Podcast Momentos recordables del cine u2ma

Escena final de esta mítica película, que mostró por primera vez a uno de los personajes bélicos más relevantes (probablemente el más popular) de la gran pantalla, a través de mensajes antisistema (cusioso no?). Una BSO magnífica, un personaje de leyenda y una actor más que a la altura dieron como origen lo que ya hoy en día es un incunable. Por otro lado, ha dado lugar a imitaciones y mofas como las del rostro torcido y el "no siento las piernas". Pese a todo el bueno de Stallone se acaba imponiendo y la historia del cine le pondrá sin duda en el lugar que merece. Para nosotros, Stallone sin la voz de Riardo Solans no sería lo mismo.

Ernest Hemingway´s The Killers, de 1.946. Dirigida por Robert Siodmak. Adaptando el relato corto de Hemingway, gracias al notable guion de Anthony Veiller, la película nos da las respuestas al suceso contad en el mismo explorando el pasado del fiambre. Con un genial juego de flashbacks, obliga al espectador a unir los puntos para hallar la respuesta al dilema: la razón por la cual un humilde empleado de una gasolinera acepta la muerte sin rechistar. Con unos actores en estado de gracia y a un gran nivel, sobre todo el trio protagonista formado por Burt Lancaster (en su debut cinematográfico), Ava Gadner y Edmon O´Brien, el tiempo la ha colocado en uno de los indiscutibles clásicos del cine negro.

The Sopranos. Third Season, chapter three, de 2.001. Dirigida por Henry J. Bronchtein. Ha muerto James Gandolfini. Muy aficionado al cine de gangsters, me llamó la atención el tráiler del primer capítulo cuando lo presentó en España Canal Plus. Y fue amor a primera vista. Esto que estaba viendo no se parecía en nada a cualquier serie de televisión que pudiera ver en ese momento. Y a partir de ahí cambió la forma de hacer televisión. Durante 8 años, al tiempo de cada temporada, era especial el día en que emitían el capítulo de turno. Y quería ver a Tony, todo era Tony. Que serie mas maravillosa, y que actor mas extraordinario. Descanse en paz Mr. Gandolfini.

Ya colgamos anteriormente el chiste de Tarantino en el cameo que hace en Desperado, pero ahora toca recordar una de las mejores canciones que ha interpretando Tito &Tarantula desde siempre, el Blues Strange Face of Love. Sin duda, en el momento en el que sale, es la mejor demostración de las habilidades de Robert Rodríguez como realizador de Videoclips. Hay quien considera esta película mala, pero a mi me parece una pasada de principio a fin, asumiendo que en en sí misma una fábula exageradísima, y que las fábulas no siempre son para niños claro. En la escena, el personaje que interpreta Tito Larriva (cantante del grupo) intenta huir del bar destrozado tras el infructuoso intento de acabar con el Mariachi (Antonio Banderas), y su fatídico desenlace.

William Shakespeare´s Julius Caesar, de 1953. Dirigida por Joseph L. Mankiewicz. Muchas han sido las adaptaciones de la obra de Shakespeare llevadas al cine y grandes autores las han firmado (Oliver, Welles, Kurosawa, Zeffierelli, etc), pero esta es de mis preferidas. Realizada por un maestro descomunal, Mr. Mankiewicz, las tramas políticas y militares con ese lenguaje tan característico te absorben a cada minuto que pasa. Todo alrededor del enfrentamiento dialéctico entre otros dos grandes, Marlo Brando como Marco Antonio y James Mason como Bruto, que desencadenará en enfrentamiento bélico. Cuando parece que la muerte de César puede dar lugar por fin a la instauración de la República, pensando los conspiradores que es lo que el pueblo necesita, resulta que a lo mejor no es lo que quiere. De ahí el famoso discurso de Marco Antonio al lado del cadáver de su aliado, alabando su gobierno y sus triunfos, que tan bien está narrado e interpretado en la película por Brando, arrancando los vítores de sus oyentes cuando justo antes daban por bueno el magnicidio. Este es el famoso discurso.

