La Tercera Hora 08x32 u3s22

Damas y caballeros, amigos y amigas, esto es la tercera hora de Días Extraños. Bienvenidos.

Estamos en la puerta, estamos atravesando el umbral de una nueva edad de oro, de la tiranía.

Y no lo digo por los tiranos que ya están en el poder, o por aquellos que vislumbramos en el horizonte que quieren colocarse ahí. No, la tendencia es preocupante, la tendencia nos dice que esto va a ir a más. Y es que el tirano no es solo ese personaje de los libros de historia con bigote estrafalario y o uniforme militar. No, no, el tirano puede estar mucho más cerca de lo que pensamos.

Puede que incluso esté dentro de nosotros, agazapado, esperando su momento. ¿Os habéis preguntado alguna vez qué lleva a ciertas personas a desear el control absoluto sobre otras? Oye, es fascinante y aterrador a partes iguales, porque la mayoría simplemente queremos vivir tranquilos, amar, que nos amen. Pero existe esa minoría que anhela el poder por encima de todo.

Y lo curioso es que todos, y digo todos, albergamos un pequeño dictador interior. Es como esa aplicación que viene de fábrica en tu móvil que nunca usas, pero ahí está, ocupando espacio. La diferencia es que en algunos casos, bajo las circunstancias adecuadas, esa app se actualiza sola y comienza a tomar el control de todo el sistema.

Y lo digo sin juzgar, porque la historia nos ha demostrado una y otra vez cómo sociedades enteras pueden convertirse en cómplices de la tiranía. No solo el despota de turno, sino esa red de pequeños tiranos que lo sustentan, que encuentran en el caos la oportunidad perfecta para ejercer su propia cuota de poder. El rasgo definitorio de estas mentes es la falta total de empatía. Para ellos, controlar a otros es el juego perfecto, un puzzle intelectual.

Son virtuosos del miedo, doctorados cum laude en manipulación, te presentan falsos dilemas morales, del estilo, oye, ¿no estarás dispuesto a renunciar a un poquito de libertad por el bien común? Y antes de que te des cuenta, ya no tienes ninguna libertad que entregar, nada con lo que negociar. Así que cuidado, que vienen los tiranos. Comenzamos.

Vamos a empezar fuertecitos. Vamos a empezar con una historia donde se mezclan espionaje, poderes psíquicos y, por supuesto, uno de los artefactos más misteriosos de la historia sagrada.

Y no, no es una película de Indiana Jones, aunque Harrison Ford bien podría haber protagonizado este episodio real de nuestra historia, me atrevería a decir que reciente. En diciembre de 1988, cuando muchos se preparaban para las fiestas navideñas, en una habitación discreta de algún edificio gubernamental estadounidense, un hombre identificado simplemente como Visualizador 032 se concentraba en una misión peculiar, localizar, mediante sus supuestas capacidades psíquicas, el Arca de la Alianza, ese cofre sagrado donde, según la Biblia, estaban las tablas de los diez mandamientos. A los que siguieseis nuestro programa de hace unas semanas sobre espías psíquicos, todo esto no os parecerá tan descabellado, pero esperad a conocer toda la historia que tiene Miga. Eso sí, aunque mucha prensa lo está preguntando,