Podcast, El beisbol, Pasión historia y grandes ligas. 1n5x55

Buenos días, mi gente. Arranca Levántate Chévere con Tupana Hardiman, tu programa con corazoncito venezolano que se transmite todos los días de lunes a viernes de 8 a 10 de la mañana, el encuentro fijo para la comunidad venezolana.

Bueno, te recuerdo que estamos a través de 107.6 Radio Corazón Tropical o a través del streaming levántatechévere.com.

Hoy tenemos un programa que va a batir rivalidades, el béisbol venezolano. Guau, cuántas gradas por ahí, cuántos fanáticos de diferentes equipos.

Entonces, así empezó todo. ¿De dónde salió el béisbol en Venezuela? Parece mentira, pero el béisbol no es un invento venezolano, vino de afuera, específicamente de los Estados Unidos, a finales del siglo XIX.

Unos marineros gringos que estaban en Puerto Rico, como La Guaira y Maracaibo, se bajaban en los barcos y se ponían a jugar con guantes y pelotas y bates raros. La gente los veía con curiosidad, pero poco a poco se fueron animando a jugar y les gustó.

Primero, un pasatiempo de élite, de jóvenes que estudiaban en el exterior o de familias acomodadas. En Caracas, por ejemplo, ya se veían partidos improvisados en los años 20, pero no fue sino hasta los años 40 que la cosa se puso buena, que se puso de verdad.

En 1941, un grupo de muchachos venezolanos fue a Cuba y ganó el campeonato mundial de béisbol amateur. Eso fue una locura. Cuando regresaron, el país entero los recibió como héroes. Ese triunfo fue como encenderle la chispa al pueblo venezolano y se convirtió en la gran pasión nacional.

Desde ese momento, el bate y la pelota pasaron a ser parte de la cultura popular. Empezaron a armarse equipos en barrios, liceos, empresas y hasta en caseríos lejanos. No importaba si había estadio o no, lo importante era que había una pelota hecha a la medida y un palo de escoba. La gente jugaba por igual. Venezuela había encontrado su deporte.

¿Cómo nace la Liga Venezolana de Béisbol Profesional? En 1945, el béisbol dio un salto gigante. Se creó la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, conocida por todos como la LVPP. Cuatro equipos fundaron esa primera temporada. Sabios de Vargas, navegantes del Magallanes, patriotas de Venezuela y cervecería caracas, que luego se convirtió en los leones del Caracas.

De ahí, se empezó a jugar con reglas claras, un calendario fijo y con jugadores cobrando por jugar. Esa lista fue creciendo con el tiempo. Se unieron equipos como los Tiburones de la Guaira, Tigres de Aragua, Águilas del Zulia, Cardenales del Ara e Industriales de Valencia, que luego desaparecieron. Cada uno con su fanaticada, su estilo, sus glorias y fracasos.

Pero lo que dio más fuego a la Liga fue la rivalidad, más sabrosa del país. Caracas vs Magallanes. Eso no es solo un partido, es una guerra. Amistades se rompen por ese juego, parejas se pelean y hasta los abuelos discuten como si fueran política.

La Liga Profesional de Fútbol Venezolana no solo dio espectáculo, también fue escuela para muchos peloteros que luego se fueron a brillar a las grandes ligas. Y aunque han tenido momentos difíciles, crisis económicas, falta de patriotismo, falta de patrocinantes, estadios deteriorados, siempre ha seguido adelante porque la gente no deje de morir.

El béisbol profesional es Venezuela y es sagrado. Las ligas menores, el semillero donde nacen las estrellas. Antes de que el pelotero llegue a ser famoso, tiene que fajarse en las ligas menores. En Venezuela, estas ligas comienzan a aparecer con fuerza en los años 60.

Uno de los proyectos más importantes fue Criollitos de Venezuela, una organización que formó a miles de chamos desde muy pequeñitos y allí aprendían no solo a jugar bien, sino también a ser disciplinados, responsables y a respetar el uniforme. Por esas ligas pasaron casi todos nuestros grandes jugadores, Andrés Galarraga, Omar Vizquel, Bob Abreu, Carlos González y pare usted de contar.

Era común ver partidos los fines de semana en cualquier campo de tierra con mamás vendiendo empanadas, papás pegados a las mallas y abuelos gritando, así no es árbitro, así no es. Era un plan de familia completo.

Con el tiempo empezaron las ligas de los scouts, estos cazatalentos gringos que venían con libreta en mano a ver quién tenía brazo, quién corría más rápido, quién le pegaba más duro a la bola. Si te firmaban, te ibas a una academia y luego a jugar a Dominicana o a Estados Unidos. Y ahí empezaba el verdadero juego, el verdadero sueño que era jugar en las grandes ligas.

Bueno, estamos hablando hoy del béisbol venezolano, estamos haciendo un recorrido, vamos a hacer un recorrido de las grandes ligas.