
Fase 9 "Detroit..... underground resistance" 2j6c15
“Detroit: Underground Resistance” Para que nazca un estilo musical y una escena paralela a ello, han de confluir varios factores, entre otros: entorno socio-económico, influencias de otro tiempo y lugar, necesidad de reivindicación en la juventud y grandes dosis de creatividad y talento. Con el techno se dieron todas esas premisas. La ciudad de Detroit fue el escenario y los años 80, el momento del siglo XX para que esto aconteciese. La potente industria norteamericana del automóvil de la primer mitad del siglo, eligió esta ciudad del estado de Michigan situada a orillas de los grandes lagos para establecerse, lo cual supuso un crecimiento desmesurado a nivel económico, social y migratorio. Algo sin precedentes en la joven historia de los Estados Unidos. Alabama, Georgia, Mississipi …… el sureste del país era el origen de cientos de miles de emigrantes. Detroit se empieza a conocer como la “Motor City”. En el ADN de toda este gente de origen africano, estaba el sentido del ritmo y por ende el sentido musical. El blues, soul y rythm and blues de los 50 es el precedente de lo que sucedería con el techno en los años 80. La “Motown”, aparte de un prestigioso sello discográfico, fue una denominación de origen musical. La crisis de la industria automovilística en Detroit, inicia una etapa decadente a partir de los 70. Los disturbios raciales de 1967 son una estocada al alma de una ciudad agrietada. Muchos jóvenes que veían como su futuro laboral en las fábricas se desvanecía casi por completo, sentían la necesidad de reivindicarse, y como muchas otras veces, la música es una de las herramientas más poderosas. Al margen de los circuitos comerciales, bandas como MC5 o The Stooges, capitaneados por Iggy Pop, surgieron del Detroit más underground. Paralelamente, el sonido P-funk, con George Clinton como máximo representante, aportaba dosis necesarias de felicidad y buenas vibraciones a la juventud de la ciudad. Y así pasaron los años 70. Ya en los 80, un personaje clave aparece en escena, The Electrifying Mojo, locutor y dj radiofónico. En su show “The Midnight Funk Association”, sonaba lo más actual y vanguardista de la música europea de ese momento como Kraftwerk, The Human League, Gary Numan o Depeche Mode, mezclado con James Brown, Aretha Franklin o George Clinton. Un joven Juan Atkins se infectó rápidamente del virus musical que las diferentes estaciones de radio que acogieron a The Electrifying Mojo expandieron por la ciudad. Junto a sus compañeros del instituto Belleville, Derrick May y Kevin Saunderson, revolucionaron sin quererlo ni saberlo, la música contemporánea de finales del siglo XX. En estudios totalmente caseros y con la influencia de lo que estaba sucediendo esos años en Chicago con el “house”, empezaron a grabar sus primeras producciones. Atkins se apuntó en un curso de grabación y producción musical, allí conoció a Rick Davies y juntos crearon Cybotron, un grupo musical totalmente fascinado por la tecnología y la ciencia ficción. Tras su disolución, Juan Atkins, ya en solitario empezó a producir bajo el alias de Model 500. Él fue el que acuñó el término “techno” para referirse a lo que estaban produciendo, tanto él como Derrick May, Kevin Saunderson y Eddie Fowlkes. La música que producían, aparte de sonar en el programa de Mojo, se podía escuchar en los clubs clandestinos que surgían en el centro de una ciudad en plena decadencia y abandono. El “Music Institute”, probablemente fue, el primer club de música techno del mundo. En cuestión de poco tiempo, otros jóvenes como Jeff Mills, Mike Banks, Robert Hood, Stacey Pullen, Blake Baxter o Anthony Shakir se unieron activamente y potenciaron la incipiente escena. Los estudios y sellos discográficos crecieron exponencialmente en esos años, incluso adolescentes de familias bien y acomodadas de Canadá, cruzaban el lago para ir de fiesta a los clubs underground de Detroit. Richie Hawtin y John Aquaviva fueron la excepción de raza blanca en la escena de esos primeros años. La propagación definitiva del nuevo virus sucedió en Europa. Llegó de la mano de Neil Rushton, un dj inglés al que de casualidad llegó a sus manos el “Nude Photo”, tema producido por Derrick May. Neil se puso en o con May, estableciendo una relación que llevó a Derrick a visitar Londres. Con el lanzamiento de “Strings of Life” y del “Big Fun” de Inner City, el proyecto de Kevin Saunderson con la vocalista Paris Grey, el impacto fue brutal. Coincidiendo con el “verano del amor” de 1988, el fenómeno del techno resultó imparable a partir de entonces. La llamada segunda ola del techno en Detroit, que abanderaban nuevos talentos apadrinados por los pioneros, consolidó y dio un paso evolutivo y de calidad muy importante, con nombres tales como Carl Craig, Octave One o Richie Hawtin bajo su alias de Plastikman. Por suerte, la esencia más pura y underground de los primeros años, se mantiene gracias a gente como Mike Banks y todos los que han formado parte de “Underground Resistance” desde su creación. Actualmente, y con un mundo cada vez más globalizado y tecnificado, Detroit no solo es conocida por el automóvil, la Motown o los Detroit Pistons……. el techno siempre será parte de su alma. l3n17
“Detroit: Underground Resistance”
Para que nazca un estilo musical y una escena paralela a ello, han de confluir varios factores, entre otros: entorno socio-económico, influencias de otro tiempo y lugar, necesidad de reivindicación en la juventud y grandes dosis de creatividad y talento.
