Tiempos y Procesos - 24/05/25 47172z

Le decía que el sábado pasado estuvimos hablando acerca de pactos, propósitos y promesas, con una frase que me quedó a mí dando vueltas toda la semana, que hasta me ha generado un amigo involuntario, y también me ha generado un pesado que me sigue.

Es decir, viste como cuando el perro te sigue por todos lados.

Por esa frase de el pacto sostiene la promesa, se me levantó un teólogo por ahí diciendo que el único pacto es el pacto de sangre, y bla, bla, bla.

¿Para qué opinas si escuchas toda la predica? Que el pacto es el propósito, y que el propósito, cuando nosotros estamos en el propósito del Señor, o sea, recibimos una palabra, o recibimos un don, con ese don una función, un ministerio, una actividad, todos hemos sido creados para algo.

No existe una persona sobre la tierra que no tenga un lugar y una función dada por Dios para ser ejecutada.

En lo que sea, a veces podemos llegar a creer que solamente se trata de cuestiones espirituales, ministeriales.

No, un propósito que puede estar abarcado en cualquier área de la vida, también en lo ministerial, también en lo espiritual, porque como una cebolla, lo que Dios tiene con nosotros tiene distintas capas, distintos niveles, donde nos movamos empieza a desarrollar.

A lo que voy con esto es que no existe una persona que no tenga una función para cumplir, no existe una persona que no tenga una razón de ser, que sea un paria de la vida y que esté buscando ahí diciendo ¿y yo qué hago? ¿qué botón toco? ¿qué me corresponde en la vida? A veces lo que nos falta es no conectar, no entender, no encontrar el camino, pero cuando empieza a rascar, en Dios es diez veces más fácil, cuando empieza a rascar un poquito ahí de lo que Dios nos habla, de lo que Dios puso, dice el libro de Efesios, que Él repartió dones, todos tenemos un don de parte del Señor, entonces con ese don que Él nos dio vino una habilidad, vino una capacidad para ser utilizada en lo que sea.

Desde lo profético, me voy al ministerio, que es el que más cierta ambición genera, todo el mundo en algún momento quiere o ser profeta o que un profeta le hable, hasta sencillamente la capacidad de barrer bien, hasta lo que me voy.

Todo eso es algo dado por Dios para ser utilizado, en un lugar, en un área, donde sea, y que esa utilización cumpla lo que Dios quiere con nosotros y se convierta en bendición.

Con esto le quiero decir también que muchas veces las habilidades que tenemos, me conecto con algo que estaba diciendo nadie en la istración, algunas habilidades que tenemos son las que Dios puso para que después de ellas nosotros seamos, no solamente edificados, sino que seamos enriquecidos, que nos podamos sostener, que no tengamos que estar dependiendo tal vez de los benditos horarios de trabajo que se viven ahora, que son prácticamente esclavizantes, si son turnos rotativos, peor todavía, sino que Dios nos ha dado habilidades para que cada uno pueda tener su propia beta, su propio camino por donde tener su ingreso, su negocio.

A mí me llamó mucho la atención un video de un chico de 20 años que decía, contaba él, decía, no vengo a venderle ningún curso de nada, porque hay una movida medio rara de un montón, perdón, de un montón de pibes más o menos de esa edad que empiezan a hacer cursos de finanzas sin entender nada, lo único que quieren hacer es venderte el curso para enriquecerse ellos.

Y este chico decía, no vengo a venderle ningún curso de nada, voy a explicarte que sin hacer tal y tal y tal cosa todos podemos ganar nuestro dinero.

Y empezó a contar y a compartir como sencillamente, habiendo comprado una vez una caja de alfajores, una caja de alfajores, el chico contaba, a partir de eso empezó a revender de a uno, ta, ta, ta, ta, ta, en las calles, en los negocios, en las estaciones de tren, arriba del tren, en los colectivos.

Claro, a veces nosotros queremos que venga la provisión sentaditos en casa con un aire acondicionado, o que pensamos que no nos da para tanto, como para hacer ese tipo de cosas.

Y que terminó actualmente, o sea, a eso iba, él contaba que ahora vende al por mayor por internet caja de alfajores. Uno dice, ¿cómo se le ocurrió eso? ¿Dónde la vio para hacer eso? Bueno, eso también es una habilidad, es un don que Dios nos da.

Digo, nadie hablaba de que Dios no te va a enviar el dinero, no te va a enviar la inteligencia y la capacidad para ver por dónde tenés que andar.

Dones que Dios nos da para ser utilizados para bendición personal y también para bendición del ministerio, del servicio a Dios.

Pero decía, el sábado pasado, sobre todo, que entonces cuando yo estoy cumpliendo lo que Dios me dio, eso garantiza el cumplimiento de la promesa.

Cuando yo camino en la dirección que Dios me pone, eso garantiza la promesa.