Preparando infusiones: CARTA s5t1l

Amor mío, desde aquí es fácil ver la verdad desnuda y el peso de todo lo vivido con una
claridad desgarradora. Mi corazón se halla repleto de arrepentimiento, amor y una necesidad
infinita de contar lo que mi alma guarda. La oscuridad que me consumía hasta hace poco
me hizo creer que el dolor era demasiado grande para seguir adelante. Nunca imaginé que el
mundo sería tan cruel. Las piezas de un macabro rompecabezas encajaron para todos demasiado
pronto. Mi voz se apagó bajo el peso de miradas incompletas, bajo la lupa de una multitud hambrienta.
Veo tus lágrimas, los momentos en que no estuve, las veces en que el mundo te golpeó y yo no estuve
ahí para protegerte. Me pesa el alma por no haber estado contigo cuando más lo necesitaste. Me duele
el corazón por no haber luchado más por ti. Te fallé. Pero también quiero que sepas esto,
mi amor fue infinito, incluso en los momentos más oscuros. Por eso me consuela saber que
nuestros destinos volvieron a cruzarse y que el dolor y las lágrimas han sido reemplazados por
el reencuentro y la serenidad. Ahora te prometo que haré todo lo que pueda para guiarte, para
que encuentres la paz que te arrebataron. Sé que tienes un camino por recorrer y yo estaré contigo,
a cada paso, porque aunque fui débil entonces, mi amor ahora es inquebrantable. No merecías lo que
te ocurrió y quiero que sepas que no hay un día en el que no llore por aquel terrible final. Pero
en medio de este pesar también quiero que sientas mi abrazo. No tengas miedo, el amor es el lenguaje
universal y nuestros corazones laten al unísono. Cierra los ojos, siente mi abrazo, porque estoy
más cerca de ti de lo que imaginas. Hasta que el universo nos lleve lejos, prometo estar contigo.
Te pido que me perdones, aunque sé que no tengo derecho a pedirlo,
y te prometo que donde sea que se dirijan nuestras almas, no me dejarás.