Otra versión de ti 2pw34

No recuerdo cuando me dijiste que querías escribir un libro sobre tu madre, la fecha exacta. El cáncer que mató a tu padre ya estaba en su estadio final. Eso sí lo tengo claro. También sé que llevabas un tiempo demasiado con un proyecto literario entre manos que, por lo que fuera, no acababa de convencerte.

Esto no solo convence, sino que provoca escalofríos a medida que vamos avanzando.

Otra versión de ti de Inés Martín Rodrigo. Nos sorprendió muy gratamente con su anterior trabajo y sigue demostrando que no ha hecho más que llegar al mundo de la literatura.

Inés Martín Rodrigo, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Pues muy bien, la verdad. Muy feliz de estar aquí conversando contigo y te voy a confesar, muy emocionada de que hayas elegido esta canción maravillosa de Mercedes Sosa para arrancar nuestra charla, que todavía la escucho y se me pone la carne de gallina.

Nos ofreces incluso hasta una playlist para que vayamos escuchando.

Sí, es que verdad. Yo siempre he pensado que... A mí me gusta mucho la música y entonces siempre he pensado que, de la misma manera que hay películas que tienen una banda sonora maravillosa, pues ¿por qué no los libros? ¿Por qué no las novelas? Y como en otra versión de ti la música desempeña un papel casi tan importante como la literatura, pues me atrevía... Bueno, a medida que iba escribiendo, iba apuntando las canciones que aparecían en la trama de la novela y al final resultó una playlist bastante interesante, creo.

Sí, muy interesante y esta es una de ellas. La literatura y la música son fundamentales en este relato, que viene marcado por dos pérdidas, la de tu madre y la de tu padre.

A ellos, de hecho, a su memoria dedicas el libro, Inés.

Sí, es así. La novela, otra versión de ti, está dedicada a la memoria de mis padres porque, bueno, primero la ausencia de mi madre, a la que yo perdí cuando tenía 14 años y después el fallecimiento de mi padre, que murió a finales de agosto del año 2023, pues han supuesto dos pérdidas, por supuesto irreparables, pero también que han condicionado tremendamente mi vida.

En el momento en el que te quedas huérfana, en el momento en el que esa orofanda inunda toda tu vida, tienes que asumir que a partir de ese momento vas a tener que caminar quebrada, porque lo cierto es que se te rompe la columna vertebral, ya no estás erguida, te faltan esas dos patas, da igual la relación que tuvieras con tu padre.

No tendré esas nunca ya. Eso es, nunca, nunca. Entonces, una vez que lo asumes, una vez que asumes que vas a estar doblada, pues has de aprender a caminar de ese modo y a mí esta novela me ha servido para eso, para emprender un nuevo camino y para aprender a caminar de nuevo de otro modo, que nunca será igual que el de antes, pero que yo creo que va hacia un lugar luminoso. La orfandad, qué palabra tan grande, ¿no? Es una gran palabra, pero al mismo tiempo es una palabra muy muy grande. Y es que hay muertes que nos colocan en otro lugar. Inhabitablemente ya no es lo mismo a partir de ese momento.

Claro, y además nos colocan en otro lugar no sólo vital, ¿no? A mí eso me sucedió cuando falleció mi padre, cuando murió mi padre. A mí esa muerte, que además fue muy trágica, él llevaba enfermo más de diez años y al final, pues sufrió una agonía terrible con casi cinco o seis días de sedación muy dolorosa.

Bueno, como te digo, esa muerte a mí me colocó en otro lugar vital. En ese momento yo estaba escribiendo una novela, una historia y claro, esa muerte no sólo me colocó en un lugar vital distinto, también en un lugar literario distinto. Entonces la Inés que yo, en la que yo me convertí en ese preciso momento en el que pierdo a mi padre, ya no era la Inés que había empezado.