T5. E2 Fantasmas en los teatros de Madrid. 3e1e5u

Madrid punto cero, historias detrás de la historia, un podcast de Ana Lidón Sánchez.

Hola amigos, cuando se acaba una función de teatro y la sala queda en silencio, pueden ocurrir fenómenos extraños que ponen los pelos de punta. Puertas que se abren solas, sombras por los pasillos o luces que se encienden y se apagan cuando nadie lo espera.

Técnicos y vigilantes de seguridad son testigos de estos hechos inexplicables que se producen entre las paredes de los teatros de Madrid. También los actores, unos y otros hablan de objetos que cambian de lugar, alteraciones de la temperatura, susurros y pasos en la oscuridad. Las leyendas rodean a estos edificios cargados de historias en cuya memoria se acumulan noches de éxito y tragedias. Son los fantasmas de los teatros.

Hoy en el podcast Madrid punto cero hablaremos de algunos de ellos, los que al parecer han decidido quedarse para siempre en el Lara, el Español, el Eslava y el Infanta Isabel.

Al teatro Lara se le conoce como la bombonera de don Cándido. ¿Y os preguntaréis por qué? Cándido Lara era un carnicero amante de las artes escénicas que se embarcó en la construcción del teatro y le dio su nombre. Esto ocurrió en 1880 cuando reinaba el rey Alfonso XII en España. El teatro se construyó muy cerca de la Gran Vía, en la Corredera Baja de San Pablo. Era de pequeño tamaño. El aforo actual es de 460 personas y por su forma parecía una bombonera.

Siempre fue muy coqueto, con un salón de entrada adornado con columnas de fundición y un estilo francés muy del gusto de la época. En el teatro Lara se reunía un público selecto a disfrutar de todo tipo de obras. El estreno de Los intereses creados de Jacinto Benavente se produjo ahí, lo mismo que El amor brujo de Manuel de Falla. Fue un escenario muy apreciado por directores y actores de éxito.

Una de las mujeres que dejó huella en el Lara fue Lola Menbrívez, que era actriz dramática y tonadillera. Nació en Argentina, aunque era hija de emigrantes españoles. Fue amiga de Federico García Lorca y una de las actrices del teatro más aclamadas durante años. Tanto disfrutaba en el escenario que nunca lo abandonó. O eso dice la leyenda que ha puesto nombre al fantasma del teatro Lara. Trabajadores y actores coinciden en haber escuchado una voz de mujer en el antiguo camerino de Lola Menbrívez cuando el teatro estaba vacío. También aseguran sentir presencias y luces que se encienden y apagan sin motivo.

El fantasma no se queda quieto. Entre función y función se han producido apariciones por los pasillos, en su pasadizo secreto y en el palco, un lugar que prefieren no pisar porque sienten escalofríos. En Madrid tenemos el teatro más antiguo del mundo en cuanto a representaciones se refiere. Es el Teatro Español, que ofreció su primera función en el siglo XVI. Primero se llamó Corral del Príncipe, luego pasó a ser Coliseo del Príncipe, más tarde Teatro Nacional y en época de la reina Isabel II, en 1849, se le dio el nombre actual.

El Teatro Español sufrió un pavoroso incendio a principios del siglo XIX del que sólo se salvó la estructura exterior. Fue el arquitecto Juan de Villanueva quien recibió el encargo de reconstruirlo.