Torrente de Palabras, 28 de marzo de 2025 6m1q1m

Hola, hola a todos. Bueno, esta tarde ya es primavera. No como el otro día, yo me empeñaba.

Claro, y yo por eso, como no me acompañaba el tiempo, pues se me pasó que la semana pasada, ya os lo dije, se me pasó que era el día de la poesía, que había empezado la primavera, yo estaba muy desubicada. Entonces, bueno, pues hoy os traigo, hoy os traigo primavera y hoy os traigo poesía.

Ah, vale, vale, genial.

Rebeca, ¿tú conoces a una tal señora que se llama Lucila Godoy Alcayaga? No, pero me parece a mí que me vas a dar una sorpresa.

Vale, pues eso, bueno, si te digo claro que Gabriela Mistral...

Ahora sí.

Ahora sí, ahora sí, claro. Pues, a ver, Gabriela Mistral nació en Vicuña, en Chile, el 7 de abril de 1889. Murió en Nueva York el 10 de enero de 1957. Bueno, Gabriela Mistral es una mujer polifacética a tope, a ver, poetisa, diplomática, profesora, pedagoga.

Por su trabajo poético recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945, un Nobel que significó un reconocimiento no solo de su producción poética, sino a la labor literaria y social de la mujer latinoamericana, que había dedicado su vida a la difusión de la cultura y a la lucha por la justicia social y los derechos humanos.

Nacida en una familia de recursos modestos, Gabriela Mistral trabajó como profesora en diversas escuelas y se convirtió en una importante pensadora respecto al rol de la educación pública, llegando a participar en la reforma del sistema educativo mexicano. Allí prepara un libro de lectura para mujeres y se enrola en trabajos de enseñanza rural e indígena, donde da total importancia a la lectura tanto en su modalidad silenciosa en la biblioteca como en su modalidad colectiva en la aldea.

Gabriela Mistral creyó en la educación, en la protección de la infancia, en la justicia social de los humildes. Luchó contra los prejuicios sociales y a favor de las reformas del régimen carcelario, las condiciones de vida y trabajo de los mineros, las mujeres y los campesinos. Creía en la enseñanza al aire libre, en la importancia de crear comunidad entre el alumnado, las madres y los obreros. Abogaba por un equilibrio entre la cultura europea y mexicana, promovía el uso de las artes en el aula y apostaba por un concepto religioso de la educación como vía para acercarse a Dios.

La concepción que tenía sobre la educación fue fundamental en su escritura. Pensaba que la tarea principal de los intelectuales era contribuir a la construcción de una sociedad mejor y más justa. A partir de la década de 1920 trabajó como cónsul y representante en organismos internacionales en América y en Europa, por lo que visitó y residió en varios países. El poema que os he traído hoy es muy sencillito. Es un poema sencillo.

Yo pienso que a lo mejor lo hizo pensando en esa faceta suya de escribir para niños.

Puede que sí o puede que no, porque la verdad es que luego lo escucharéis. Sobre todo he traído, más que por el poema en sí, era porque me apetecía hacer un acercamiento a esta mujer que me parece que fue una gran mujer en su tiempo y que nos ha dejado mucho legado. Este poema está escrito en versos hexasílabos, de seis sílabas, con rima consonante que le da una gran musicalidad y que quiere transmitirnos la alegría que trae la primavera a nuestras vidas. Como no, tenemos que acompañar la música con el tercer movimiento de la primavera de Vivaldi.