Principales riesgos de seguridad en Ecuador 6341w

Todoagers, aprendiendo sobre riesgos y seguros, presenta...

¡Hola! Soy Iván Escobar Fernández, analista de seguridad en la Unidad de Inteligencia de International SOS para España. En el episodio de hoy presentaremos un país que ha experimentado un deterioro drástico de su entorno de seguridad, pasando de ser uno de los países más prósperos y relativamente más seguros de América del Sur a uno de los más violentos de todo el continente. Hoy hablaremos de Ecuador. Hace poco menos de diez años, todo aquel que vivía o se desplazaba a Ecuador encontraba un país relativamente seguro y atractivo para las inversiones, donde los principales riesgos no eran otros que los pequeños crímenes oportunistas y la delincuencia común.

Sin embargo, desde finales de la década pasada, el país sudamericano comenzó a experimentar un constante crecimiento de los niveles de criminalidad violenta, alcanzando su cúspide primero en el verano de 2023, cuando una serie de magnicidios pusieron de relieve el alto grado de violencia política, y segundo en enero de 2024, momento en el que se produjeron numerosos motines en prisiones y ataques armados organizados en zonas de uso público, acontecimientos que forzaron al Gobierno a decretar el estado de excepción y a declarar el estado de conflicto interno en el país.

Para ilustrar la gravedad de la situación, conviene apuntar que mientras que en 2019 Ecuador tenía una tasa de 7,03 homicidios por cada 100.000 habitantes, el país latinoamericano cerró el 2023 con una tasa superior a los 47,25 homicidios por cada 100.000 habitantes, casi siete veces más, lo cual se traduciría en casi 22 homicidios al día.

Dicha crisis de seguridad se explica tanto por la fragmentación de numerosas bandas criminales, como por las consecuentes disputas encarnizadas por el control de las rutas de tráfico de drogas y armas que conectan Sudamérica con el norte del continente, donde México y los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, entre otros, desempeñan un papel de intermediarios y distribuidores de narcóticos crucial.

De hecho, el creciente interés de los cárteles mexicanos en Ecuador ha provocado que, cada vez con más frecuencia e intensidad, las bandas se declaren la guerra por el control de las principales puertos marítimos y zonas costeras del país, dado que su control les permitiría forjar nuevas alianzas con los cárteles mexicanos y establecer así nuevas redes transnacionales de cooperación criminal, maximizando sus beneficios y capacidades.

A su vez, la polarización, la corrupción, los altos niveles de deuda y el estado precario de las arcas del Estado tras la pandemia de la COVID-19, no ha hecho sino reducir el poder del Estado para financiar programas sociales y policiales, factor que ha facilitado el reclutamiento de nuevos por las bandas y organizaciones criminales, conllevando un incremento en los niveles de violencia e inseguridad.

Como consecuencia, las provincias occidentales de Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Santo Domingo, Santa Elena, Guayas, Cañar y El Oro han sido las más afectadas y actualmente son escenario recurrente de masacres y asesinatos múltiples perpetrados por las bandas criminales organizadas ecuatorianas, lo cual conlleva importantes riesgos incidentales para todo aquel que se encuentre en la zona. Si tenéis alguna duda, podéis poneros en o con International SOS, tu socio estratégico en salud y seguridad que te acompañará en cualquier parte del mundo. Puedes hacerlo a través de nuestra página web www.internationalsos.es