Planean los buitres. El Radio 2.963 4d69k

Anoche, cuando terminó el partido entre Real Madrid y el Arsenal, en el que se consumó la eliminación del equipo blanco de la Champions esta temporada, me acordé de una canción que compuso hace ya mucho tiempo Rodney Crowell y que fue sobre todo popularizada por Evil Harrys, aunque lo que está sonando ahora, que es esa canción, Till I gain control again, no es la versión de Milou, sino otra realmente espléndida de Alison Claus, y por qué me acordé de esa canción. Podría haber elegido una que suelo citar habitualmente, Burning Down the House, quemando la casa de Talking Heads, pero no, he preferido esta porque tiene un mensaje que me interesa más. Primero hay que decir que por fin ya llegó el Lobo, después de años, después de temporadas y más temporadas anunciando que el Lobo iba a llegar, oye resulta que llegó pero ha tardado una década.

Y ayer leía un tuit de A Toca en el que decía que lo había intentado pero le era imposible criticar a este equipo que tantas alegrías le ha dado. A mí me sucede algo parecido, puede que criticar, sí, aunque no es mi cometido, no es mi negociado, pero lo que no voy a hacer es eso, derribar la casa, quemarla hasta los cimientos. Como parecía que algunos que salían del Santiago Bernabéu, que casualmente anoche los ciudadanos periodistas salieron al micrófono del Ristre a buscar sus opiniones, ellos lo querían limpiar todo, querían acabar con todo, con el entrenador, con la dirección, con la mitad de la plantilla y con la otra mitad también, pero como A Toca, a mí, lo siento, pero eso no me sale. Sí, se habrán cometido errores, sí, habrá que hacer cambios, sí, pero no derribarlo todo, como algunos pretenden.

Y lo que no se puede hacer tampoco, y lo decía en Twitter y algunos no me habéis entendido, lo que no se puede hacer es itir el relato de la prensa, el de la exigencia malentendida. Yo decía, hay un club que ha caído en cuartos de final, está segundo en liga y está también en la final de la Copa del Rey y todo es un desastre, todo está mal, no vale prácticamente nada y, sin embargo, hay otro club que no tiene nada que ver con el club, sino con el tratamiento que le dan los ciudadanos periodistas, que está tercero en liga a más puntos del primero, que fue eliminado en Copa, que fue eliminado por el Real Madrid en Champions y, oye, todo es tranquilidad, todo es sosiego, paz y calma y la trayectoria de títulos de los últimos años de uno y otro son absolutamente incomparables.

Bueno, el que ha ganado más es el que más palos está recibiendo y a mí me parece injusto y me parece un lastre y, oye, si algunos queréis comprar ese relato, para vosotros entero, porque yo no me lo como y llevo casi 3.000 programas de radio denunciándolo, pero para terminar, vayamos con la canción, till I gain control again, hasta que pueda recuperar el control otra vez, el estribillo dice, en el camino que tengo ante mí, hay algunas curvas en las que derraparé, solo espero que me abraces, que me sostengas, hasta que recupere el control otra vez y eso sonaba en mi cabeza, no diciéndolo yo, sino diciéndomelo el club del que soy aficionado, el Real Madrid, porque en los momentos buenos es muy fácil apoyar, es en los malos donde se ve realmente que ese amor que dices tener por el club no es puro postureo, solo en las victorias.

Ayer, y con esto termino, para responder a otro tuitero que se preguntaba por qué los madridistas no podemos ser felices, yo le diría que no,