Escuchando ese pedazo de Podcast que es Apocalipsis Friki, me ha dado por recordar esta maravillosa serie de los ochenta. No se trata de cine, ya lo sé, pero el guión de los capítulos aunando misterio y comedia (entrenimiento vaya), iluminación, dirección, fotografía, etc, es tan recordable que por supuesto que cabe aquí. Además, en lo respecta a los personajes, qué decir de Cybill Shepherd doblada por Gloria Cámara (Madeline Hayes) y Bruce Willis doblado por el mítico Ramón Langa (David Addison)… le dieron otro significado al término tensión sexual. Dicen que Cybill Shepherd no supo llevar ser absorbida por Bruce Willis, pero en cualquier caso ambos nos dieron una temporadas geniales. En el diálogo aportado se produce el primer encuentro entre ambos, ella entra a la oficina como nueva dueña y él se presenta como lo que es, el embrión de walter (el personaje del mismo Willis en Cita a Ciegas) y John Mclaine. !Nadie lleva mejor que este personaje una resaca! A su vez suena al principio la voz de Amelia Jara doblando a Allyce Beasley (la secretaria Agnes Topisto) que arbitraba siempre los partidos que se marcaban estos dos. A destacar todo el diálogo entre ellos cerrado con la frase demoledora de Addison… "¿Sabe lo que es sorprendente?…que por los anuncios de la tele, los posters y los carteles que hay en la calle jamás se adivinaría lo puta y lo fría que es..." Genial

Tras una nueva entrada y encontronazo con el entrañable personaje representado por Elisha Cook Jr., el bueno de Sam Spade (Bogart - Francisco Arenzana) se reune de nuevo con Kasper Gutman (Sidney Greenstreet - Estanis González), retomando la conversación sobre el "pájaro negro". Tras el relato que comienza con los Caballeros de Rodas y sus ofrecimientos al emperador Carlos V, ubicamos al archiconocido Halcón Maltés, joya mentada por muchos, codiciada por todos y núcleo de la película, la cual nos acaba mostrando lo que verdaderamente se pretende, el ver cómo la codicia afecta a todos los personajes poseídos por ella.

Con la intención de calentar motores antes de la edición del próximo Balas sobre Endor, continuamos con la que para mí es la mejor representación de lo que es el cine negro en particular y, ¿por qué no?, del cine en general. Se trata de la presentación de Sam Spade (Bogart - Francisco Arenzana) a Kasper Gutman (Sidney Greenstreet - Estanis González) El diálogo se produce en los aposentos de "El gordo", uno de los personajes que ansía la preciada estatuilla. Es uno de los momentos claves de la película, en la que se reunen por un lado algunas de las ingeniosas frases del señor Gutman ("desconfío de los hombre callados, porque..." "desconfío del hombre que dice basta cuando le sirven un trago, porque...") junto con la hábil estrategia de Spade, callando mucho y diciendo lo justo, aparte de por no saber más, para sonsacar lo que puede a su rival. Como marca esa estrategia que tantas veces será imitada en la historia del cine, en el momento en el que puede que descubran sus cartas, monta en cólera y se marcha. Órdago que le saldrá bien al recibir una nueva invitación a volver a hablar, en otro diálogo antológico que subiremos posteriormente, en el que se demuestra por fin la causa del interés que todos parecen tener por el "pájaro negro". A sus pies, señores Hammett y John Huston.

Stagecoach, de 1939. Dirigida por John Ford. Este corte supone la entrada al cine con mayúsculas de El Duque, John Wayne. Venido de producciones de serie B de la época, hace su aparición en Monument Valley y el resto es historia. Sí, esta es su primera intervención en la película y al cine con mayúsculas, acercándose a la diligencia que le encumbrará y supondrá la sociedad Wayne-Ford que tantas obras maestras dará. La escena no es que suponga un hito en cuanto a diálogos se refiere, pero su valor arqueológico es total ya que a partir de esta escena Wayne se convierte en un auténtico icono cultural. Y qué decir de la película, auténtica revolución del western y clásico imperecedero. Con unos personajes tan variopintos como carismáticos, cada uno con sus virtudes e imperfecciones, su interacción la convierten en una película con tantas lecturas que van más allá del western típico: diferencias sociales, lealtad, codicia, amores platónicos, enemigo común, etc. Hay de todo.

