Salvia: la salvación en tu jardín. Historia y ciencia de una planta medicinal. 7217k

¿Y si te dijera que una simple hoja puede ayudarte con los sofocos a mejorar la memoria y a recuperar el tan deseado equilibrio del cuerpo en momentos de cambio? Hoy hablamos de la salvia officinalis, una planta medicinal con una larga tradición que no deja de sorprendernos. Queridos biloveros y biloveras, muchísimas gracias por estar aquí y sed muy bienvenidos un día más a la vida biloba.

Hoy vamos a sumergirnos en el mundo de una planta con una preciosa historia, muchísimos estudios científicos y desde luego con muchos beneficios para la salud. Vamos a hablar sobre la salvia, especialmente de cómo puede ayudar en esos momentos de la premenopausia y de la menopausia si sufres sofocos o acaloradas intensas.

Pero no solo eso, respondiendo a vuestras preguntas también hablaremos de otros usos medicinales y algunas curiosidades que quizás no conocías. Si te entretiene, te gusta o te ayuda nuestro contenido te agradezco muchísimo que nos des un like, te suscribas y difundas y compartas la vida biloba para llegar a más personas en todo el mundo. Soy la doctora Nuria Lorite Ayán y comenzamos.

Manolo, pásame un poco de esa botella que pone la vida biloba.

Mucho mejor. ¿Qué es la salvia officinalis te preguntarás? Pues la salvia officinalis es una planta originaria de la región del Mediterráneo, perteneciente a la familia de las lamiacias como el romero o como la lavanda. Se caracteriza por tener unas hojas de color verde, verde grisáceo con un tacto aterciopelado y un aroma balsámico muy intenso, incluso algunas personas dicen un aroma alcanforado. El nombre salvia proviene del latín, del latín salvare, que significa salvar o curar y ya desde la antigüedad se consideraba como una planta sagrada.

Se encuentra descrita de hecho en textos muy antiguos, incluso una de las escuelas más importantes de medicina de salud del área mediterránea que se fundó en el siglo IX, cuando habla y describe, cuando habla de las virtudes medicinales y describe la salvia, dice esta frase. ¿De qué podría morir una persona que tiene salvia en su huerto? Vamos a ver cómo ayuda realmente la salvia en los sudores y en los sofocos porque es la pregunta central del programa de hoy. Uno de los usos más investigados y conocidos de la salvia en los últimos tiempos es su eficacia para aliviar los sofocos y los sudores asociados a la menopausia, pero no sólo a la menopausia, ya verás. Entre menopausia y premenopausia el periodo con síntomas en las mujeres puede ir de unos meses a varios años. Esto va a depender de múltiples factores. Los sofocos o acaloradas es el síntoma que afecta a más mujeres.

En general puede incluso hasta un 88, prácticamente un 90% de las mujeres sienten sofocos o estos sudores en algún momento en ese periodo premenopáusico y menopáusico. Algunas mujeres sienten los sofocos como un calor casi imperceptible, pero otras tienen una sensación intensa, molesta, desagradable, sensación de calor y sudoración abundante y repentinos, que además te puede empavar y te obliga incluso a cambiarte de ropa. Junto con los sofocos pueden ir otros problemas, pueden ir a acompañarse de otros problemas como los problemas para dormir, que de hecho son muy comunes. Los problemas para dormir, problemas para conciliar el sueño, luego tienes los sofocos, te despiertas y no puedes conciliar el sueño. Esto es bastante frecuente, pero podemos prevenir que es para lo que estamos hoy aquí.

Y también puede afectar, como comentaba, a la memoria e incluso al estado de ánimo. Y aquí es donde entra en juego la salvia. Vamos a hablar de tres puntos, de tres aspectos importantes en los que la salvia puede ayudar precisamente en estos aspectos que estamos hablando. Mejor dicho, ¿cómo ayuda? Pues la salvia tiene principios activos que van a relacionarse con los receptores de los estrógenos y esto es lo que facilita ese efecto antisudorífico natural para actuar frente a los sofocos, pero además es que ayuda a regular la actividad de las glándulas sudoríparas en la piel y también actúa sobre el centro de la termorregulación en el cerebro. Estos tres puntos que hemos comentado ayudan a reducir la intensidad y la frecuencia de los sofocos.