SN 284:Las piedras sagradas y los templos eternos: el mensaje divino edificado 3y57

Una imagen vale más que mil palabras y hemos de decir también que habría que añadir a esa frase un símbolo vale más que mil imágenes. Entonces vamos a hablar, yo voy a hablar concretamente del templo y de la piedra, el mensaje divino edificado. ¿Y qué significa esto? ¿Qué tiene que ver esto con la expresión de lo sagrado, la expresión de lo divino? Pues en principio hemos visto que hay diferentes expresiones de lo sagrado, han expuesto Gaspar, han expuesto la música como ese lenguaje que acerca realmente y que de alguna manera están tan íntimo y tan cercano a lo que es la divinidad.

En el principio era el sonido, en el principio era el adverbio. Entonces estamos hablando realmente de un lenguaje muy muy cercano al alma y muy muy cercano a lo divino, a lo sagrado. Lo mismo sucede con un lenguaje pues la poesía de Iván también, tan poético, tan valga la redundancia. Es el lenguaje que de alguna manera pues comparte lo que es esa multiplicidad de sentidos y de profundidades que tiene también pues lo que ha hablado Álvaro, el lenguaje de los pájaros.

Ese lenguaje que es en sí mismo una hermenéutica que te permite pues integrar esos horizontes como ha hablado también Iván y permitirnos ahondar cada vez más en no solamente una expresión de lo divino porque fundamentalmente la expresión de lo divino y ese de alguna manera es el objetivo que tenemos con toda esta exposición, no es solamente una forma que tenemos nosotros de expresar o de expresarnos hacia lo divino sino que además es una forma como la divinidad tiene de expresarse y poder allegarse a nosotros o dicho de manera, la forma en que la divinidad, la forma en la que podemos nosotros aprender, abarcar en cierta medida a lo que es inabarcable, a lo que es indefinido.

Y el arte, la música, la poesía, la oración son esos lenguajes que nos permiten realmente pues conectar y recibir de alguna manera los mensajes de lo divino. Y otra forma, porque también la expresión es comunicación, por lo tanto en una comunicación siempre hay dos direcciones. Y otra forma fundamental también de expresar o de manifestar lo divino sería la construcción, el templo.

Pero cuando hablamos de la expresión de lo divino vemos que la expresión, podemos entender que la expresión más explícita o más clara de la divinidad hacia nosotros o hacia la creación es en sí la misma creación.

Por lo tanto podemos pensar que por qué hemos de construir un templo o hemos de construir cualquier cosa para de alguna manera acercarnos a ello, a Dios o a lo divino. Si en cualquier lugar, en cualquier rincón del universo o cualquier cosa ya estamos manifestando de alguna manera su presencia.

¿Por qué es necesario entonces el construir un templo o el utilizar un lenguaje determinado? Y esta es la pregunta que yo me hacía, la pregunta de decir ¿por qué? Yo necesito un lugar especial, un lugar sagrado. ¿Por qué un lugar es sagrado y otro no? Porque necesito una construcción que de alguna manera evoca en mi interior unas realidades que en otro lugar a lo mejor no lo percibo.

Porque bueno, si vemos un espacio natural como este que vemos en imagen, pues quizás también puedo percibir claramente la presencia de lo divino. Pero hay formas y formas y niveles y niveles. Y hay necesidades y necesidades.

Y el ejemplo de eso es la multitud de formas y la multitud de construcciones diferentes que a lo largo de los siglos y los milenios el ser humano ha ido creando para establecer una comunicación y una expresión cada vez más directa, más profunda con lo sagrado.

De hecho, toda esta necesidad de expresión y de relacionarnos con lo divino, con lo espiritual, viene dado por de alguna manera la necesidad de imitar a la divinidad. Es decir, de buscar la forma de acercarnos lo más posible a su naturaleza.

Y lo que más nos permite acercarnos a la naturaleza de lo divino en sí puede ser el acto de la creación. Dios crea y nosotros de alguna manera en ese acto de crear, de obrar, de construir, pues nos acercamos también a esa naturaleza divina.