Memorias y aventuras de Barry Lyndon, de Tackerey 3u3o6h

La magistral película de Kubrick volvió a dar vigencia a una de las novelas más cínicas de la literatura i nglesa del siglo XIX, "Las memorias de Barry Lindon" de Thackeray, obra que fue una crítica a la cantidad de aventureros que habían ocupado posiciones importantes en la Inglaterra de sus tiempos y donde trató de mostrar cómo las riquezas hacían que la sociedad perdonara cualquier medio de lograrlas. Memorias y aventuras de Barry Lyndon (1844) recibe una vivificante influencia de la novela picaresca española del Siglo de Oro, que la emparenta con otras memorables novelas biográficas como Moll Flanders, Tom Jones o Tristram Shandy, aunque el caballero Lyndon no es propiamente un pícaro del siglo XVIII, sino, como él mismo dice, «un hombre de mundo».

La magistral película de Kubrick volvió a dar vigencia a una de las novelas más cínicas de la literatura i nglesa del siglo XIX, "Las memorias de Barry Lindon" de Thackeray, obra que fue una crítica a la cantidad de aventureros que habían ocupado posiciones importantes en la Inglaterra de sus tiempos y donde trató de mostrar cómo las riquezas hacían que la sociedad perdonara cualquier medio de lograrlas. Memorias y aventuras de Barry Lyndon (1844) recibe una vivificante influencia de la novela picaresca española del Siglo de Oro, que la emparenta con otras memorables novelas biográficas como Moll Flanders, Tom Jones o Tristram Shandy, aunque el caballero Lyndon no es propiamente un pícaro del siglo XVIII, sino, como él mismo dice, «un hombre de mundo».

La magistral película de Kubrick volvió a dar vigencia a una de las novelas más cínicas de la literatura inglesa del siglo XIX, "Las memorias de Barry Lindon" de Thackeray, obra que fue una crítica a la cantidad de aventureros que habían ocupado posiciones importantes en la Inglaterra de sus tiempos y donde trató de mostrar cómo las riquezas hacían que la sociedad perdonara cualquier medio de lograrlas. Memorias y aventuras de Barry Lyndon (1844) recibe una vivificante influencia de la novela picaresca española del Siglo de Oro, que la emparenta con otras memorables novelas biográficas como Moll Flanders, Tom Jones o Tristram Shandy, aunque el caballero Lyndon no es propiamente un pícaro del siglo XVIII, sino, como él mismo dice, «un hombre de mundo».