¡Silba y Acudiremos! - 4 - Macedonia Weird 3j4w6c

Hola y bienvenidos un programa más a Silva y Acudiremos, vuestro podcast favorito de literatura raruna presentado por este que os habla, Julio Bernal, y su siempre ínclito y solícito compañero co-director, perdón, Sergio Sabalete. Muy buenas, Sergio, ¿cómo estás? ¿Qué pasa? ¿Cómo estamos, Julio? Después de prácticamente cuatro meses que hemos estado ahí en la clandestinidad.

Como decía la Óscar, que no está muerto lo que ya hace eternamente y que un extraño de Onés puede morir la muerte.

Y eso es lo que nos ha pasado a nosotros, básicamente.

Sí, bueno, las circunstancias de la vida adulta, ¿no? Aunque yo también voy a mirar a cierta persona, ¿no? Porque tengo que decir que hemos podido grabar este programa porque he conseguido escaparme una hora.

Y es que desde principios de marzo estoy secuestrado. Estoy secuestrado por un tipo llamado Brandon Sanderson.

Digamos que me estaba costando avanzar con el tercer libro de El Archivo de la Tormenta, juramentada.

Llevo un mes y medio y no voy ni por la mitad. Cuando Palabras Radiantes lo terminé en prácticamente un mes.

Y me siento secuestrado porque no puedo ni quiero empezar a leer otra cosa, porque entonces terminaría abandonándolo.

Como te dije el otro día, tío, para un capítulo interesante me tengo que comer tres que son puros rellenos.

Brandon Sanderson, que le ha cogido el gusto a escribir libros de 1.300 páginas y a lo mejor no hace falta, ¿eh? Que me tiene ya un poco harto con tantas visiones del Padre Tormenta y Dalinar, hombre.

En fin, amante de Sanderson, no me odiéis porque los dos anteriores me gustan mucho, sobre todo Palabras Radiantes.

A mí me pesa muchísimo en el alma porque eres un fistro y un sinvergüenza de que tuviste que meterte en mi Goodreads para decirme, pues bien que te quejaste de juramentada pero le pusiste cuatro estrellas.

¿Y sabes qué es lo peor? Que sí, que en ese momento le puse cuatro estrellas.

Pero a día de hoy no me acuerdo absolutamente de nada de lo que ocurría en ese libro.

Y lo que es peor aún, tengo un amigo mío, a quien mando un saludo, hola Pablo, que no para de decirme pues deberías de leerte el cuarto libro porque el cuarto libro es muy interesante.

Hay mucho desarrollo de personaje y pasan muchas cosas impresionantes.

Tiene unos cuantos giros de guión que no te los ves venir.

Yo digo, Pablo, pero es que es muy, muy cansino.

Y es que es lo que tú dices, es que te secuestra, te coge Brandon Sanderson y te pide que juegues con él durante muchísimo más tiempo de lo que tú te quieras quedar en su casa.

Sí.

Me hace gracia porque yo tengo principalmente dos amigos que son los que me animaron a leer a Sanderson y uno de ellos recientemente me dijo que el ritmo de la guerra, que se le había hecho muy pesado, que tenía mucho relleno.

Entonces, ¿yo con qué cuerpo voy a leerme el ritmo de la guerra después de juramentada? Con lo que me está costando.

No sé, hasta que no se me olvide como a ti.

Tienes que arrogarte al derecho de no terminar libros.

A veces hay que hacerlo.

Es que, ¿sabes qué pasa? Que es algo que me recuerda mucho a mis veintipocos, ¿no? Que fue cuando perdí el hábito de lectura.

Y, entonces, no quiero volver a esa dinámica, tío.

Es como que, no sé, me da miedo.

Pero, vamos, que ya está, que sí, tengo que tirarme cuatro meses con el libro y compaginarlo con otra lectura, pues ya está, lo voy a hacer.

También he de decir que...

Ah, por cierto, no, que es lo que quería decir.

Me hace gracia porque lo que tú has dicho de...

Cuando yo te recordé que tenías cuatro estrellas, juramentada, esa conversación se produjo cuando nos vimos por última vez, en Navidad, en Jaén.

Y la verdad es que sí, que tengo la memoria fotográfica que viene muy bien, pero que para la gente que te rodea puede despertarle mucho asco.

Mi amigo siempre me ha dicho que tengo una libreta en la que lo anoto todo.

Un poquito. Por cierto, ya que tienes esa maravillosa memoria fotográfica, ¿podrías decirnos las redes de o? Pues siguen siendo las mismas, porque no es que estemos muy activos.

De hecho, hoy me he dado cuenta de que en Twitter no avisé de que íbamos a estar únicamente activos en Blue Sky, pero claro, en Blue Sky llevamos inactivos un par de meses.

Así que, realmente, activos como no hay.