
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Aquí comienza Dossier Tear en CFM. Dirige y presenta a Fran García.
¿Quieres repetirlo? Hola, ¿qué tal? Damos la bienvenida a todas las personas que nos escuchan a través de las ondas o bien a través de Internet.
Comienza, como siempre, Radio Tear.
Da comienzo el programa que te trae la mejor música de algún artista, algún disco, algún momento del rock.
Hoy nos vamos a ocupar de ese fantástico disco que fue Band on the Run de Paul McCartney and Wings.
Comenzamos nuestro Radio Tear de hoy dedicado a ese disco Band on the Run de Paul McCartney and Wings con motivo de un artículo que en su día, este que os habla, Fran García, pues escribí en la DC Rock, no hace mucho de ese artículo.
Y bueno, pues siempre es bueno dedicarle un programa a un pedazo de disco como este.
Triunfar en solitario cuando has sido miembro de los Beatles puede ser un reto o una maldición.
Bueno, pues en el caso de Paul McCartney, en sus cinco primeros años tras la separación de los de Liverpool, fue ambas cosas.
Había logrado el éxito en solitario y ahora tocaba conseguirlo con su nueva formación, Wings.
El 17 de abril de 1970, apenas una semana después de haber declarado que no volvería a trabajar con los Beatles, Paul McCartney publicaba McCartney, su primer álbum en solitario, a pesar de haber sido requerido por sus propios compañeros para que demorase su lanzamiento.
Un mes después se publicaba Let It Be, el testamento musical de los de Liverpool.
Probablemente el anuncio de Paul estimuló las ventas de su primer trabajo en solitario, pero lo que es un hecho es que el disco consiguió vender más de dos millones de copias en Estados Unidos y alcanzó el primer puesto de la lista de dicho país.
Todo un éxito para un trabajo muy personal de McCartney en el que todos los instrumentos estaban tocados por él.
Tras este primer destello de genialidad y de acierto comercial, Macca iría viendo cómo sus siguientes álbumes iban bajando en ventas.
Ni siquiera su nuevo proyecto, Paul McCartney and Wings, con el excelente Red Rose Speedway, publicado el 30 de abril de 1973, conseguía los objetivos buscados.
Así, tras cuatro álbumes, Paul se sentía con la necesidad de volver a demostrarle al mundo que podía ofrecerle un nuevo disco que volviese a ser multiplatino en Estados Unidos y que confirmase algo que a esas alturas nadie debería poner en duda, pero que irremediablemente se cuestionaban muchos críticos y alimañas del negocio musical.
Y eso no era otra cosa que dudar de que era un genio también fuera de los Beatles.
Para conseguir el objetivo buscado, Paul sabía que tenía que recuperar la esencia de un Sgt. Paper o de un Abbey Road, pero no contaba con la ayuda de sus anteriores compañeros de los Beatles.
Tendría que buscar esa esencia por sí mismo y, en ese sentido, optó por la sofisticación.
Aunque la cadena de desastres que vendría implícita casi acaba con el disco y con el propio Paul McCartney.
Pero todo eso lo vamos a ir conociendo a lo largo del programa.
Bien, pues, Paul tenía compuestas algunas buenas canciones que quería convertir en demos en King Tiger antes de embarcarse en la grabación del nuevo álbum.
La idea era conseguir la inspiración desde otra cultura.
Si bien Danny Lane, guitarrista y miembro fundador de los Wings, tenía la sensación de que buscaba al mismo tiempo pagar menos impuestos al grabar lejos de Gran Bretaña.
En esa época era una cosa que hacían muchos músicos, pero en fin, Paul McCartney no iba a ser la excepción.
El caso es que Paul había descubierto que EMI tenía estudios de grabación en países tan exóticos como India, Brasil, China y Nigeria.
La idea de grabar en África le seducía totalmente, tal y como queda claro en estas declaraciones.
Decía Yo pensaba que cualquier estudio que EMI hubiese construido ofrecería unas condiciones excelentes.
George Harrison había trabajado en Karachi o Calcuta, así que sabía que la compañía tenía estudios en todos esos lejanos sitios.
Le pedí a EMI una lista de estudios lejos de Gran Bretaña y quedé asombrado.
Río de Janeiro, Lagos, Francia… tenían estudios por todos sitios.
La otra tentación era China, que también estaba en la lista.
Pensaba en Río o Lagos por los elementos rítmicos que esos lugares conllevan.
Se trataba de aclimatarse al sitio en el que estuvieses.
Si estás en Brasil, no puedes escaparte de allí, al igual que sucedía con África.
Sí, África sería una gran elección.