Orgullo y prejuicio a4y5b

Elizabeth divisó los bosques de Pemberley con cierta turbación y cuando por fin llegaron a la puerta su corazón latía fuertemente.

La finca era enorme y comprendía gran variedad de tierras.

Entraron por uno de los puntos más bajos y pasearon largamente a través de un hermoso bosque que se extendía sobre su amplia superficie.

La mente de Elizabeth estaba demasiado ocupada para poder conversar, pero observaba y iraba todos los parajes notables y todas las vistas.

Durante media milla subieron una cuesta que los condujo a una loma considerable donde el bosque se interrumpía y desde donde vieron enseguida la casa de Pemberley, situada al otro lado del valle por el cual se deslizaba un camino algo abrupto.

Era un edificio de piedra, amplio y hermoso, bien emplazado en un altozano que se destacaba delante de una cadena de elevadas colinas cubiertas de bosque y tenía enfrente un arroyo bastante caudaloso que corría cada vez más potente, completamente natural y salvaje.

Sus orillas no eran regulares ni estaban falsamente adornadas con obras de jardinería.

Elizabeth se quedó maravillada. Jamás había visto un lugar más favorecido por la naturaleza o donde la belleza natural estuviese menos deteriorada por el mal gusto.

Todos estaban llenos de iración y Elizabeth comprendió entonces lo que podría significar ser la señora de Pemberley.

Hola a todos. Somos Niños Gratis, como siempre, pero esta vez, una vez más, fuera de casa.

Es la tercera vez que estamos fuera de casa. Estamos en el British Council hoy, ¿no? Sí. Tenemos que darle las gracias, lo primero. Empezamos dándole las gracias porque es generoso, por su parte, habernos cedido esta salita de la biblioteca para poder conversar, abrir un poco las instituciones, los colegios, los centros educativos a una cultura un poco más al margen. Creo que de estas cosas pueden salir cosas interesantes.

Y tenemos a dos invitados de lujo, además.

Sí, tenemos dos invitados que, entre otras muchas cosas, son libreros.

Sí, los dos mejores libreros de España.

Los dos, me juro.

Manuela es librera, pero además de ser librera, es casi una niña gratis ya también porque has venido un montón de veces al podcast.

Y aparte de ser niña gratis y aparte de ser librera, es investigadora, organiza talleres de cine, de literatura y es escritora también.

Bueno, eso es una palabra muy grande hoy.

A puntito de publicar tu nuevo libro, En la uña rota, que se titula El hábito hacia el cine, ¿puede ser? Sí, eso es. Así es, señorita.

Muchas ganas de leerlo, bienvenida.

Gracias.

Y Sergio, que también es amiguísimo, lo queremos muchísimo. También es librero junto a Goyo, que anda por ahí por el público.

Y también es escritor. Él dice enciernes, pero es escritor de verdad porque tiene un libro ya.

Está publicada, sí, sí. Bueno, estaba publicada a esperar la salida a la venta sino la secuestra ningún juez.

Que no hay motivo, no hay motivo.

El título es...

Se llama Venimos del Fuego, eso es.

Oye, pero sale a la venta pronto, ¿no? El 20 de marzo.

Estamos de promoción, ¿no? Aprovechamos ya que estamos aquí y aprovechamos que conozcan vuestros libros, que están muy bien.

Bueno, muchas gracias por invitarme.

Gracias a vosotros por venir a este experimento, porque estamos fuera de casa, porque en casa ya sabéis que estamos siempre muy relajados.

Aquí no va a atacar ningún gato, como ya hemos dicho antes, porque los gatos no los hemos traído, naturalmente, porque no hablan inglés.

Pero están en el lugar adecuado para aprender.

Aquí empezamos todos.

Bueno, pues siguiendo la tradición del programa, vamos a leer la Wikipedia de Jane Austen.

Nació en Steventon, 16 de diciembre de 1775 y murió en Winchester el 18 de julio de 1817.

Aquí dice, fue una novelista británica que vivió durante la época georgiana.

La ironía que empleaba para dotar de comicidad a sus novelas hace que Jane Austen sea considerada entre los clásicos de la novela inglesa.

A la vez que su recepción va a aumentar.