Todo falso, ¿o no? - Crítica Exterritorial 1du2

¿Qué pasa pedazo de frikis? Hoy os traigo la crítica con spoilers de la peli Exterritorial. Me cuesta decir el título porque siempre digo extraterritorial y no es así, es Exterritorial. Pues para empezar a Exterritorial le doy 8 Nacho Stars y si queréis saber por qué, quedaos que ahora os lo cuento. Y para que os lo ubiquéis tenéis que saber que Exterritorial es una peli alemana.

Pues antes de empezar con la crítica vamos con las curiosidades que siempre os traigo varias sobre la peli. Una de ellas es que para crear una atmósfera más realista y más natural y fortalecer todo aún mejor se usaron localizaciones regales, o sea el edificio consular que se ve, que representa la embajada norteamericana, es un edificio consular de verdad de Frankfurt, Alemania.

Así que no es que hayan decorado un edificio y lo hayan hecho pasar por un edificio consular, no, no, es un edificio consular. La siguiente curiosidad es que para que las escenas de acción fueran más realistas se requirió un esfuerzo extra para, entre otras cosas, planificarlas mucho mejor, por lo que las consiguieron hacer mucho más realistas.

A ver, la siguiente curiosidad es que todo se ha rodado en Frankfurt, Alemania y en Viena, Austria. Y para acabar, las curiosidades es que toda la producción, toda, duró 42 días, regrabaciones incluidas. Regrabaciones que significa que alguna escena o algún detalle se ha tenido que volver a grabar. Bueno, y aquí va una curiosidad extra que me he acordado que es que la he querido separar porque no tiene que ver con la peli, pero sí con uno de los actores que aparece en la peli.

Y es que Dougray Scott, que interpreta a uno de los agentes del consular, o sea, de la majada norteamericana, hace tiempo... o sea, iba a ser lobezno. Dougray Scott iba a ser lobezno, de hecho, hizo el casting y lo ficharon. ¿Qué pasa? Que el día de la peli, de inicio del rodaje, cogió una fiebre tan grande que no pudo ir y lo sustituyó el actor que quedó segundo en el casting, Hugh Jackman. O sea, tenemos a Hugh Jackman como lobezno gracias a una fiebre.

Bueno, y dichas las curiosidades y las 8 Nachostars, pasemos a la crítica. Y es que la premisa del guión es simple pero expuesta de tal forma que adquiere una potencia incalculable, jugando con la mente del espectador, de un modo tan brillante que la inmersión y la apetización aumentan desencadenando, literalmente, que te metes dentro de la cabeza del personaje de Sarah Woolf.

Es que se dice Wulf, pero se pronuncia Wulf, o sea, W-U-L-F. Y ves todo desde sus ojos. O sea, literalmente, los ojos y la mente de Sarah Woolf son los tuyos. Con lo que estás viviendo la historia desde dentro. Sientes lo mismo que Sarah. Ves lo mismo que Sarah. Sientes lo mismo que Sarah. Eres Sarah. Lo que me lleva a la ejecución de la narrativa y la puesta en escena, que es magistral.

Y te dirás, Nacho, ¿por qué? Porque, aparte de que te involucres tanto mental como emocionalmente, desde el primer segundo, es que tiene un mini ataque de tartamudez que me ha atascado, al estilo demoledor, es decir, que lo hace desde el primer segundo y de un estilo demoledor. Y te puedo garantizar que conseguir esto tan fuerte y tan rápido, para nada es trabajo fácil.

Y sé de lo que hablo al contrario que mucha gente. Pues, aparte de todo esto, a medida que va transcurriendo la trama, el nivel de implicación se va elevando hasta tales niveles tan exorbitados que, como he dicho antes, te transformas por completo en el personaje protagonista. Haciéndote creer que los conflictos de Sarah son los tuyos.

Y que lo que la trama, la aventura y todo, te está pasando a ti. Y es que te hacen dudar.

Porque a la prestadora protagonista le hacen creer, a la peli Fracture con Sam Worthington, le hacen creer de que ella ha llegado a consolado con su hijo, pero le hacen creer que nunca vino con su hijo. Spoiler, sí vino con su hijo, pero nunca vino con su hijo.