Ruinas Para Morir 1pj36

Esta es la historia de un hombre que quería morir pero quería hacerlo en su paisaje favorito y esa plataforma estaba en ruinas y tuvo una rebeldía quiso reconstruir aquellas ruinas para morir a gusto ruinas para morir un guión de joaquín amills atis el pensamiento creció tres días y tres noches se llamaba león armin y trabajaba en uno de los fabulosos estudios cinematográficos de hollywood pero no era productor no tampoco actor de cine ni técnico no era sereno nocturno portero cuidador de los escenarios de fantasía aquella mañana se levantó temprano quemó las cartas viejas se puso el traje de los domingos y metió algunas cosas en su pequeña valija sintió a su mujer en la puerta que le observaba tenía su misma edad cincuenta años eres tú susan perdona que no te dijera nada perdón y eso es todo lo que me dices preparando una huida yo no lo preparé hace tres días tuve un presentimiento supe que iba a morir morir no digas tonterías no quería decirte nada pero siento que la sangre corre más despacio me escucho los huesos y es como si estuviese en una buhardilla oyendo cómo crujen las vigas y se deposita el polvo pero es que te has vuelto loco tienes apenas cincuenta años estas de pie sobre tus piernas ves como oyes y duermes bien no es verdad entonces para qué hablar de morir los indígenas de las islas sienten cuando van a morir también se despiden de sus amigos y abandonan sus chozas y las mujeres no tienen voz ni voto dejan a sus esposas algunos bienes terrenales y que vienes me dejas tu esta ratonera de casa hay algo mas jamás algo estos muebles fenicios que tenemos no vamos a discutir esto me alejo igual como los nativos de los mares del sur ellos se van remando en sus canoas y nunca regresa esto es una deserción nos usan muerte pura y simple tiempo para a partir así los llaman y nunca nadie tomó otra canoa y segre esos imbéciles para saber adónde iban por supuesto que no esto lo echaría todo a perder quieres decir que tenían mujeres y amigas bonitas en otras islas no pero el hombre necesita soledad y serenidad cuando la savia empieza a enfriarse le si pudieras prop darme que esos tontos murieron realmente me callaría encontraron alguna vez sus huesos sólo sé que zarpan como animales que presienten el gran momento si hay algo más no lo sé ni me importa bueno yo lo sé y me importa ya estuviste leyendo esos manuales de geografía y zoología que hablan de los cementerios de elefantes tú no eres un elefante león escucha susan cheques el fin no me convencerás por eso me voy a adonde a morir no me preguntes adónde pero por qué se te ha metido en la cabeza esa incongruencia dónde has leído que los hombres de cincuenta años tengan que abandonar a su mujer para irse a morir en la calle no quiero morir aquí simplemente creo que hay otros lugares más atractivos en cualquier lugar es bueno para dejar de respirar no quiero recorrer mi mundo de fantasías verme rodeado por esas ciudades irreales no tenía que haberte dicho nada de marcharme al trabajo como siempre voy a morir en cualquier ciudad vas a viajar no pienso despedirme de las calles reales y después en la noche penetrar por última vez en los escenarios de cartón y tela en las plazas de ilusiones en los set de los estudios cinematográficos allí me encontrarán acurrucado en una plazoleta de parís o frente a un canal veneciano con las puertas de granada con una cantina del oeste americano cualquier escenario será de viagra locura poética