Con el techno se dieron todas esas premisas. La ciudad de Detroit fue el escenario y los años 80, el momento del siglo XX para que esto aconteciese.
La potente industria norteamericana del automóvil de la primer mitad del siglo, eligió esta ciudad del estado de Michigan situada a orillas de los grandes lagos para establecerse, lo cual supuso un crecimiento desmesurado a nivel económico, social y migratorio. Algo sin precedentes en la joven historia de los Estados Unidos.
Alabama, Georgia, Mississipi …… el sureste del país era el origen de cientos de miles de emigrantes.
Detroit se empieza a conocer como la “Motor City”. En el ADN de toda este gente de origen africano, estaba el sentido del ritmo y por ende el sentido musical.
El blues, soul y rythm and blues de los 50 es el precedente de lo que sucedería con el techno en los años 80.
La “Motown”, aparte de un prestigioso sello discográfico, fue una denominación de origen musical.
La crisis de la industria automovilística en Detroit, inicia una etapa decadente a partir de los 70.
Los disturbios raciales de 1967 son una estocada al alma de una ciudad agrietada.
Muchos jóvenes que veían como su futuro laboral en las fábricas se desvanecía casi por completo, sentían la necesidad de reivindicarse, y como muchas otras veces, la música es una de las herramientas más poderosas.
Al margen de los circuitos comerciales, bandas como MC5 o The Stooges, capitaneados por Iggy Pop, surgieron del Detroit más underground.
Paralelamente, el sonido P-funk, con George Clinton como máximo representante, aportaba dosis necesarias de felicidad y buenas vibraciones a la juventud de la ciudad. Y así pasaron los años 70.
Ya en los 80, un personaje clave aparece en escena, The Electrifying Mojo, locutor y dj radiofónico.
En su show “The Midnight Funk Association”, sonaba lo más actual y vanguardista de la música europea de ese momento como Kraftwerk, The Human League, Gary Numan o Depeche Mode, mezclado con James Brown, Aretha Franklin o George Clinton.
Un joven Juan Atkins se infectó rápidamente del virus musical que las diferentes estaciones de radio que acogieron a The Electrifying Mojo expandieron por la ciudad.
Junto a sus compañeros del instituto Belleville, Derrick May y Kevin Saunderson, revolucionaron sin quererlo ni saberlo, la música contemporánea de finales del siglo XX.
En estudios totalmente caseros y con la influencia de lo que estaba sucediendo esos años en Chicago con el “house”, empezaron a grabar sus primeras producciones.
Atkins se apuntó en un curso de grabación y producción musical, allí conoció a Rick Davies y juntos crearon Cybotron, un grupo musical totalmente fascinado por la tecnología y la ciencia ficción.
Tras su disolución, Juan Atkins, ya en solitario empezó a producir bajo el alias de Model 500. Él fue el que acuñó el término “techno” para referirse a lo que estaban produciendo, tanto él como Derrick May, Kevin Saunderson y Eddie Fowlkes.
La música que producían, aparte de sonar en el programa de Mojo, se podía escuchar en los clubs clandestinos que surgían en el centro de una ciudad en plena decadencia y abandono.
El “Music Institute”, probablemente fue, el primer club de música techno del mundo.
En cuestión de poco tiempo, otros jóvenes como Jeff Mills, Mike Banks, Robert Hood, Stacey Pullen, Blake Baxter o Anthony Shakir se unieron activamente y potenciaron la incipiente escena.
Los estudios y sellos discográficos crecieron exponencialmente en esos años, incluso adolescentes de familias bien y acomodadas de Canadá, cruzaban el lago para ir de fiesta a los clubs underground de Detroit.
Richie Hawtin y John Aquaviva fueron la excepción de raza blanca en la escena de esos primeros años.
La propagación definitiva del nuevo virus sucedió en Europa. Llegó de la mano de Neil Rushton, un dj inglés al que de casualidad llegó a sus manos el “Nude Photo”, tema producido por Derrick May.
Neil se puso en o con May, estableciendo una relación que llevó a Derrick a visitar Londres.
Con el lanzamiento de “Strings of Life” y del “Big Fun” de Inner City, el proyecto de Kevin Saunderson con la vocalista Paris Grey, el impacto fue brutal.
Coincidiendo con el “verano del amor” de 1988, el fenómeno del techno resultó imparable a partir de entonces.
La llamada segunda ola del techno en Detroit, que abanderaban nuevos talentos apadrinados por los pioneros, consolidó y dio un paso evolutivo y de calidad muy importante, con nombres tales como Carl Craig, Octave One o Richie Hawtin bajo su alias de Plastikman.
Por suerte, la esencia más pura y underground de los primeros años, se mantiene gracias a gente como Mike Banks y todos los que han formado parte de “Underground Resistance” desde su creación.
Actualmente, y con un mundo cada vez más globalizado y tecnificado, Detroit no solo es conocida por el automóvil, la Motown o los Detroit Pistons……. el techno siempre será parte de su alma.