Orden Social, Económico y Político (1). El hombre: fin, deberes, virtudes y pecados, por Luis López-Cozar u3e

Bienvenidos, esto es El Español Digital, la Verdad sin Complejos, nuestro programa de la Grupa, yo soy Paco Vendala y volvemos a tener aquí a un gran amigo, un gran especialista sobre todo y también una magnífica persona, Luis López Cozar Pita, ¿cómo estás Luis? ¿Cómo andas? Bien, pues muy bien Francisco, encantado de estar contigo otra vez.

Pues personalmente yo más, pero los seguidores también muchísimo más creo yo, porque después de tus dos últimas intervenciones, pues has despertado un gran interés por un tema que de verdad está desconocido, la doctrina social de la iglesia, yo creo Luis que hasta la propia iglesia se ha olvidado de su doctrina social, ¿no? ¿Qué opinas? Completamente, no es que se haya olvidado, es que no quiere saber nada de ella, porque no se quiere meter en cosas políticas, creen que Dios está ahí en el cielo y nada más, no baja a la tierra para meterse en nada nuestro, le importa un pimiento lo que ocurra en la tierra y esa es la mentalidad que hay lamentablemente, es así, pero ya no solamente también de las autoridades, sino también de los propios laicos, porque es un tema más bien de laicos y deberían demostrar algún interés y no les interesa, es curioso, o sea que es de todos los lados.

Ya, qué pena, claro. Luis López Cozar Pita, aquí lo tenemos, un especialista en licenciado en derecho por la Universidad Complutense de Madrid, funcionario de carrera, me imagino que hoy ya libremente y felizmente jubilado, eso es importante también, llegar a esa meta.

¿Cómo te diría? Viendo la istración que yo he conocido y la que hay actualmente, pues no tiene nada que ver.

No tiene nada que ver, claro, efectivamente.

Con los motivos que me retiré, porque yo podría haber estado cinco años más y viendo el panorama, se acabó.

Claro, muy bien. Bueno, yo creo que eso demuestra la honradez para no ser cómplice de lo que ya estamos asistiendo, que es tremendo.

Además, doctor Suma Cumlauden, en Derecho Político, también por la Universidad CEU, San Pablo, con una magnífica tesis sobre doctrina social de la Iglesia, en la cual es especialista, de la que vamos a hablar, que en parte, y lo volveremos a poner, has sintetizado en ese gran libro también, que ya expusimos la otra vez, Hacer nuevas las cosas, un libro muy bonito, con un título muy atrayente y que recomendamos vivamente leer.

En cuanto a tu currículum, bueno, vamos a dejarlo ahí, porque has estado en mil sitios y eso es lo importante.

Ahora, especialista, especialista en doctrina social de la Iglesia y vamos a iniciar una serie por la que yo tenía mucha ilusión.

Te damos las gracias, de verdad, y el primer capítulo, que en realidad tal vez sea un poquito más de presentación, pero que sí nos vamos a centrar en el hombre, el problema del hombre, yo no sé, en su fin, en sus deberes, en sus virtudes y en sus pecados.

Así lo hemos llamado. Luis, tú eres el protagonista porque eres el especialista. Luego, todo esto es para ti y para nuestros seguidores.

Así que adelante como enfocas el tema.

Pues muy bien. Yo quiero empezar aclarando que como estos son temas morales de los que hoy en día no se habla, porque la sociedad ya está prácticamente en la santidad, no necesita hablar de temas morales, ¿no? Estamos en un nivel que no, pero yo insisto en ellos, ¿no? Bueno, quería aclarar antes que aunque yo hable de moral no significa que yo sea perfecto.

Eso es básico decirlo, ¿no? No, no, yo hablo de moral, tengo mis defectos como todo el mundo, lo juro, ajustarme a lo que enseña la Iglesia porque vaya en ello mi felicidad, pero yo tengo mis defectos como todo el mundo y mis problemas como todo el mundo, ¿no? Bueno, vamos a hablar de lo que se llama el fin último del hombre, ¿no? Ya sabemos que toda acción del hombre se dirige a un fin, ¿eh? Pero ese fin es inmediato, no es el último fin.

Nosotros, bueno, pues así tienes por ejemplo la salud, ¿y cuál es el fin de la salud, de la medicina? Pues curar a los enfermos, la salud de los enfermos.

Pero ese es un fin relativo, no es un fin inmediato.

El fin último, ¿cuál es? El ser humano, pues dar gloria a Dios.

¿La salud nos cura para qué? Bueno, para estar mejor desde luego, pero también para dar gloria a Dios, porque el cuerpo nuestro y nuestra alma han sido creados para dar gloria a Dios, es que no hay otra cosa.

Entonces, estos estados que se han colocado en el lugar del anticristo, es decir, que son estados totalitarios, no dejan que el hombre respire, es decir, que podamos buscar nuestro fin último, que es vivir con Dios, ¿no? Porque además es lo más importante de esta vida, ¿de dónde vamos a gastar más tiempo? Aquí vamos a estar 60, 80, 90 años, ¿pero qué otro? La vida eterna.

Bueno, pues los estados han decidido que el fin último del hombre hay que obviarlo.

Otro ejercicio de democracia, ¿no? Entonces, bueno, pues ¿cuál es el fin último del hombre? Dar gloria a Dios y salvar nuestra alma.