Recortes de historia: Proceso desamortizador (Parte 2) 634rc

RECORTES DE HISTORIA
Muy buenos días a todos los oyentes de la radio.
Seguimos en este miércoles con la segunda parte del capítulo dedicado a la enajenación
del convento agustino-extramuros de material de las altas torres, contenido en el texto
de Jesús Gascón Barnal. Decíamos que en 1844 salió a subasta el convento Agustinos
de Madrigal, que el precio por el que se sacó a subasta fue de 97.743 reales, que finalmente
se subastó junto con dos fincas anexas por una tasación de 107.103 reales y que en ese
año la iglesia ya había perdido su cubierta y sus armaduras de madera, desperfectos que
podrían haber sobrevenido por la contienda napoleónica y por el abandono a que había
estado sometido en aquellos años.
El texto sigue de la siguiente forma. El comprador del convento fue Joaquín Alonso, junto con
dos alcáceres contiguos, el cual lo cede en el mismo acto protocolario a Manuel Villar,
exprovincial Agustino y vecino del Villar de Don Diego, por un importe de 109.243 reales,
de los que 99.783 corresponden al convento y los 9.460 restantes a los dos alcáceres.
La adjudicación a Manuel Villar tiene fecha del día 26 de julio de este año pagando
50.000 reales al firmar la escritura, en títulos de la deuda pública y 1.551 reales
en equivalencia por el valor de las otras dos fincas.
Vemos que se trata de una compra interpuesta donde los extintos Agustinos tratan de conservar
en su poder el edificio conventual hasta que surja la oportunidad de volver a restituir
la comunidad de religiosos de Madrigal, hecho que, como veremos, no se ha de producir.
Este año de 1844 la provincia de Ávila registra el mayor número de ventas procedentes de
la desamortización eclesiástica, con una superficie total de tierras de 5.204,82 sobradas
y remates por valor de 4.324.541 reales.
La compra de tierras y bienes en la provincia aulense comienza en 1836 de una forma lenta,
se va incrementando hasta alcanzar los años álcidos de 1841-1844 para descender con posterioridad
hasta 1852 en que se vende solamente una finca.
En este periodo central se venden 12 fincas rústicas pertenecientes al convento de los
Agustinos de Madrigal con una superficie total de 506,5 hectáreas y por un importe total
de 264.502 reales.
El labrador vecino de Madrigal, José Garzón, compra una finca en esta villa por la que
paga 161.150 reales que pudieron ser parte de las tierras conventuales.
Se tiene también noticia de la venta judicial del convento Agustino de Fontiveros el cual
compra Alejandro Gutiérrez que es el mayor comprador de bienes procedentes de la desamortización
en la provincia de Ávila.
El 18 de septiembre de 1844 se hace el pago de Manuel Villar por cesión de Joaquín Alonso
de los dos predios junto al convento.
Desde 1850, siendo propietario del mismo el antiguo provincial Agustino, vemos que el
convento va acelerando su deterioro, según la descripción que del mismo efectúa Pascual
Madoz en su diccionario geográfico.
Todas las fábricas, fincas y dependencias del convento se van vendiendo poco a poco.
El 3 de diciembre de 1856, dentro del periodo de desamortización de Madoz, Vicente Tello,
vecino de Madrigal, compra la bodega procedente del convento de Agustinos en el término de
dicha villa por el precio de 13.000 reales, habiendo otorgado los 14 pagarés con que
debe de satisfacer la adquisición de dicha finca hasta 1870.
El 1 de abril de 1866 Germán Martín, vecino de Madrigal, compra una casa lagar procedente
del convento de Agustinos de Madrigal de 102 por 52 pies, tasada en 600 escudos y capitalizada
en 360, que se arremata finalmente en 2.148.