Valencia Nos Une 25-03-25 1h1k65

¿Por qué destacar lo que nos separa? Mejor abracemos lo que nos une. Aquí comienza Valencia nos une, un programa de Ramiro Solanes y Tono Fagoaga. Porque Valencia nos une.

Buenas tardes a todos. Hoy se cumple contra todo pronóstico un programa más en nuestro azaroso deambular por el mundo de las redes de comunicación, que esperamos sea de vuestro agrado. Siempre reconocidos y apreciados radioyentes. En esta fecha del año del señor, de 25 de marzo, os dirige la palabra Ramiro Solanes, convencido de mantener el interés que el reporte que os trasladamos mantiene viva vuestra atención y el interés por las cuitas más atractivas de nuestra amadísima ciudad.

Nuestro programa de hoy contará de un editorial que nos revelará a nuestro ilustre Tono Fagoaga, poniendo el punto sobre la I en la denuncia de las quejas sensatas y razonables de quien ama y lleva las fallas en lo más adentro de su ser como un estandarte de nuestra singularidad particular. Recordar algo que es importante y que es la premisa de nuestro programa. Valencia nos une.

A luego después, que dicen con gran orgullo nuestros vecinos los manchegos, avisados cazadores de las frías tierras de la meseta, tendremos una entrevista con el alcalde de Alberic, Toño Carratalá, tierra del Mojicón y del Panquemao, quien nos dará buena cuenta de las cuitas de su ciudad. Y para cerrar tan apetitoso menú, nuestra sección noticias, en las que se debatirán aquellos fechos que con la mayor de las relevancias que nos incomodan afectan en nuestro deambular por la faz de la sin par tierra que habitamos.

Con todos ustedes, el inmarcesible e inagualable Tono Fagoaga. Se lo voy a decir en inglés para que el personal vea que dominamos los idiomas y tenemos estudios. Adébula parol, Tono Fagoaga.

¡Ostras, Pedrín! Buenas tardes, ¿qué tal, cómo estamos? Ha venido Pretórico, eh, Ramiro.

Las fallas.

Las fallas es lo que tiene, eh. Ha venido aquí Pretórico.

¡Alepsia, falles! Bueno, pues mira, hablando de fallas, hoy sería un buen día para hacer el resumen de esa lluviosa semana fallera. El mismo ayuntamiento de Valencia ha publicado un balance afirmando que las fallas del 2025 destacan por la normalidad y el civismo, con sólo 240 incidencias menos que el año pasado y 1.205 menos que en el 2023. Menuda mentira nos ha comido la alcaldesa.

No tiene cuenta la inacción policial en muchos rincones, donde no ha habido especial vigilancia ni persecución, de zonas que se han convertido en auténticos cohetódromos. Y no estoy hablando de barrios periféricos, no, no, no. Estoy hablando ni más ni menos que de la Plaza de la Reina. La Plaza de la Reina se convirtió en un cohetódromo.

La gente no podía ni pasar y los que vivimos allí, pues teníamos, sufríamos el atractivo pirotécnico que suponía el que niños tirando masclets, mayores tirando verdaderas bombas. O sea, fue algo verdaderamente caótico. Y menos mal que hayan días de lluvia. Y algo que habrá actuado como elemento disuasorio y ha evitado que más gente dispuesta a hacer el gamberro. Cabe decir que la mayoría de los valencianos queremos fallas sí o sí, pero lo que no queremos es el incivismo por completo.

Masificación. Poniendo, por ejemplo, el día 15, la nieve de la planta fue verdaderamente caótica.