Programa 735 - DESVEDA caza, pesca, tiro deportivo, medio rural 6y6r1d

En onda vasca desvela muy buenos días es de nuevo sábado estamos a dieciocho de enero de dos mil veinticinco un día en el que vamos a estrenar ojo colaborador de pesca nos hace una ilusión tremenda también nos vamos a acercar por supuesto a conocer todo lo que tiene que ver con la actividad cinegética y en clave literaria porque va a estar con nosotros pues uno de los mejores escritores que hoy en día tenemos en el mundo de la actividad cinegética todo esto a partir de ya mismo aquí en la sintonía es verdad en onda vasca cazador recuerde recoger los residuos generados en tus jornadas de caza el mantener los puestos y líneas de pase limpios es obligación de todos y todas debemos dejar el campo mejor de como lo hemos encontrado es un mensaje de la federación bizkaina de caza y la diputación foral de vizcaya diputación foral de vizcaya whats venga que comenzamos leyendo el artículo de juan antonio sarasqueta en esta ocasión dedicado y titulado además como el oso del monte ararat dice el artículo escrito por juan antonio sarasqueta me contaron preciosas historias de casado tres valientes allá donde el hombre se enfrenta a los osos esta cosa rara no era una historia donde el cazador saca pecho después de la captura sino un lance contado con compasión pero con un profundo respeto al animal aconteció en una salida que hice hace años a turquía con la intención de cazar un oso pardo me acompañaba un ca asador nativo para más señas llamado mohammed llevábamos días intentando localizar el rastro del animal sin resultados próximos al monte ararat cerca de la frontera rusa allá donde se cuenta que se posó el arca de noé montes escarpados y duros con unas pocas aldeas diseminadas por su entorno y práctica mente colgadas de sus pronunciadas laderas se acompañaba mohamed de una escopeta paralela de media caja turca muy sencilla pero con muchas horas de uso en las curtidas manos del cazador dormíamos al raso buenamente donde podíamos y a pesar de que hablando no nos entendíamos ni jota por señas nos defendíamos muy bien en el monte hacen falta pocas palabras cuando al anochecer arrodillado y hacía sus abluciones yo le indicaba que rezase para que localizamos el rastro del oso una sonrisa y la indicación de que tuviese la mano en la mano en el rifle era su respuesta una noche llegamos a una aldea donde nos recibieron como a ministros no en vano consideran al oso un animal muy dañino que estropea sus cosechas y mata a sus animales domésticos incluso nos dejaron para dormir su única habitación una alcoba redonda con una estufa de leña en el centro y rodeada de una tarima donde las pieles del ganado hacían demandas para resguardarse del frío del invierno teníamos james una cicatriz en la cara que le impedía articular bien al hablar y le hacía salivar un poco por la comisura de los labios así que antes de acostarnos quizás con un poco de atrevimiento y curiosidad le pregunté por su causa sorpresivamente y sin dudar un segundo se puso de pie y con gestos y ademanes me contó este espectador lance con su escopeta disparó a un gran oso no más lejos de unos veinte metros la escopeta no es el arma apropiada para batir un animal de trescientos o más kilos herido el animal al intentar rematarle el cazador con un segundo disparo le dio tal zarpazo y esa herida escopeta desplazada diez metros mohammed se levan el pantalón y me mostró en la pierna una gran cicatriz fruto de la posterior mordedura del oso sin recuperarme de la impresión se quitó la camisa para enseñarme el zarpazo que le dio posteriormente en el pecho fue terrorífico no salía de mi asombro cuando se quitó un ojo postizo y el paladar de plástico fruto de la mordedura del oso en la cara después de abrazarle contra su pecho el caso es que cuando mohammed se vio morir en los corpulentos brazos del oso éste cayó muerto no me pregunten quién le encontró y cómo le llevaron hasta ankara por aquellos carreteras y pistas infernales de más de doscientos kilómetros pues no lo sé pero incluso más que las secuelas que los había dejado en su maltrecho cuerpo me impresionó el respeto con el que el cazador hablaba de un animal que estuvo a punto de quitarle la vida para defender la suya todo un ejemplo dice juan antonio sarasqueta en artículo nuevo artículo dedicado en este caso al uso del ararat