ROMPE TUS LÍMITES. - PASTOR NESTOR SALAS 3f5z4u

Y me encantaría que pasaran los dos y que les demos como iglesia un fuerte aplauso, un señal de cariño, de amor y de respeto.

Es un peligro darme un micro a mí, eh. ¿Estáis seguros? Bueno, tengo que empezar diciendo gracias a esta casa, a esta iglesia.

Primero, me encanta lo alegres que sois.

O sea, porque aquí hay una energía, pero desde el principio espectacular.

Las chicas en esta iglesia, las mujeres, son bellísimas.

Y los hombres hacen lo que pueden.

Yo digo que los hombres lo intentan y nosotras lo logramos.

Ahora me puse a media iglesia en contra, pero bueno.

Luego el equipo de recepción, qué espectacular, aunque para mí tienen más cara de seguridad que de recepción.

Pero deciros gracias, porque en la Adana fue muy especial para nosotros recibiros.

Fueron tres hombres de esta casa maravillosos. Uno de esos hombres fue vuestro pastor.

Y ayer hablábamos de algo, ¿no? Que la iglesia sigue a un líder que se moja.

Y yo diría a un líder que se embarra.

Vuestro pastor se embarró mucho en la Adana.

Me encantó la actitud.

Ni siquiera nos tuvimos que ocupar de hospedarlos porque él había llegado con todo organizado.

Le daba pena que le diéramos de desayunar.

Yo insistiendo, ¿comisteis? ¿Comisteis? Porque iban con unas ojeras de agotado.

Pero yo quiero decir que para mí fue sorprendente verte.

Porque me impactó tu generosidad con nosotros teniendo en cuenta que en realidad no nos conocemos tanto.

Y sí, es verdad que cuando mandamos al equipo en agosto fue en realidad disciplina.

Acordo, vanagosto es disciplina.

¿O no? Volvieron esos chicos derretidos a Valencia, pobres.

Pero inyectados porque realmente vinieron a dar, pero como siempre decimos, igual que siempre que hacemos misiones o cualquier cosa que hacemos como iglesia, uno va a dar, pero vuelve mucho más lleno.

Y a nuestro equipo venir aquí le hizo bien.

Recibiros a nosotros en Valencia nos hizo bien.

Y yo creo que, como tú dices, una iglesia que da hacia afuera va a ser bendecida adentro.

Así que celebro todo lo que estáis viviendo.

Y quiero tomarme un minuto.

Prometo.

Un minuto.

Un minuto.

Peligro.

Yo dije, ¿me das un micro a mí? Ahora canto también, ahora me pongo a cantar.

Bailar no porque eso es el fuerte de él.

Los que quieran ver bailar a Néstor, levanten su mano.

Aquí lo dejo, ¿vale? Espérate que aquí está tu compañero de baile.

Quiero tomarme un minuto para deciros a vosotros unas palabras.

Tenéis unos pastores, unos líderes que son impresionantes.

La generosidad de ellos dos no tiene límites.

Y algo que yo he aprendido con el tiempo es que cuando Dios pone enfrente tuyo, delante de ti, líderes con el corazón correcto, se llega muy lejos.

Entonces yo quiero honrar todo lo que habéis hecho.

Porque en tan poquito tiempo ver...

Yo he tenido que construir muchas veces, tanto en África como aquí en España y en diferentes lugares del mundo, y ver en tan poquito tiempo lo que habéis logrado en este lugar.

Saber que os habéis tomado el tiempo de renunciar como familia a cosas.

Para que la Iglesia sea bendecida.

Sé que no vuelve vacío. Yo lo sé.

Pero también quiero reconocerlo.

Porque sé, como llevo liderando una Iglesia a tiempo, también trabajamos en África hace casi 20 años, sé que a veces uno se cansa.

Y que las palabras de afirmación no necesariamente renuevan tus fuerzas, pero le hacen bien al corazón.

Entonces yo quiero deciros gracias.

En nombre de la Iglesia, en nombre de la ciudad de Córdoba, por abrir un espacio sano, por hacer Iglesia de forma saludable, porque sana el corazón y sana las familias, encontrar una Iglesia saludable.

Quiero deciros que aunque estén cansados, no se cansen.

Que no bajen los brazos, porque aún queda mucha ciudad por conquistar.

Y quiero deciros que lo están haciendo bien.

Queda mucho por hacer, siempre.

Pero lo están haciendo bien.

Así que no se cansen.

Buenos días.

Voy a pedir a Óscar que pase, vamos a bailar lo que preparamos.

Qué lindo fue poder compartir el día de ayer juntamente con la gran mayoría de vosotros aquí en Córdoba.