Las noticias del día - 28/02/25 456y2y

Recuerda que puedes escuchar este audio horas antes de su estreno y sin publicidad suscribiéndote en cesarvidal.tv Las noticias del día Estamos de regreso y estamos de regreso después de ese editorial que hemos dedicado al último artículo del Rabino Weissman. Ustedes saben que el Rabino Weissman es una presencia intermitente en nuestros editoriales porque es un rabino ortodoxo, porque vive en el Estado de Israel, porque además no es contrario a la existencia del Estado de Israel como sucede con muchos rabinos que consideran que eso es una herejía intolerable y es un veneno para el judaísmo, sino que él sí que cree en la existencia del Estado de Israel. Pero claro, la perspectiva de Weissman es una perspectiva de carácter religioso, de carácter espiritual, de carácter teológico que se asienta en buena parte en lo que es el Antiguo Testamento, lo que los judíos llaman el Tenach, y en buena parte en la literatura rabínica que conoce muy bien, tanto sea el Midrash como el Talmud, pues es algo que él conoce muy bien y maneja con mucha soltura.

Lo que tiene de particular este artículo es que lo basa en la lectura de los profetas de Israel que aparecen en el Antiguo Testamento. Lo basa en un Oseas, en un Jeremías, en un Isaías, en un Ezequiel, en un Nahum, y claro, las conclusiones a las que llega son tremendas, porque es simplemente el hecho de que lo que piensan la mayoría de los judíos, incluso religiosos, que viven en Israel es una auténtica herejía. ¿Cómo llega a esa conclusión el rabino Weissman? Pues hombre, la verdad es que no es difícil llegar a esa conclusión cuando uno lee propiamente la Biblia. No hablamos ya del Talmud, de otros aspectos de la literatura rabínica, no digamos ya de una literatura religiosa judía que apoye el sionismo. Pero claro, el análisis es muy fácil. ¿Cuál es la base para que Israel esté en la tierra? La base es el pacto entre Israel y Dios, que es un pacto condicional, como puede ver cualquiera que lea, por ejemplo, el capítulo 28 del libro del Deuterono.

Si efectivamente Israel cumple con el pacto, bueno, pues se queda en la tierra. Que Israel no cumple con el pacto, que quebranta las disposiciones del pacto, esto es absolutamente condicional e Israel va a ser expulsado de la tierra. Por cierto, episodio que se ha producido en varias ocasiones. ¿Conclusiones del rabino Weissman? Pues hombre, es muy sencillo. En lugar de escuchar el mensaje de los profetas y ser fieles al pacto, el Israel actual está totalmente envenenado con lo que él llama una herejía que sostiene lo mismo que sostuvieron en el pasado el reino de Israel y el reino de Judá y que acabó como el rosario de la aurora, permítasenos la expresión, precisamente porque intentaron fundamentar su permanencia como estado sobre la base de un poder militar, de intentar exterminar a sus enemigos y de apoyarse en potencias extranjeras para alcanzar esa medida. ¿Cuál fue el resultado? Pues muy malo. Los profetas advirtieron que esto no es la base para poder permanecer aquí y lo que va a suceder es que vais a ser expulsados.

Pasó en el siglo VIII, volvió a repetirse en el siglo VI, ambos antes de Cristo, y volvió a repetirse en el siglo I después de Cristo. Aquí no se cumplen las condiciones del pacto con Dios, pues que se atenga cada uno a las consecuencias que son nefastas y eso implica que cada vez que se ha producido una catástrofe nacional de ese tipo, era Dios, utilizando una potencia extranjera, el que ejecutaba esa catástrofe. Esta es una lectura obviamente teológica, se puede aceptar o no se puede aceptar, por supuesto para una persona que no sea creyente, esto no tiene ningún sentido. Para aquel que piense que el estado de Israel a fin de cuentas es como otro estado, tiene una serie de finalidades y tiene que garantizarlas sobre la base del poder militar y de las alianzas con otras naciones, pues esto ciertamente carece de sentido, pero hay que reconocerle al Rabino Weisman primero que se basa de manera directa e indiscutible sobre lo que afirman especialmente los profetas del antiguo siglo XXI.