Teñidos de tinta - Hamburguesas irregulares y ballenas 6r3r5f

Ser migrante en Madrid es sobrevivir al frío, a los alquileres imposibles y las aplicaciones de delivery. Es un ejercicio diario de equilibrio entre las rotondas que Google Maps no entiende, clientes que te miran como si fueras invisible y las ganas de mandarlo todo al carajo para pedirte una cerveza. Manuel Pino Agudelo cuenta la historia de un colombiano que intenta pedalear su vida en una ciudad que lo empuja intensamente pero también lo abraza con su caos. Bienvenidos a Teñidos de Tinta, un nuevo podcast de Letrame.

Pasa, toma asiento y adéntrate con nosotros entre las páginas de Hamburguesas Irregulares y Ballenas, de la mano de su autor Manuel Pino Delgado, escritor colombiano con tres novelas publicadas. Además de escritor es melómano, es mochilero y ha viajado por América Latina como guitarrista callejero. Aunque ahora vive en Madrid, su ciudad natal, Santiago de Cali, sigue siendo una gran influencia en su obra. Manuel, muchas gracias por acompañarnos hoy. Cuéntanos, qué va a encontrar el lector en las páginas de tu libro? Bueno, el lector va a encontrar en las páginas de Hamburguesas Irregulares y Ballenas la historia de un raider.

Un raider es un repartidor de comida rápida y cada vez se vuelve más común ver a estos chicos en los paisajes urbanos que llevan mochilas de colores en la espalda y manejando bicicletas o algunos en moto, llevando pues domicilios de comida rápida. Entonces, y para empresas pues que son multinacionales, no que se manejan por por Internet y bajando pues una aplicación, etcétera. Entonces en España tenemos empresas como Globo, Uber Eats, Justit. En Latinoamérica está una muy conocida que es Rapid. Entonces es un raider colombiano inmigrante en Madrid, España, en la capital de España.

La particularidad es que lleva poco tiempo en Madrid, en España, y no tiene permiso de trabajo. Está en situación irregular. Entonces de alguna forma le toca le toca aquí alquilar cuentas a otras personas que si tienen los permisos para trabajar. Entonces, es decir, en la economía sumergida y en el mundo del reparto en España a veces o en muchas ocasiones toca suplantar a sus titulares para poder sobrevivir. Personas que tienen su permiso de trabajo, pero por X o Y motivo no quieren o no pueden trabajar esas cuentas y simplemente se las alquilan a personas que no pueden trabajar y que necesitan. Están en una situación de precariedad.

Entonces arreglan los porcentajes y es básicamente eso. Es un colombiano, digamos que al no tener ese permiso de trabajo y al pasar de cuenta a cuenta. Y le toca vivir, digamos que su su su ilegalidad, pero la vive montada en una bicicleta. Entonces es conocer Madrid también a través de los ojos de este repartidor.

Es acompañar a este repartidor en todas las aventuras que tiene día a día repartiendo hamburguesas, pizzas y deliveries por una ciudad cosmopolita como es Madrid. Entonces es por supuesto que para narrar estas situaciones precarias me valgo un lenguaje crudo. Entonces es una especie de realismo sucio, pero que no está exento también del humor.

Me gusta mucho manejar también humor, sarcasmo, humor negro y nada. Es básicamente eso. Es también conocer historias de otras de otros riders en situaciones más o menos similares, sobre todo venezolanos y gente de Bangladesh. Y nada, es eso. Es acompañar a este colombiano por todas sus aventuras. No en ningún momento estoy dando tips o una especie de consejos para para que para que se dedique el posible visitante de España a hacer repartos. Es mostrar toda la crudeza que tiene el hecho de dedicarse en esas circunstancias a hacer repartos en una ciudad como Madrid, con todo lo que implica no tener los permisos de trabajo. Entonces muestro toda la crudeza y toda la precariedad que se puede tener asumiendo esto.