Te cuento… un día de pesca — Podcast de historias relajantes 2q1v1h

Te cuento un día de pesca en un pueblo pequeño costero donde las olas acarician suavemente la orilla y el sol se refleja en el agua como diamantes tan antes vivía un hombre que mediana militar llamado esteban su vida allí transcurría entre redes y anzuelos siempre en busca de la captura del día pero no era un pescador común esteban pescaba no por necesidad sino por la paz que le brindaba el mar un mar que susurraban leyendas de tiempos olvidados y ocultaba enigmas en sus profundidades una mañana mientras el cielo aún mostraba los tonos rosados y anaranjados del amanecer esteban preparó su pequeña embarcación de madera la cual tenía el nombre de esperanza tallado en su costado con un termo de café caliente y su equipo de pesca zarpó hacia su lugar favorito donde el agua profunda prometía peces de buen tamaño y luchadores se decía que ese lugar las aguas guardaban el secreto de un antiguo tesoro sumergido algo perdido en el tiempo y protegido por seres subacuáticos el mar estaba inusualmente tranquilo ese día y el único sonido era el suave murmullo del agua contra el casco de esperanza esteban lanzó su línea con una técnica perfecta y se sumió en la meditación en que le proporcionaba la espera el sol ascendía perezosamente y el agua parecía esconder secretos en sus serena superficie como si antiguas voces quisieran revelarse a través del susurro de las olas pasaron horas en las que el único compañero de esteban era el horizonte infinito de repente un movimiento sutil bajo las aguas captó su atención algo grande se movía con elegancia creando ondas que rompían la calma esteban ajustó su gorra y se preparó para lo que sabía que sería una batalla memorable se preguntaba si sería una criatura de las profundidades aquellas de las que los viejos marineros hablaban en sus historias llenas de respeto y temor la lucha fue larga y ardua el pez un gigante de escamas azules saltaba y se zambullía con una fuerza que desafiaban la habilidad de esteban pero con paciencia y respeto por su adversario mantuvo la tensión en la línea guiando el pez hacia la superficie con cada oportunidad la criatura parecía ser de otro mundo un ser que desafiaban las leyendas y que quizás era el guardián de aquellos misterios que el mar celosamente guardaba cuando finalmente el bec se rindió esteban lo atrajo hacia el bote al verlo de cerca quedó sin aliento ante la belleza del ser que tenía ante sí el pez era de un azul profundo y brillante con destellos de luz