*_"No Llegaste a Decorar al Mundo, Viniste a Moverlo"_* 6n5tk

Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Buenos días. Bueno, aquí te saludo desde este día lunes a las 12 horas, aquí y ahora con Tony Rueda.

Y bueno, hoy quise hacer un programa diferente porque me interesa mucho que conozcas como otra parte de Tony Rueda, de lo que yo estoy trabajando, de la parte que me mueve mucho. Y una pregunta que me hice, no sé, hace unos meses o cuando llegué aquí a esta ciudad.

Me pregunté, ¿no llegaste a decorar al mundo? Veniste y llegaste a moverlo. Entonces, hoy no te voy a hablar como coach, te voy a hablar como la persona, ni como conferencista, ni como creadora de espacios bonitos, ni armónicos.

No, hoy vengo a hablarte como esa mujer que un día entendió que no nació para adornar este mundo, sino para moverlo.

Y yo creo que eso vino desde, ¿sabes?, desde que me lo anunciaron cuando yo tenía 9 años.

Alguien me dijo, traes una misión muy grande, pero a los 9 años no podía yo ni siquiera pensar que la palabra que representaba para mí la palabra misión.

Yo no la conocía, no sabía. Estaba muy pequeñita y mi estructura de educación era totalmente diferente.

Era una educación de obediencia, de estudiar, etcétera, etcétera. Pero bueno, no me voy a ir a esa historia porque ya hace mucho la contigo.

Entonces, lo que sí me di cuenta, y eso te digo cuando llegué aquí, pues vengo a conquistar otro lugar, otra ciudad, otras mentes, otra forma, otra cultura, otra manera de pensar.

Entonces dije, bueno, ¿qué parte de mí aún quiere complacer a mí misma lo que venía haciendo? Entonces, más bien, voy a hacer algo diferente y vengo a conquistar yo a grandes personas que viven acá de este lado del sureste.

Y que mi verdad, pues también no incomode a nadie.

Porque van a ser varias preguntas en las que te voy a poner aquí al frente, por si quieres preguntar, por si quieres dejar tus preguntas y yo te las contesto después.

Fíjate, ¿a quién le tengo miedo de incomodar si muestro mi verdad? ¿Qué me ha enseñado el dolor sobre mi propósito? ¿Cuándo dejé de ser adorno y empecé a ser esa fuerza? Entonces, ¿qué significa para mí hoy mover al mundo? Y si necesito seguir esperando validación para mi llamado.

Sabes que todas esas preguntas me las he hecho últimamente.

Y el regalo, y otra pregunta más que puedo mencionarte es ¿qué regalo me entregó la incomodidad? Que el aplauso que nunca me dio, ¿no? Y hoy, por ejemplo, sí extraño los aplausos, extraño toda esa parte tal vez del reconocimiento hablado cuando yo estoy dando una conferencia, cuando estoy dando un taller presencial, cuando estoy haciendo mis festivales, cuando etcétera.

¿Sabes? Sí lo extraño porque vengo a otro lugar, donde nadie me conoce, donde nadie sabe quién es Antonieta Rueda, quién es Tony Rueda, qué hace Tony Rueda.

Sin embargo, hoy empecé a decir, bueno, vengo a hacerme presente en este mundo terrenal, en este mundo que hoy puede impactar.

Sobre todo, ¿sabes qué? La confianza, la confianza en mí, la confianza en las cosas que yo quiero hacer de este lado de la tierra, de este lado del sureste de la República Mexicana.

Y algo que yo pretendía hacer en este programa es venir a moverme, ¿no? Venir a mover y decirte, cuando empiezas de cero en un lugar, o en una relación, o en una nueva negociación, o en un nuevo producto, en un nuevo servicio, en todo esto, olvídate de ser decoración, olvídalo, olvídalo.

Más bien, ven y mueve toda tu energía y mueve ese espacio para que las cosas se den.

Entonces, yo siempre tengo mi lema, ¿no? La vida pasa, pero que no pase sin mí.

Sin embargo, también fue otra de las preguntas que me hice, y esa, ¿sabes qué? Me llevó a decir, claro, la vida pasa y que no pase sin mí.

Entonces, si yo tengo este lema para mí y es lo que quiero dejar, un legado, entonces, ¿qué voy a hacer con esa frase? Entonces, esa conexión emocional, esa llamada suave de acción, pues es lo que me ha llevado.