T12. Episodio 12: Sergio Vázquez. 385x1u

Hola, bienvenido a Lengua. Conversaciones con Jorge Velázquez.

Antes de escuchar la entrevista del día de hoy, me gustaría comentarte algo. A nadie nos gusta sufrir, a nadie nos gusta el dolor. Puede que sea un infierno, pero también es una oportunidad para crecer, para renacer y para encontrar nuestro camino hacia la autoaceptación y el amor propio. Este y muchos otros mensajes los puedes encontrar en el libro Dolor Maestro de Vida de nuestra amiga Lourdes Ruan, a quien ya hemos entrevistado en este podcast. El libro lo tienes disponible en Amazon.com, te lo envían a cualquier rincón del planeta.

Una gran recomendación de este nuestro podcast Lengua. Recuerda, el libro se llama Dolor Maestro de Vida de Lourdes Ruan. Hola, bienvenido a un nuevo episodio de Lengua.

Como siempre, hoy tenemos a alguien muy interesante que charlando antes de la entrevista me ha dicho Jorge, yo es que no soy una persona interesante. Si al final de la entrevista ves que esto no sirve, bórralo. No lo saques, no lo publiques porque igual la gente bosteza, se aburre o dice que coñazo de tío. No sé, pero yo creo que esta va a ser una entrevista interesante.

Sergio, buenos días. ¿Cómo estás? Buenos días, Jorge. ¿Qué tal estás? Pues nada, lo mantengo. ¿En serio? A posterior también. La verdad que he encantado de que me hayas ado para hacer esto, una experiencia nueva. Hombre, eres una persona súper joven, director y te está yendo muy bien. No cualquier persona de tu edad está dirigiendo. Corríjame si me equivoco, ¿es una fila armónica o una orquesta? Estamos en un proyecto, estamos creciendo como tal.

Empezó como orquesta clásica, pero con los años se ha ido avanzando, entonces hemos ido también actualizando. Ok, pero entonces sácame de la ignorancia y seguramente gente que nos escucha dirá, bueno, ¿y cuál es la diferencia entre una orquesta y una fila armónica? Pues la fila armónica al final es básicamente el número de instrumentistas, sobre todo, que tienen muchos más músicos. Ok, bueno, Sergio, no lo hemos dicho, tú vives en España, naciste en Oviedo y eres el director, a ver si esto no lo digo mal, de la Joven Orquesta Clásica de Arreondas.

Empezó como tal, luego evolucionó a Orquesta Clásica de Arreondas Asturias y ahora actualmente es la fila armónica del norte de España. Esa es la historia, claro, porque aparecían muchos nombres en internet, pero es la misma, ¿por qué tiene tantos nombres? Porque empezó realmente, los inicios fueron muy bajos.

Empecé con un coro con el que al final hice unos conciertos y fui poniendo pocos músicos, amigos sobre todo de instrumentistas, compañeros de conservatorio, entonces empezamos con un número pequeño, de 10, 15, fue creciendo, los proyectos fueron avanzando, entonces se fueron ofertando diferentes proyectos de ópera, zarzuela, galas y así, entonces fue encrechando, por así decir. Entonces bajo el auspicio del Ayuntamiento de Arreondas, pues fue el que poco a poco fue cubriendo esas necesidades y gracias a ellos pudimos ir avanzando y creciendo el número de músicos hasta la actualidad.

¿Cuántos músicos hay en la actualidad? Sobre 50 de orquesta, luego podemos añadir lo que son solistas o de coro y demás, pero orquesta 50.

¿Y tú has estado en el proyecto desde el principio? Sí, al final lo he ido formando poco a poco. Ha ido avanzando a lo largo de estos años con pequeños conciertos y fue gradualmente creciendo, gracias también un poco a la demanda del público, que le fue gustando mucho y eso fue también un poco el impulso que le dio a seguir creciendo todo esto.

¿Cuántos años lleváis juntos? Pues empecé, mira, empecé con el coro, podría decir que fue un poco a la par, empecé con el coro hace 8 o 9 años y con la orquesta empecé a hacer dos proyectos hace como 5 o 6 años. Es complicado, parece que son pocos, pero mantener una orquesta durante 5 o 6 años y todos los años haciendo bastantes proyectos, pues es complicado.

Vamos, que más de un disgusto o dolor de cabeza te has llevado, ¿no? Por supuesto.

Pero ¿el esfuerzo merece la pena? Sí, al final es una vocación. Disfruto cada vez más.