Para muchos la película más grande que se ha hecho de cine negro (para mí sin duda en la cima, pero no mi preferida). Bogart, Hawks, Chandler, Faulkner, Bacall, Dorothy Malone, etc,etc,etc,etc. Drogas, sexo, juego, sobornos, chantajes, asesinatos, todo rodado a base de secuencias realmente brillantes con diálogos llenos de material recordable. Eso sí, que no se tenga en cuenta como una película basada en una trama coherente, sino más bien una maraña de mini-cortos que sólo a los varios revisionados cogen sentido en su conjunto. En cambio, sólo con verla una vez no se olvida ni un sólo fotograma. El diálogo es el que tienen Marlowe y Sternwood en su presentación, tan buen ejemplo como cualquier otro de lo que es la película en sí, con el encargo del trabajo que determinan todos los sucesos del resto de la película (11 mujeres, 8 asesinatos, gansters, matones, un fiscal y algún que otro inocente…o no). Al doblaje Jose Luis San Salvador como Bogart (Detective Marlowe) y Luis Posada Mendoza como el General Sterwood. Que sirva de calentamiento para el Balas sobre Endor 02!!!!!

Rocky II, de 1979. Dirigida por Sylvester Stallone. No llega al nivel de su predecesora pero la película tiene sus momentos. Al menos se sigue volcando en la evolución del personaje, hecho que no ocurre en sus continuaciones, salvo la última, Rocky Balboa (2006), digno epílogo a la saga. La película comienza justo donde termina Rocky (1976), con el protagonista y su rival convalecientes a causa de las lesiones producidas en su combate. Ya después regresaremos a sus relaciones con Adrian, Paulie y Mickey hasta la famosa revancha, la cual tendrá lugar con un final nada imprevisto. A mi entender el desenlace del combate no es tan épico tanto musical como cinematográficamente que su antecesora, pero tiene su aquel.

El Sr Gekko me ha recordado otra mítica escena de esta película. Se trata del momento de relax que se marcan Aubrey y Maturin (Russell Crowe el capitán Aubrey y Paul Bettany el doctor Maturin) cogen el violín y el violoncelo e interpretan “La musica notturna delle strade di Madrid”, de Luigi Boccherini. Crowe siempre ha dicho que lo más difícil que ha hecho como actor es aprender a tocar el violín para hacer esta escena. Les queda de lujo la verdad.

Master and Commander: The Far Side of the World, de 2003. Dirigida por Peter Weir. Con una filmografía no excesivamente larga, pero con grandes títulos, Peter Weir nos trasladó a un navío inglés en plena contienda contra Francia a principios del siglo XIX con un realismo superior. Con una labor de producción espectacular pudimos comprobar el día a día de la tripulación y su jerarquía. El detalle está cuidado al máximo, desde la cocina hasta la capitanía. Las bromas de los más jóvenes, la profesionalidad de los médicos, la responsabilidad de los superiores, las inclemencias meteorológicas y el sufrimiento de la guerra. Y por supuesto la crudeza de las batallas en alta mar, con un sonido insuperable. Realismo en todos los sentidos. Aquí se preparan todos los de la tripulación con el Capitán Jack Aubrey (Russell Crowe) a la cabeza para el asalto final al buque francés. El capitán intenta inspirar a su gente y desde luego lo consigue. Ya veremos el resultado.

