los habían iludido todos.
Por medio de un infiltrado en las filas de los traidores, la Guardia del Cuervo sabía que había una reunión que iba a tener lugar entre el jefe de los rebeldes y su proveedor de armas.
Las presas iban fuertemente armadas. Cada uno lucía en la mejilla el tatuaje de la cabeza de una serpiente.
Matones, convertidos en rebeldes por la manipulación de la Legión Alpha.
Lord Korax había insistido en que el levantamiento de Felderus debía sofocarse inmediatamente y había decidido dirigir personalmente el destacamento enviado para ello.
El rumor de un motor anunció la llegada del traficante de armas.
Montaba un trike con el que arrastraba un remolque blindado.
Las armas debían de estar dentro, robadas de un almacén de la Guardia dos días antes.
Montado en el remolque iba un guardaespaldas monstruoso, con dos prominentes colmillos, un brutal mazo en una mano y una escopeta en la otra.
El plan era simple pero efectivo.
Matar a los rebeldes y su suministrador de armas.
Y avanzar hasta su base eliminando toda resistencia de manera metódica y controlada.
Asel susurró la clave que daría comienzo al ataque.
Ataque de sombras.
Inmediatamente abrió fuego, alcanzando con un proyectil de su volta el ojo del ogre.
Este cayó de espaldas, con el cerebro convertido en pulpo, pero de alguna manera sus densos huesos craneales lograron contener la detonación.
Los proyectiles se entrecruzaron como una malla borrosa en el espacio entre los dos disipadores de calor de la unidad atmosférica y los conductos de refrigerante.
El único otro sonido que se oyó fue el de los gritos de pánico y de dolor de los rebeldes, con la cadencia de la munición que les atravesaba en la carne.
Los supervivientes de la primera andanada comenzaron a acribillar sus inmediaciones con fusiles de repetición y rifles láser.
El traficante desenfundó una pistola de plasma ridículamente fuerte.
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