REDVOLUCIONES 546 3q43v

¿Quieres especializarte en la creación musical para las artes escénicas? En la Universidad EUNAIDS encontrarás un programa innovador para explorar nuevas formas de expresión artística y sonora con las últimas herramientas tecnológicas.

Con el Máster Universitario Música Creativa y Tecnologías de la Producción Digital serás experto en diseñar las experiencias musicales más vanguardistas.

Infórmate en eunaids.com Oye, ¿sabías que hay personas que lo hacen una vez por semana, otras dos y otras cinco? Anda, pues sí, supongo que...

¿Y tú? ¿Cuántas veces te gustaría hacerlo? Bueno, pues no lo había pensado, pero...

¡Plazay! En Ulibarri Euskalteguía es lo único que tendrás que decidir.

Estudia euskera todas las veces que quieras, en el centro de Bilbao.

Amplio horario y todos los niveles.

¡Ulibarri Euskalteguía! Tiendas Expert Cordoví, tu tienda de electrodomésticos más cercana.

50 años ofreciendo las principales marcas del mercado al mejor precio y el servicio más especializado para su instalación.

Visítanos entre subes dobles, tiendascordoví.com Las tiendas Expert Cordoví te ofrecen revoluciones.

Hay una guerra declarada que se está librando en muchas estaciones de radio.

La tecnología ha sido la detonadora de muchos de los cambios que han sucedido, que vivimos actualmente y que están por venir.

Un público y un negocio multimillonario que mueve masas.

La tecnología no solo ha cambiado la difusión de la música, sino también cómo se produce.

Para nadie es un secreto que la industria discográfica atraviesa por uno de los peores momentos de su historia.

Os damos la bienvenida a la edición 546 de revoluciones.

Hoy quería hablar, antes de empezar, de KKR.

A lo mejor ya sabéis de qué hablo.

Cierres la puerta al nuevo mundo musical.

Y es que hablo ni más ni menos que del precio de la música.

Cuando los festivales son presa de los fondos de inversión y de este fenómeno silenciado, la noticia de que el fondo de inversión KKR ha adquirido el control de algunos de los festivales musicales más emblemáticos como Sonar, Viña Rock o Resurrección Fest ha pasado relativamente desapercibida para el público en general.

Se ha presentado como una operación más dentro del proceso de consolidación empresarial en el sector del entretenimiento.

Pero detenerse ahí sería ser superficiales.

Esta compra, como muchas otras que parecen meras decisiones financieras, arrastra implicaciones éticas, políticas y culturales profundas que no se pueden ignorar.

Y es que KKR es mucho más que un fondo de inversión sin apelo.

KKR, Colbert, Kravis, Robert & Co., no es una empresa cualquiera, como decimos.

Es uno de los fondos de inversión más poderosos del mundo, con intereses en sectores estratégicos como la tecnología, la energía, la sanidad y ahora también la música.

Y es que su nombre no solo aparece en informes económicos.

KKR ha sido vinculada de forma directa o a través de empresas participadas a proyectos de expansión inmobiliaria en territorios palestinos ocupados por Israel.

Estas operaciones vulneran el derecho internacional, concretamente las resoluciones de la ONU que condenan la colonización y construcción en tierras ocupadas tras 1967.

Y no olvidemos que Netanyahu ya ha sido condenado por los jueces de la Corte Penal Internacional, que dicen que encontraron evidencia razonable para afirmar que es responsable presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante la guerra de Israel y Palestina.

Además, KKR es una pieza relevante en el engranaje del capitalismo digital.

Invierten en centros de datos que alimentan el ecosistema de gentes tecnológicos como Google, Amazon y Microsoft.

Infraestructuras críticas para el modelo de vigilancia, almacenamiento y control de datos que hoy define gran parte del poder global.

No se trata solo de dinero, se trata de geopolítica.

El desembarco de fondos como KKR en el mundo de la música no es nuevo, pero se ha acelerado en los últimos años.

La pandemia dejó debilitado al sector cultural, especialmente a los festivales, y los grandes fondos han aprovechado la oportunidad para comprar, consolidar y reestructurar.

Lo que antes era una iniciativa cultural nacía desde lo local y lo independiente, hoy está bajo el control de actores financieros globales.

La música, convertida en activo rentable, se gestiona como una línea de producción más, una línea de negocio, no importa el contenido.