Desde aquí nuestro pequeño pero sincero homenaje a este lider geek que es Bruce Campbell, dirigido por el no menos irado Sam Raimi (todo desde el punto de vista más ochentero posible). Gracias a LODE he podido volver a recordar esta original trilogía, sólo apta para aficionados al mundillo fanta-terror. Este corte pertenece a la tercera parte de la trilogía Evil Dead, considerada por muchos como la pelicula más mala pero entretenida de la historia. Es en sí misma un giro de tuerca inesperado tras ver una primera parte (Posesión Infernal en España) en la que se descubre el talento de un director apoyado por un ínfimo presupuesto y una segunda parte (Terroríficamente Muertos) que no se sabe si es reboot o continuación, con algo más de apoyo pero no desbordante. Esta tercera parte es un cambio de registro hacia las aventuras fantásticas con grandes dosis de humor. Advertencia: sirva de ejemplo este corte, no es posible tomar en serio esta película, y de ahí su encanto. Antonio Lara al doblaje de Bruce Campbell como el mítico "Ash"

Dead Man Walking, de 1995. Dirigida por Tim Robbins. Película denuncia sobre la pena de muerte, llama la atención, a diferencia de muchas otras sobre este tema, que al menos el condenado sí es culpable, contrastando el dolor de las familias de las víctimas con el propio sufrimiento del personaje que interpreta Sean Penn, Poncelet. Y como denominador común en ambos lados tenemos a la hermana Helen (Susan Sarandon), la personificación del desahogo espiritual de todos los encartados. Traemos la despedida de Poncelet y su confesión. Escena triste, sí, pero muy contundente. Muestra lo que realmente pretende la película, claramente contraria a esta clase de pena penal. Si ésta realmente no es otra cosa que lo que castiga, la muerte de uno por la mano del otro.

Me quedo con un comentario bastante popular sobre esta película. La BSO es un personaje más. Este corte es el tema Just Dropped In, de Kenny Rogers, y completa la escena de uno de los sueños oníricos del nota, volando a través de las pistas de bolos y bajo las piernas de las bailarinas, bailando con el personaje de Julianne Moore cual doma de valkyria, y una sucesión de escenas sólo aplicables a la propia película.

The Private Life of Sherlock Holmes, de 1970. Dirigida por Billy Wilder. Más Wilder. Tras numerosas adaptaciones del personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle, tuvo que llegar el genial director y guionista para introducirnos en la persona en vez de en el detective. Y un proyecto de este calibre debe ser llevado a cabo por un Grande, si no, puede descarrilar. De forma rotunda vemos a Holmes sufrir, dudar, pero sin obviar su lado excéntrico y sarcástico. Y enamorarse, ya a lo largo de la película se comprobará si es pasajero o definitivo, pero se le ve inseguro con el sentimiento. Un Holmes tridimensional. The Ultimate Sherlock Holmes. Es posible que los más fieles seguidores del personaje no se lo esperaran pero siempre ha sido muy valorada esta versión. Aunque para muchos es considerada una película redonda, quizá el último tercio no la convierte en tal, al menos en mi opinión, y es posible que tengan que ver los cambios y cortes exigidos por lo estudios a un Wilder en sus últimos años que tenía proyectada una película de más duración. Aún así tiene unas secuencias y diálogos brillantes, pero sobre todo un personaje tratado con el mayor de los respetos. Este corte es una de mis escenas favoritas, cuando a Holmes le solicitan un servicio más allá de lo profesional, jugando con ese aspecto del detective mas enigmático, al menos desde fuera, como es su “especial” relación con Watson. La secuencia es sublime, impagable. Y sus consecuencias, justo a continuación, en la escena del baile, que hay que ver ya que aquí no se puede reproducir, sólo suena la música...

