Personajes indispensables de la Historia de España. "José Patiño y Rosales" por Raúl-Fernando Gómez 1q720

Dijo Camilo José Sela en una ocasión, hay dos clases de hombres, quienes hacen la historia y quienes la padecen.

Bienvenidos amigos a un nuevo programa de Senderos de la Historia, en nuestro programa de hoy de personajes indispensables de la historia de España, os hablaré de Don José Patiño.

Don José Patiño, verdadero primer ministro plenipotenciario desde 1734, ejerció diligentemente el gobierno de España, sorteando la angustiosa burocracia de los consejos.

Su política nacional e internacional estuvo marcada por dos objetivos, la recuperación de la economía y de los territorios de la Casa de Farnese.

Bueno amigos, pues os recomiendo que os abruchéis bien los cinturones porque comenzamos un nuevo programa.

¡Adelante! Aquí comienza Senderos de la Historia, un programa presentado y dirigido por Raúl Fernando Gómez.

Con frecuencia José Patiño encabeza la lista de los grandes gobernantes del siglo XVIII, seguido de Carvajal, Ensenada, Aranda y Florida Blanca.

Nació en Milán en el año 1666, era hermano mayor de Baltasar Patiño, general y político que fue honrado después con el título de Marqués de Castelar.

Su padre, que también había nacido en el milanizado, era intendente militar en Italia y ambos ingresaron en un colegio de jesuitas en Roma.

José decidió seguir la carrera eclesiástica y Baltasar asumió las herencias familiares y muy pronto entró a formar parte del entramado istrativo español.

José Patiño abandonó finalmente la compañía de Jesús sin haberse ordenado sacerdote y decidió seguir la carrera política al lado de Felipe V.

Cuando se declaró la guerra de sucesión española entre los años 1701-1714, los Patiños se pusieron incondicionalmente al lado del pretendiente borbónico.

En 1702, el propio Felipe V pasó a Italia al mando de un gran ejército francés unido a las tropas españolas para enfrentarse al príncipe Eugenio de Saboya, activo militar en pro del archiduque Carlos.

Los españoles lograron desbloquear Mantua y se enfrentaron a las tropas enemigas en los bosques de Luzara.

Ambos bandos aseguraron que habían ganado el combate.

El rey, que descansaba en Milán, conoció allí a los dos hermanos.

La guerra continuó en aquella parte hasta que finalmente quedó en manos austríacas.

Los Patiños se presentaron ante el rey Felipe V en España en 1708.

José entró a formar parte de la camarilla de Jean Orry, que se encontraba entre los ministros y privados ses de los primeros gobiernos del monarca borbónico.

Quizá por indicación de éste, José Patiño se hizo miembro de la Orden de Alcántara para poder acceder al Consejo Real de las Órdenes.

Su ascenso en la istración pasó por una intendencia en Extremadura, donde se disputaba la Guerra de Sucesión en Portugal y después ocupó la Intendencia Militar de Cataluña.

Una vez rendida Barcelona, en el 1714 estuvo al frente de distintos departamentos como la Junta de Justicia y Gobierno de Cataluña.

El ascenso de Alberoni y la corte italiana de Isabel de Farnesio no perjudicaron sus pretensiones.

Desde 1717 fue Intendente General de la Marina y el Ejército, dirigió los preparativos para el asalto a Sicilia y Cerdeña y se ocupó de la gestión económica de la guerra europea.

La caída del cardenal Alberoni en 1719 sí le afectó.

Se dijo que José Patiño era responsable también de los desastres militares que soportaba España con ataques de la Cuádrupe Alianza en todos los frentes, incluso en territorio peninsular.

Patiño fue encarcelado en Barcelona.

En milanés redactó un documento donde daba cuenta de todo cuanto había hecho y por orden de quién, así que finalmente fue repuesto en sus cargos.

A partir de 1720, José Patiño dedicó sus esfuerzos a la renovación de la Marina Española, prestando especial atención a la llamada Carrera de Indias, pues ostentaba también el cargo de superintendente de Sevilla y presidente del Tribunal de Contratación de Indias.

Reforzó y racionalizó el comercio con América y optó definitivamente por Cádiz cuando se planteó trasladar el grueso de las instituciones financieras desde Sevilla.

La renovación de las ordenanzas, la construcción de barcos o la organización de arsenales estuvieron a su cargo y se le debe el primer impulso de la Marina Española durante el siglo XVIII.

A pesar de sus evidencias.