El punto y la i 29 de mayo de 2025 704443

Hola mi gente, soy José y he vuelto para hablaros de la escofradría de Merida.

Os voy a contar cómo me fue mi semana santa este año.

Mirad, mi viernes de dolores fue un día normal, porque yo no hice nada del otro mundo, porque no salí ninguna manda.

Bueno, pues ta, por esa pasión me acuerdo que me levanté de la cama y estaba lloviendo.

Era una jodienda, porque salía la unidad, pero al final de la tarde pues dejó de llover.

Y al final salió la unidad, pero bueno, esperemos que eso no haya escupido en eso.

Bueno, el domingo de ramos fue un día increíble para la semana santa, porque yo empezaba muy bien.

Me acuerdo que yo me puse mi traje y me fui a ver a la borquita con mi compadre.

A la mañana fue genial, pero a la tarde no fue tan genial, porque llovía.

Pero no me quedaba esa ilusión de ver esas mandades, porque si allí estaba yo con mi traje, que increíble.

Fue ese día.

Al final no salieron todas, pero salieron dos muy bonitas, por cierto, la cena y los ángeles.

Bueno, el lunes santo fue espectacular.

Ese día me levanté a las nueve de la mañana para ir a la misa de manda.

Luego me fui a mi casa a comer para ponerme, poder tener fuerzas para la tarde noche.

Cuando terminé de comer, me acosté un rato para descansar, porque claramente yo salía y tenía que estar descansado.

Cuando me desperté, cogí mi túnica y me puse las cosas para ya salir en ese lunes santo increíble.

Me acuerdo que salí de mi casa para las cuatro y cuarto de mi casa para estar en la parroquia, pero siempre por el recorrido más corto, recordad, para llegar a nuestra parroquia.

Salimos todos.

Fue increíble, la verdad.

El martes santo me acuerdo que quedé con mi compadre para ver las procesiones que salían por la tarde noche.

Yo llegué a las cinco, porque habíamos quedado a cinco y media en el bar.

Y ya luego iríamos a ver procesiones.

Me acuerdo de mi compadre que se cabreó con un hombre.

Me dijo, yo me voy.

Y yo le dije, espérate, que todavía no nos vamos a ir, que esto no se ha terminado, que hay que ver procesiones.

Bueno, él se calmó y nos fuimos a ver procesiones.

Bueno, recordando, aquí estoy porque he venido, porque he venido aquí estoy.

Si no le gusta el me canto como he venido, me voy.

Pero recordad que volveremos aquí en la radio.

Hola, buenos días.

Hoy voy a hablaros sobre un tema muy interesante y son los refugios subterráneos de Almería, ya que en ellos hay un monumento de gran interés que también podríais visitar aquí en Almería.

A raíz de los 52 bombardeos por aire y mar que sufrió la población, en los que cayeron un total de 754 bombardeos durante la guerra civil.

Y ahora voy a decir lo que provocó los subterráneos.

Esto provocó que se decidiera construir unos refugios subterráneos con más de 4 kilómetros de longitud en total, un quirófano y capacidad para albergar a unos 40.000 habitantes de la ciudad por la época.

Fueron diseñados por el arquitecto local Guillermo Langley Rubio, con ayuda de ingeniero de minas Carlos Fernández Zelaya y el ingeniero de caminos José Forniales, y se convertirían en uno de los más importantes y mejor conservados a nivel europeo.

Por lo visto, estos refugios han soportado el principio de un ataque que ha sufrido la ciudad en toda su historia, que es ni más ni menos el bombardeo de Almería.

Espero que esta sesión de radio os haya gustado.

Un saludo y hasta la próxima sesión.

Huevos, patatas, almendras en salsa de tomate con guisantes.

Adiós.