Touch of Evil. De 1958. Dirigida por Orson Welles. Mas allá del brillante plano secuencia de inicio, estamos en presencia de una montaña rusa de sensaciones con apenas pequeños respiros en el argumento. Todos los personajes son llevados al límite, y aunque Mike Vargas (Charlton Heston) sea el mas transparente en su discurso, su insistencia en la búsqueda de la verdad y la justicia puede arrastrar a su esposa Susan (Janet Leigh, que esta soberbia interpretando a una mujer valiente y consecuente con el código de conducta de su esposo, Vargas, alejada del arquetipo mujer débil-indefensa-víctima). Y es que su adversario Hank Quinlan (Orson Welles), es una locomotora que arrasa todo a su paso. Con una presencia descomunal y brutal, desde el primer momento de su aparición se comprueba que es el auténtico amo y señor de la situación. Sus enemigos le temen como al mismísimo diablo y sus compañeros y superiores no son mas que vasallos e instrumentos en sus tejemanejes para lograr sus objetivos. Y no olvidemos que al igual que el resto quiere lo mismo, hacer justicia, sabiendo que el sospechoso es culpable, pero sin ningún respeto a un sistema legal que no esta adaptado a las convicciones de este hombre. El fin justifica los medios. Algunos estarán de acuerdo, pero Vargas no y sera su persistencia lo que ocasione que el indomable se coloque justo en el lado de lo que mas aborrece, provocando su único y primer error, que puede ser fatal. Esta secuencia es uno de esos enfrentamientos dialécticos entre Quinlan y Vargas que provocará un punto sin retorno colocándoles frente a frente en un duelo final en el que solo puede quedar uno. El mundo es demasiado pequeño para ambos. No hay sitio para los dos.

Touch of Evil, de 1958. Dirigida por Orson Welles. Mas allá del brillante plano secuencia de inicio, estamos en presencia de una montaña rusa de sensaciones con apenas pequeños respiros en el argumento. Todos los personajes son llevados al límite, y aunque Mike Vargas (Charlton Heston) sea el mas transparente en su discurso, su insistencia en la búsqueda de la verdad y la justicia puede arrastrar a su esposa Susan (Janet Leigh, que està soberbia interpretando a una mujer valiente y consecuente con el código de conducta de su esposo, Vargas, alejada del arquetipo esposa-víctima). Y es que su adversario, Hank Quinlan (Orson Welles), es una locomotora que arrasa todo a su paso. Con una presencia descomunal y brutal, desde el primer momento de su aparición se comprueba que es el auténtico amo y señor de la situación. Sus enemigos le temen como al mismísimo diablo y sus compañeros y superiores no son más que vasallos e instrumentos en sus tejemanejes para lograr sus fines. Y no olvidemos que al igual que el resto quiere lo mismo, hacer justicia, sabiendo que el sospechoso es culpable, pero sin ningún respeto a un sistema legal que no está adaptado a las convicciones de este hombre. El fin justifica los medios. Algunos estarán de acuerdo, pero Vargas no. Y será su persistencia lo que haga que el indomable Quinlan se coloque justo en el lado de lo que más aborrece, el criminal, provocando su único y primer error, que puede ser fatal. Esta secuencia es uno de esos enfrentamientos dialécticos entre Quinlan y Vargas, que provocarà un punto de no retorno entre ambos, colocàndolos frente a frente en un duelo final en el que solo puede quedar uno. El mundo es demasiado pequeño para ambos. No hay sitio para los dos.

The Godfather, de 1972. Dirigida por Francis Ford Coppola La adaptación que Coppola llevó al cine de la obra litería de Mario Puzzo superó a la misma y se convirtió en un mito cultural. Familia, poder, honor y venganza se personifican en Vito Corleone (Marlon Brando). De ahí que resulte emocionante la profunda y trasparente tristeza que siente al recibir la noticia de la muerte de su hijo magistralmente interpretada por Brando. El que le da la noticia es su hijo de adopción (más de hecho que de derecho), Tom Hagen (Robert Duvall), desplomándose ante un espectador que le ha visto frío y distante, pero con una apabullante seguridad en sí mismo, cuando es incapaz de comunicarle algo así a su padre, refugiándose de todo el mundo. Pero ahí no acaba la cosa, ya que la reacción del padre de todos tras el hecho, es la mas inesperada, ¿o no?, habida cuenta le queda otro hijo que salvar, el pequeño, un hijo que devorará todo a su paso.