El templo de las mil columnas 45t13

Hola amigos, una vez más en Radio Viajera, hablando desde nuestro programa Marcos Planet, en esta ocasión dedicado a la Córdoba Milenaria. Os vamos a contar el episodio 1 de esta experiencia mágica en la Milenaria Córdoba y su Templo de las Mil Columnas.

Se trata de la Mezquita de Córdoba, lugar sagrado para dos culturas muy diferentes, que se empezó a construir como mezquita ya por el año 785 por los conquistadores musulmanes, utilizando los materiales de la Basílica hispanorromana de San Vicente Mártir, ubicada en ese lugar. Vamos a hacer un poco de historia sobre la Milenaria Córdoba, aunque podríamos estar hablando horas y horas acerca del pasado prestigioso y extraordinario de la magnífica Córdoba Imperial.

Cuando conquistaron Córdoba los cristianos, los musulmanes practicaban su culto en la mezquita y una vez desalojado el Islam, los cristianos la reestructuraron para adaptarla a su credo. Edificaron así una catedral renacentista en sus naves centrales, siendo Hernán Ruiz el elegido, llamado el viejo y más tarde su hijo quienes llevaran a cabo las obras.

Esto afectaba al propio corazón de la mezquita. A pesar de la conversión en catedral, esta primera etapa como catedral cristiana apenas vio modificada su arquitectura con la creación de pequeñas capillas y nuevas tumbas, así como mobiliario cristiano.

Tras la conquista castellana de Córdoba en 1236, Fernando III de Castilla convirtió la mezquita en catedral y la dedicó a la Virgen María, sufriendo diversas alteraciones que acabarían configurando la actual catedral de Córdoba.

El minarete de la mezquita se convirtió en un campanario para la catedral, con pequeñas alteraciones como una cruz en la cima. Y poco a poco se fueron creando otras capillas en la periferia interior del edificio, todo ello a partir de los siguientes siglos. Siglos cargados de historia que no podemos menos que irar porque se trata de una exposición tan bella y de algo tan nuestro que nos llega a lo más profundo del alma.

El minarete de la mezquita se convirtió en un campanario para la catedral, con pequeñas alteraciones como una cruz en la cima. Y poco a poco se fueron creando otras capillas en la periferia interior del edificio, todo ello a partir de los siguientes siglos.