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Hemos visto a colectivos solicitándole a la RAE que incluyan determinadas entradas, a la RAE defendiendo el masculino plural para referirse a hombres y mujeres porque no excluye a estas… Polémica tras polémica, me apetecía reflexionar sobre el lenguaje inclusivo en el episodio más heterodoxo de todo el pódcast hasta la fecha. Porque generar debate también puede ser interesante.

Vale. Ya hemos decidido que queremos escribir ficción; también tenemos, aunque sea a grandes rasgos, el argumento. Pero ¿cómo desarrollamos el relato? No vale solo con tener una buena historia: también necesitamos darle nuestro estilo, que es único. Con estos consejos espero ayudarte a encontrar la tuya.

A menudo, en conversaciones o en textos, del más trivial al más sesudo, aparecen estas palabras. Y ocurre que hay quienes confunden sus respectivos usos. Hoy vamos a tirar un poquito de etimología para entender mejor cuál es el origen y el significado de cada una de estas palabras, y también cómo debemos utilizarlas.

¿Es lo mismo una sigla que un acrónimo? ¿Cómo los distinguimos y, sobre todo, cómo debemos escribir unas y otros? En este episodio del pódcast vamos a aprender a consignarlos y a diferenciarlos para mejorar, aún más si cabe, nuestros textos.

¿Quién no se ha enfrentado alguna vez a la redacción de un e-mail para postularse como candidato a un puesto de trabajo, para resolver un trámite con su jefe o su cliente, para dirigirse a un profesor del instituto o de la universidad? Nos asaltan mil dudas: qué tono emplear, cómo estructurarlo, de qué modo comenzar… En este episodio intento dar respuesta a vuestras dudas para que ese trance sea más liviano.

He observado que podemos ser algo caóticos al escribir los símbolos y las abreviaturas. ¿Llevan punto? ¿Se separan, en el caso de los símbolos, de la cifra a la que acompañan? ¿Se puede abreviar de distintas maneras una palabra? Todo esto y un poquito más, en un nuevo capítulo del pódcast que espero que os sirva para aprender a escribir unos y otras… y, en consecuencia, a diferenciarlos.

Es uno de los signos de puntuación con los que más nos peleamos; ¿cómo usar correctamente los punto y coma? ¿Se pueden utilizar sustituyendo a la coma o a los dos puntos? ¿Hay usos específicos del punto y coma? Intento, en este episodio, explicar todo esto. ¡Espero despejar más de una duda con esta nueva entrega!

Como ya os conté en el anterior episodio, hay varios elementos que nos van a ayudar a construir la tensión narrativa en nuestro relato, novela, etcétera. Hoy van unos cuantos consejos más para que vuestros textos sean mucho más atractivos para el lector. ¡Espero que os guste!

Cuando nos enfrentamos al proceso de escribir ficción hay muchos elementos que debemos tener en cuenta para que el resultado sea lo más satisfactorio posible. Uno de ellos es encontrar todos aquellos elementos que puedan aportar tensión a la narración. No es fácil, pero no podemos prescindir de ella si queremos que lo escrito llegue con fuerza al lector y lo atrape.

¡Ay, nuestros signos de exclamación e interrogación! ¿Por qué nos cuesta tanto usarlos bien y, sobre todo, usar también el de apertura? En el episodio de hoy vamos a ver las normas básicas de uso de estos dos signos y os cuento un par de detalles que los hacen tan peculiares en nuestro idioma.

Más allá de las faltas de ortografía o de los errores sintácticos o gramaticales, hay otros enemigos al acecho cuando estamos escribiendo. Dos de ellos son las redundancias y los clichés. Ojo, porque se esconden mejor que otro tipo de «enemigos». Debemos aprender a detectarlos y eliminarlos. Os muestro algunos ejemplos y también os explico por qué es bueno sacarlos de vuestros textos.

Imagina que tienes una historia magnífica en la cabeza. Antes de escribirla vas a necesitar saber quién la cuenta; es decir, debes elegir al narrador adecuado. ¿Cuánto debe saber? ¿Es testigo de los hechos o no? ¿Primera, segunda, tercera persona…? Analizamos los distintos tipos de narrador para que tu elección sea la adecuada.

Tan sencillo para algunos, tan complejo para otros. ¿Por qué hay gente laísta o leísta y gente que no lo es? ¿A qué se debe? ¿Hay maneras de detectarlo y de corregirlo? En este capítulo intento explicar por qué se dan estos fenómenos, por qué no debe acomplejarnos ser laístas o leístas y cómo acertar con el pronombre adecuado.

Si tenéis redes sociales, seguro que habéis leído la palabra «solotildista». Bien, es un neologismo que se usa en broma (espero) para reivindicar la tilde en la palabra «solo». Pero ¿por qué de repente la RAE decidió un día quitarla? Aquí intento explicarlo. ¡Espero que os guste!

Es un clásico: ¿cuándo escribir «por qué», «porque», «porqué» y «porque»? Os doy ejemplos y trucos para que no haya confusión. Y como ha habido tiempo, también distinguimos «sino» de «si no» y alguna cosita más. Hoy tenemos un combinado curioso de locuciones, conjunciones, etc., que aprenderemos a escribir bien.

El gerundio es una de esas formas verbales de las que se abusa. Y no solo eso: a menudo se utiliza mal. En este capítulo intento explicar por qué, cómo evitarlo y, sobre todo, recursos para reducir al máximo su uso. El gerundio es como los puntos suspensivos: siempre, en pequeñas dosis.

¿Qué son los prefijos? ¿Debemos escribir «super guapo», «superguapo» o «super-guapo»? ¿Van siempre prefijo y palabra unidos, separados con un espacio o unidos por un guion? Del correcto uso de los prefijos y de algunas excepciones hablamos en este capítulo del pódcast.

¿Usamos bien las comillas? Hoy hablamos de ellas, de la jerarquía que tienen dentro de una frase, de cuáles son sus principales funciones y, por qué no, de lo que he dado en llamar «efecto Joey». ¿Utilizas correctamente este signo ortográfico o las tiras por ahí como si fueran confeti? Descúbrelo en este capítulo del pódcast.

¿Cuántos son y cuándo hay que usarlos? ¿Abusamos de los puntos suspensivos? ¿Cómo evitarlos para no abarrotar nuestros textos con ellos? ¿Por qué no hay que excederse en su uso? Intento dar respuesta a un problema que detecto desde hace tiempo en todo tipo de textos y al que deberíamos, en mi modesta opinión, poner freno.

Puede que hayas querido redactar la crítica a un libro que has leído en tu web o blog, o hacerlo en una página especializada. ¿Por dónde empezar? ¿Tiene una estructura determinada? ¿En qué debemos fijarnos? Si es tu caso, toma nota. Si no, puede que esta misma estructura también te sirva para una crítica cinematográfica, para un comentario de texto en profundidad, para un trabajo en el instituto…